martes, 30 de junio de 2020

Leah Senior

En los últimos días no he podido escuchar muchos discos. Entre el lío de correcciones de TFG, TFM y Prácticas y cierre de actas para junio y que, en estas fechas, no salen muchas novedades, pues todo se ha juntado. De hecho, lo que me ha servido es para prepara con calma el primer volumen de Nebrija Records con las cosicas que más me han gustado en esta primera mitad del año 2020.

Pero, si por algo ha destacado, esta última semana de junio en lo musical es por la aparición de un par de álbumes de indie-folk que es lo que más he estado escuchando. Y, bueno, no es lo mío he de reconocerlo, aunque cuando hay talento siempre se encuentran temas interesantes en algunos de estos trabajos. Es el caso de los discos de Leah Senior y de Phoebe Bridges.

Leah Senior es una cantante de Melbourne, Australia, que, en realidad, podría pasar por norteamericana debido a la música que hace. De hecho, su indie-pop con aires folk tiene influencias de la música americana de los 60 y 70 bastante claras.

The Passing Scene es su tercer álbum y el mejor hasta la fecha. En él, abundan las canciones de pop tranquilo y elegante con aires folk que se le dan bastante bien y que es lo que ha venido haciendo hasta la fecha. Ahí destacan cortes como Dress up a heart, There's no fish, With or without me o The passing scene.

Sin embargo, lo que más me ha llamado la atención de este trabajo de Leah Senior es el momento en el que se acerca al indie-pop de aires sixties y pisa un poquito el acelerador. Ahí es donde mejor está y, puede suponer un punto de partida para el futuro, al que agarrarse. La muy soul Evergreen con la que abre el disco o Bug in a bath, que parece un tema rockero y funk de los 70, son dos pequeñas muestras de lo bien que le viene a su guitarra acústica un poco de movimiento, de guitarras eléctricas y unos buenos pianos. Incluso, en la final Time traveller, un medio tiempo muy del rollo del último disco de Waxahatchee, funciona genial en este trabajo.

Quizás, a final de año, no aparezca en todas las listas, pero desde luego es un trabajo coherente y con buenas canciones este de Leah Senior.

viernes, 26 de junio de 2020

Hatchie & The Pains of Being Pure at Heart

Hear Hatchie, The Pains Of Being Pure At Heart cover The Jesus And ...A principio de junio, me encontré con varios contactos de facebook que compartían el single conjunto que habían sacado la cantante shoegazer Hatchie junto a The Pains of Being Pure at Heart: Sometimes Always.

Una colaboración que me alegró mucho por varios motivos: el disco de Hatchie del año pasado estaba muy bien, además, pega increíblemente bien con el indie-pop y el dream-pop de los Pains y, por si fuera poco, porque suponía volver a ver a The Pains of Being Pure at Heart trabajando juntos, después de los proyectos en solitario de Kip Berman (con su nombre o como The Natvral) y de anunciar que los Pains se separaban. Para los fans de la banda, como yo, ha sido una bocanada de aire fresco.

Por si fuera poco, han unido sus talentos, que son muchos, para hacer una versión del Sometimes Always de The Jesus and Mary Chain, uno de mis grupos preferidos. La canción suena dulce y, a la vez, dura en consonancia con la letra sobre dejar a alguien, echarlo de menos y pedir que vuelva, además Hatchie y Berman, han hecho un precioso juego vocal, contestando uno a las estrofas que canta la otra. Les ha quedado de diez.

Además, el split 7" se completa con Adored, un corte algo más dream-pop donde encuentran el punto exacto de fusión entre el estilo de ambos músicos y les sienta fenomenal.

jueves, 25 de junio de 2020

The National Honor Society

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Foto: cakeintherain206.com
En pleno confinamiento, en el mes de abril, comenté el primer single de la banda de Seattle The National Honor Society y ya me sorprendió entonces su sonido tan apegado el pop británico de los 80 y 90, hecho con una calidad increíble y que estaba en la línea del Manchester sound por todos lados.

El álbum, To all the glory we never had, sigue todos estos parámetros, pero mejorados. La verdad es que llevo ya unas semanas escuchándolo y cada vez saco de él más detalles. Por ejemplo ese inicio arrollador con Turn me on o Everybody lives and breathes donde sacan su lado más Oasis y recuerdan a esa época eléctrica de los hermanos Gallagher después de sacar The Masterplan, cuando arrasaban en los directos. Incluso, en un tema algo más reposado como The Occupation, suenan a Definitely maybe o a los últimos trabajos de grupos como DMA's.

Pero hay otras influencias que abunda, como ese pop ochentero y elegante que recuerda a grupos de The Field Mice o The Smiths en temas como el single, First among the last que es una absoluta maravilla, en un corte muy Morrisey como Incredible, en Crystalize, otro de los grandes temas de este trabajo o en esa maravilla de pop que es Never gonna make it happen donde me han recordado a algunos discos de indie-pop recientes como Business of dreams o Devon Williams.

Pero, por cuadrar el círculo de sonido mancuniano, The National Honor Society se declaran abiertamente fans de The Stone Roses. Ya lo sabíamos porque la b-side de su primer single era, precisamente, una versión de Mersey Paradise del grupo de Ian Brown. Pero es que en el disco también aparece canciones que recuerdan a ellos, sobre todo al final y con esa potencia guitarrera tan característica como en When we ruled the school o la final Stand down.

Seguro que se convierte en banda sonora del verano en los viajes a deshoras a la playa para no coincidir con nadie.

viernes, 19 de junio de 2020

Fort Not

Fort Not es un dúo sueco afincado en Gotemburg que tienen previsto sacar su segundo elepé en septiembre de este año. Esta semana he conocido el single de lanzamiento Jennie Brown gracias que el sello español Meritorio Records va a editar el disco.

Y menuda sorpresa, Fort Not, sacan lo mejor del indie-pop escandinavo de los 2000 y lo mezclan con las guitarras jangle que nos llegan en los últimos años desde California con Rays o desde Australia con The Goon Sax.

En su bandcamp tienen ya subidas dos canciones: I guess y, la citada, Jennie Brown, que bien podría estar sonando todo el verano mientras te sientas en el salón y miras por la ventana pensando en las playas que no pisaremos por la cuarentena.

La verdad es que los dos cortes me han encantado, así que The Club is open ya es uno de esos álbumes que espero con ansia.

jueves, 18 de junio de 2020

Built to Spill

A principios del mes de febrero hice una pequeña reseña del adelanto que Built to Spill acababan de publicar: Bloody Rainbow. Una versión muy jangle-pop del tema de Daniel Johnston pero bien pasado por el filtro de Built to Spill con esa voz alargada tan característica.

Se anunciaba entonces que Built to Spill iban a sacar un álbum completo con versiones de Daniel Johnston y es que la banda quería homenajear al cantautor americano recientemente fallecido (septiembre de 2019) ya que habían compartido con él desde 2017 varios conciertos: les hacían los coros y, además, había teloneado a Johnston en su última gira.

Una de las cosas que más sorprende de este Built to Spill plays the songs of Daniel Johnston es la selección de canciones que ha hecho la banda de Idaho y es que no aparecen algunas de las canciones más famosas de Johnston como True love will find you in the end o Hi how are you.

Pero el repertorio, de todos modos, es genial. Algo sencillo debido a las buenas canciones del músico californiano. Ahí destacan los clásicos atemporales como Honey I sure miss you o Impossible love, donde pisan el freno, los cortes a los que dan velocidad como Good morning youLive in vain o Fish o la tremenda versión guitarrera que hacen de la genial Fake records of Rock & Roll.

Lo maravilloso de esta disco es que suena a Built to Spill por los cuatro costados, pero respetan y valoran las canciones de Daniel Johnston como se merecen. Un acierto absoluto.

martes, 16 de junio de 2020

Boyracer

Si hablamos de Boyracer a casi todos os vendrá a la cabeza la banda británica  de finales de los ochenta y principios de los noventa que hacía un DIY punk en la línea de las bandas C86 y Sarah Records. Pues bien, esa banda, con un largo periodo de inactividad ha vuelto con su 13 álbum de estudio, On a promise, y con la misma energía que entonces.

La banda de Stewart Anderson ha contado para este álbum con la banda habitual que le venía acompañando en los últimos años pero, además, ha incluido a sus antiguos compañeros de banda como Simon Guild y Laura Bridge (Kicker) y algunos colaboradores como Mary y Anita de Even as we speak o Snowy de The Ocean Party. Una buena representación del indie-pop británico, desde luego.

En los 16 cortes que forman parte de este regreso, excepto uno, ninguno llega a los 3 minutos, hay un poco de todo: punk DIY con aires del 77 que nos recuerdan a grupos como Sex Pistols o Buzzcocks en temas como Hidden Memories, Move on up o Crack the Red que son tres buenos pepinazos; punk con melodías pop que recuerdan lo mejor de grupos C86 como The Wedding Present en temas como Hit and Miss, con la que abren el disco, o Bunk off work today.

Pero también hay margen para el pop, los teclados y el cruce de voces con Christina Riley (Burnt Palms) en cortes como The rest of yr life, Bored and lonely, Girl in a soul band o Looks que recuerdan a grupos como Talulah Gosh en sus cortes de twee-punk más veloces.

La verdad es que es un buen esfuerzo de recomposición de la banda y se agradece que sigan sonando tan fieles a aquellos años, pero el disco ha quedado como un pequeño batiburrillo de aquellos años. Quizás, haber apostado por una selección más estricta de canciones para que fuera más redondo hubiera sido una buena idea, pero la verdad es que no sé qué productor se iba a atrever a decirle a un músico tan bueno y con tanta experiencia que renuncie a algunas de sus canciones.

Creo que ha salido un trabajo notable para Boyracer y que hará las delicias de los nostálgicos. Se pueden sacar 5 o 6 canciones muy sobresalientes y, a estas alturas, es más de lo que podríamos esperar de las nuevas reuniones de estas bandas.


viernes, 12 de junio de 2020

Rolling Blackouts Coastal Fever

Si alguien lee habitualmente el blog pensará que aparecen demasiado frecuentemente bandas procedentes de Australia y Nueva Zelanda y, concretamente, Melbourne suele ser el centro operativo de muchas de estos grupos.

Bueno no es casualidad que muchas de las bandas que actualmente me gustan, tengan una influencia clara del pop de los 80 que se hizo en Australia y Nueva Zelanda a través del sello Flying Nun. El otro día comentaba el trabajo de The Stroppies, pero hace unos meses hablaba de Go Get Mum o Girlatones, y el año pasado o hace dos grupos como Twerps, The Goon Sax o Dick Diver iban desfilando por el blog.

Una de esas bandas que ya pasaron por aquí y cuyo primer disco me encantó fue Rolling Blackouts Coastal Fever que, con Hope Downs, sacaron un pepinazo de álbum tremendo. Ahora los del Melbourne vuelven con su segundo disco: Sideways to New Italy.

La verdad es que salió a principios de junio, pero he dejado pasar una semana oyéndolo para poder hacer esta entrada. Al principio, el nuevo trabajo de Rolling Blackouts C.F. no me pareció tan interesante como el primero, pero bueno ya sabéis eso de la novedad que a veces también distorsiona nuestras impresiones. El caso es que, cuanto más escucho Sideways to New Italy, más me gusta.

El álbum empieza con las canciones que más recuerdan a su primer disco y donde están más presentes las guitarras: The second of the first, y mis dos favoritas de este trabajo She's there y Falling Thunder. Especialmente en la primera rugen sus guitarras y están más acertados, aunque no es el único momento del disco ya que en cortes como Not tonight, Cars in Space o la final The Cool Change, también hacen grandes temas rockeros que seguro funcionan genial en sus directos (con ganas me quedé de ese concierto en el PS de hace unos años).

En este álbum Rolling Blackouts Coastal Fever también tienen algunos temas donde pisan un poco el freno y se acercan un poco al pop ochentero más elegante de grupos como The Go-Betweens, algo que les sale muy bien en The Only One, Cameo o Beautiful Steven.

En definitiva, un muy buen segundo trabajo que sigue los derroteros del primero, aunque no sea tan pegadizo. Han pulido su sonido y han hecho unas muy buenas canciones y yo que me alegro porque Rolling Blackouts C.F. son un grupazo.


miércoles, 10 de junio de 2020

The Stroppies

No es la primera vez que hablo de The Stroppies en el blog, de hecho la otra vez fue en 2018 a raíz de su primer álbum que, en realidad era la compilación de varias canciones en un casette en 2017, ya que su primer disco salió el año pasado en 2019. Ahora sale Look Alive! un EP de ocho cortes que bien podría ser un disco para cualquier otra banda.

Hace ya un par de meses escuché el primer adelanto de los australianos y me encantó: Holes in everything, donde seguían esa línea entre el indie-pop de raigambre Flying Nun, especialmente en la línea de The Clean o The Feelies. Algo que también aparece en este nuevo EP en cortes tan buenos como Look Alive, de corazón pop y teclados vibrantes o en Sad sorry soul y Rigid Men and conduct codes donde están algo más guitarreros y la última se acercan a bandas como Television Personalities.

Sin embargo, lo más interesante de este trabajo nos lo han dejado en temas más calmados y donde predominan los órganos y el pop elegante como en la apertura Burning Bright que me ha recordado tanto a los suecos Sambassadeur, la más pop Enter or exit o la más tranquila Roller Cloud.

The Stroppies nacieron con pura vocación DIY y en este trabajo han sido fieles a sí mismos: muchos de los cortes proceden de pequeñas piezas e improvisaciones que fueron grabando con el iPhone durante su última gira europea y que iban conservando en notas de voz. Para que el material no perdiera frescura (eso se nota en la producción) se metieron a autograbarse el EP en cuanto regresaron a Australia. Así les ha salido este pequeña joya de indie-pop que bien merece toda nuestra atención.

viernes, 5 de junio de 2020

Emma Kupa

PREMIERE] Emma Kupa – Nothing At All – For The Rabbits
Hace unos meses comenté en el blog el último disco de Mammouth Penguins, una de esas bandas inglesas de indie-pop y guitarras punk que me encantan. Su cantante, Emma Kupa, nos da ahora la buena noticia de su primer disco en solitario. Bueno, decir primer disco, es algo atrevido ya que ha formado parte de mil proyectos y bandas como Standard Fare, esa genial banda de principios de la década pasada que hacía unas canciones de espíritu C86, de The Hayman Kupa band junto a Darren Hayman el ex cantante de Hefner o, la más reciente Mammouth Penguins que antes comentaba.

Ahora Emma Kupa ha presentado Nothing at all, el primer sencillo de su futuro disco It will come easier que saldrá en otoño vía Fika Recordings. La canción dura algo más de 6 minutos pero, la verdad es que no se hace nada pesada. En realidad son 3 minutos y medio de canción y unos dos minutos finales instrumentales con coros que van desde la calma hacia la épica y, cuando parece que va a estallar, termina plácidamente. La música y letra encajan a la perfección y parece que representen bien lo que estamos viviendo en los últimos meses de pandemia, la autorreflexión propiciada por el aislamiento y el confinamiento que nos ha llevado a hacernos mil preguntas sobre nosotros mismos: what am I suppose to do?

Los arreglos en la canción y la producción son una maravilla, juegan genialmente con el indie-pop melódico y guitarrero añadiendo música folk americana con la presencia de ese banjo o los violines. De hecho, al principio me ha recordado un poco a las canciones más animadas del último disco de Waxahatchee

Es una canción preciosa este Nothing at all de Emma Kupa y uno de los álbumes que más espero.

miércoles, 3 de junio de 2020

Nation of Language

Nation Of Language Share New Song "September Again": Listen ...En el blog de Don't eat the yellow snow ví la semana pasada este disco, pero me leí la descripción así por encima entre las mil cosas que llevo en la cabeza y no le presté mucha atención. De hecho, ni siquiera me bajé el disco de Nation of Language al ver que tiraba de synth-pop y electrónica. Pensé que no es mucho mi estilo y no lo escuché. Mal hecho.

Al final de la semana un contacto de Facebook compartió una canción de ellos y al ver el nombre, me picó la curiosidad. Click y atrapado.

Introduction, Presence es el primer álbum de los de Brooklyn y en él, Nation of Language se han marcado todo un trabajazo. Algo que llama la atención en casi todas las reseñas que he leído es que la voz de su cantante es muy parecida a la de Matt Berninger de The National. Y es verdad. Es una voz muy potente, cálida, capaz de susurrar o de mantener la épica. En la primera y en la última canción: Tournament y The Wall & I, de hecho, es que tienes la sensación en estar dentro de un disco de The National.

Pero hay muchas más influencias, porque si hay algo que destaque en este Introduction, Presence son los sintetizadores y los teclados que crean un atmósfera post-punk muy ochentera pasado por el flitro de la electrónica. Así Rush & Fever, Automobile o Sacred Tongue bien podrían recordar a los Depeche Mode de principios de los 80.

Incluso en temas geniales como September again o On division St (menudo teclado y menudo estribillo) Nation of Language sacan su lado más bailable a pasear y recuerdan a LCD Soundsystem. La verdad es que son dos de sus mejores canciones y esta línea se les da genial.

En definitiva, a veces pasamos por alto discos solo porque su descripción lo encajona mucho en un estilo, pero eso no sucede en este trabajo de Nation of Language donde se dan la mano el indie-pop, la electrónica y el synth-pop de los ochenta.

lunes, 1 de junio de 2020

Mujeres

IMG_0029Siento Muerte es el nuevo disco de Mujeres. Bueno, discazo. Hace meses que lo esperaba y había escuchado los singles que ya se iban conociendo y, claro, ya me imaginaba que el álbum me iba a gustar.

Los de Barcelona han vuelto a sacar un trabajo sobresaliente, con pepinazos guitarreros entre la música punk y el surf, pero sin perder nunca el latido pop y las buenas melodías, algo que ya había escuchado en su trabajo anterior Un sentimiento importante.

Siento Muerte es un disco muy homogéneo, coherente y bien cerrado, donde todo está en su sitio y no le puedes sacar fallos. Desde el inicio con Tú y yo ya dejan claro el camino que van a seguir y, aunque, en Besos están más pop o en A veces golpes están más sesenteros (esos coros iniciales y ese estribillo tan surf), las guitarras punkis siguen siendo lo principal. Algo así como una mezcla entre The Queers y Dick Dale.

Cae la noche fue el primer tema que avanzaron y, para mí, es lo mejor de este trabajo. Es el corte que más me ha recordado al disco anterior, pero es que todo encaja a la perfección, guitarrazos veloces en las estrofas y un estribillo que se te mete en la cabeza y te tiene todo el día con la canción en la cabeza.

Y en el resto del trabajo se van sucediendo estas canciones rápidas y pegadizas que te mantienen atado a Siento Muerte y acabas subiendo el volumen: El momento exacto, Algo memorable o Siento Muerte.

Mujeres son, ahora mismo, uno de los mejores grupos para ver en directo y para ponerte en casa a todo volumen. Ojalá volvieran los conciertos solo para verles a ellos.