Por supuesto, esa curiosidad y esas ganas se fundamentaban en los adelantos que habían ido saliendo y que tanto me habían gustado. Aunque es cierto que en 2020 ya incluí al dúo sueco en un recopilatorio nebrijero. Fort Not tiran de indie-pop lo-fi y muchos guiños que hacen del disco un trabajo de lo más interesante y disfrutable.
De hecho, la apertura con Love will Find you (ya nos deja un guiño a Daniel Johnston) es una maravillo de pop sixtie con ecos a ese soul con conversaciones y ritmos rocksteady jamaicano. Y, por si fuera poco, el segundo corte Recognize, tira de influencia surf-pop y languidez veraniega al más puro estilo Beach Boys sucede en Stop Mclovin también. Todo muy poco sueco, desde luego.
En cortes lo-fi como Candy Crush, Wannadie, My love o, la final, Paint yourself es donde más se refleja esa influencia de artistas como Daniel Johnston o Bill Fox.
Eso sí, cuando aceleran y las guitarras toman el mando es cuando mejor están. Scum o Tell me Nothing son temas sobresalientes y perfectos para ponerlos en bucle este verano. Ahí me recuerdan a sus vecinos de sello Jim Nothing o grupos como Kiwi Jr., por poner un ejemplo cercano.
Hacen guiños rockeros al sonido proto punk de The Velvet Underground, MC5, Bowie o New York Dolls en esa genial y setentera A For Effort. También le ponen ojitos al estilo Ramones en ese corte punk-pop que es Ringo Starr mientras hacen su guiñito a The Beatles. Y, de hecho, en Baby Maybe tiran de ritmos beatlescos para volver a acercarse a la década de los sesenta y los ritmos ye-yés.
Como veis un carrusel de sonidos e influencias que queda perfectamente pasado por el filtro del pop lo-fi de Fort Not y que hace de este disco una pequeña joya.
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