lunes, 25 de febrero de 2019

Lost Tapes

Lost Tapes siempre me ha parecido un gran proyecto, el dúo formado por Pau (La habitación roja) y RJ Sinclair (Tokyo Sex Destruction) se dedicaba en paralelo a un sonido de pop más elegante y clásico, con aires a The Field Mice pero sin dejar atrás el C86, The Go-Betweens o los grupos del sello Flying Nun.

Por supuesto, esto te lleva a ser un absoluto desconocido en España, puesto que las revistas, festivales y crítica en general desprecia la buena música y se centra en programar los mismo hypes llena-festivales año así, año también. Yo solo recuerdo haberlos visto en un Microsonidos en Murcia hace ya algunos años.

Curiosamente Lost Tapes tienen más reconocimiento fuera de nuestras fronteras que dentro. Y no me extraña, porque bien merecen ese reconocimiento.

Este 2019 reaparecen con The Bill, un EP de 4 cortes donde están absolutamente inspirados. The Bill, el tema homónimo, tira de pop ochentero con influencias de The Go-Betweens o Aztec Camera. En Six by Six se sacan de la manga una preciosa canción de pop que, al igual que Like a Waltz, recuerda a los mejores The Field Mice. El trabajo se cierra con Letter never sent, la más lenta de las cuatro y donde recuperan ese sonido pop tan ochentero y clásico.

Me ha parecido un nuevo acierto de Lost Tapes y, ojalá, que sea preludio de más canciones y de volver a verlos en concierto.

jueves, 21 de febrero de 2019

Teenage fanclub

teenage fanclub everything is falling apartParece que ayer nos leyeron desde Escocia Teenage fanclub cuando les comparábamos con Los Andes y han salido rápidamente a poner tierra de por medio.

Anoche conocimos el primer single de adelanto de Teenage fanclub, Everything is falling apart, aunque todavía no hay ni título, ni fecha del nuevo álbum. Sabemos que esta canción se grabó en enero en Hamburgo y hemos de suponer que empezaron ya con la grabación del trabajo.

Lo importante es el corte, ya que es el primero que sale desde que Gerald Love dejase la banda, y en este caso ha sido Raymond McGinley, el guitarrista, quien se ha puesto en cabeza y ha cantado en este tema. Se trata de un tema donde Teenage fanclub suenan de lo más kraut, incluso a mí me ha recordado un poco a los temas más pop de Ride. Eso sí, está bien lejos de su power-pop brillante habitual, así que si es lo que esperáis en este single no lo vais a encontrar.

Ya veremos cómo evoluciona el disco, de momento, lo único seguro es que podremos disfrutar de estos nuevos cortes en sus conciertos, que ya estamos deseando su paso por el WARM UP de Murcia en mayo.

miércoles, 20 de febrero de 2019

Los Andes

Anoche descubrí a Los Andes gracias al post que compartió en facebook Hurrah Música que va a editar el single Espiando al sol/Hogar. Anunciaban que era como si Teenage fanclub cantasen en castellano y, la verdad, es que estaban bastante acertados en la comparación.

Power-pop de muchísimos kilates y calidad es lo que encontramos en Obras Cumbres el trabajo que sacaron el año pasado Los Andes, una banda argentina que llega desde Buenos Aires.

Sus cuatro miembros no son unos recién llegados a esto de la música ya que han formado parte de grupos como Avant press, Grand Prix o Boas Teitas, el caso es que yo no conozco ninguna de estas bandas, pero el resultado de su convergencia en Los Andes es absolutamente maravilloso.

Obras cumbres tiene 12 temas, aunque no se hace un disco nada largo ya que casi todos los cortes están entre los 2 y 3 minutos. Buenos pildorazos de power-pop que, cuando está bien hecho, no necesita alargarse mucho.

Además de la referencia a TFC lo primero en lo que pensamos cuando escuchamos Todo lo que quiero, la canción que abre el álbum, es en Cooper. Y es que el leonés es una gran referencia en el ámbito del power-pop en español.

Las guitarras limpias, las preciosas melodías o los órganos de aires sixties son lo que abundan en este trabajo y en ese aspecto hay que destacar canciones tan espectaculares como Espiando al sol (a mí es la que más me gusta de todo el trabajo), El momento o Si te tengo a tí que son absolutamente deliciosas.

También saben sacar las guitarras y las baterías a relucir y, a veces, cogen velocidad y suenan más a Fountains of Wayne (El cielo está allá) o Red Kross como en (No quiero) volverte a ver.

En definitiva, un disco completísimo y de una calidad tremenda. Algo que los que escuchamos power-pop agradecemos muchísimo.

lunes, 18 de febrero de 2019

Tullycraft

Imagen relacionadaTullycraft siempre ha sido una banda que me ha gustado. De hecho, su Punks are writing love songs la he pinchado mil veces en La Yesería.

Los de Seattle siempre han sido etiquetados en el twee-pop, y no falta a la verdad, aunque siempre han tirado de guitarras rápidas y afiladas que se acercaban al punk-pop. De hecho se hayan en la línea de bandas como Tigertrap, BMX Bandits o Los Fresones Rebeldes, por citar un grupo español.

Y en este séptimo trabajo, The Railway Prince Hotel, Tullycraft siguen fieles a ese estilo y se vuelven a marcar un disco divertido con varios singles de esos que son tan pinchables. Abren el trabajo con la Madnessiana Midi Midinette que se acerca al ska-punk, pero rápidamente con Passing Observations vuelan al indie-pop más traquilo, algo que también aparece en cortes como Goldie and the Gingerbreads (esa trompeta).

We couldn't dance to Billy Joel, quizás sea la mejor canción del disco. Aquí empiezan tranquilos, incluso incluyendo ese ukelele tan pop, pero se ponen serios en un potente y pegadizo estribillo que nos recuerda a grupos punk-pop y twee más recientes como Martha o The Spook School

Esta vertiente es la que mejor representa su sonido y, además, suena de lo más actual, aunque no deja de lado el cuddlecore que ya hacían desde mitad de los 90.

Un álbum entretenido con corazón pop y cobertura punk, muy típico de Tullycraft y que vuelve a estar muy bien.

jueves, 14 de febrero de 2019

Buffalo Postcard

La imagen puede contener: 1 persona, sonriendo, primer planoQué bonita sorpresa tuve anoche cuando vi que en el facebook de The Tamborines compartían el EP de Buffalo Postcard, Morning Chimes.

Como os podéis imaginar ni puta idea de quiénes eran estos Buffalo Postcard, pero las tres canciones que han sacado me encantaron (2 temas propios y una versión de la Velvet Underground).

Pero al ver su bandcamp pude ver que es un nuevo proyecto de Henrique Laurindo, vocalista y guitarra en The Tamborines junto a su mujer, y que desde que se instaló en Londres anda metido en varios berenjenales: ahora Buffalo Postcard.

Morning Chimes, el tema que abre el EP y le da nombre es un pepinazo increíble. Una perla guitarrera digna de los mejores Dinosaur Jr. sin tirar de tanta suciedad. Such a drag, el otro corte propio es un tema de precioso indie-pop, con guitarras jangle y un buen solo afilado de guitarra, muy en la línea de lo que hacía en The Tamborines. Un tema precioso.

Y la sorpresa final, en forma de versión, es Stephanie says, el tema que compuso Lou Reed para The Velvet Underground y donde de nuevo nos deja un corte de indie-pop precioso y relajado.

Son solo tres cortes, pero Buffalo Postcard aciertan en las tres y eso siempre se agradece.

miércoles, 13 de febrero de 2019

Sharon Van Etten

Alguno pensará que es raro que no le haya dedicado un post del blog al que, de momento, junto a Business of dreams, es el mejor álbum de lo que se lleva de 2019 (que no es ni un mes y medio) que es el Remind me tomorrow de Sharon Van Etten.
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Es cierto que a mitad de enero ya hablé de Seventeen el segundo sencillo que se adelantó de este disco y que me parece el mejor tema del trabajo. Aquí aparece una Van Etten de lo más épica en un tema que recuerda a The National y a Bruce Springsteen a partes iguales, pero su voz desgarrada al final le da su toque mágico. Quizás sea el corte que más recuerde a su disco anterior (si obviamos el anterior EP, que también me encantó) que salió hace ya 5 años que se dice pronto. En esta línea destaca también I told you everything que es la canción que abre el álbum y que te deja ya boquiabierto.

Este Remind me tomorrow tiene algo especial, y es que es algo más introspectivo y ella ha apostado más por jugar con teclados y sintetizadores, lo que le da a su música una pátina actual y muy interesante (pega mucho con voz). El mejor ejemplo es Jupiter 4 donde directamente le dedica la canción a este modelo de sinte. Hay otros cortes que también siguen esta línea como Comeback kid que son bastante interesantes.

Incluso cuando se pone más pop, le salen las cosas bien a Sharon Van Etten y el mejor ejemplo es You shadow con esos teclados de aires sixties a lo Procol Harum. Una canción genial.

Creo que estamos ante un discazo atemporal de la de New Jersey, de esos que dentro de 5 o 6 años seguiremos escuchando de cuando en cuando.

martes, 5 de febrero de 2019

Toy

Recuerdo bastante bien la aparición de Toy hace ya unos cuantos años (lo he mirado y su primer elepé es de 2012 nada menos) venía avalada por la crítica inglesa como una de esas bandas que debes escuchar sí o sí. Además, había estado girando con The Horrors que entonces estaban en todo lo suyo.

Para Toy y, en general para todas las bandas que se hacen grandes así, el hype les termina pasando factura. No hicieron un mal primer disco, y luego siempre han hecho buenas canciones pero sin llegar al nivel del primer trabajo y, al menos en mi caso, eso hace que les deje de prestar atención poco a poco viendo que les ascendieron a primera en los despachos pero que luego no pueden mantener la categoría.

Y, de repente, en 2019 sacan un disco que me resulta muy interesante. Los de Brighton han publicado Happy in the hollow. Quizás el disco menos Toy de los que ha hecho nunca Toy. Vale mantienen ese aire oscuro que bebe del post-punk (esa Energy, bien podría haber estado en un disco de Adam & The Ants) pero han ido deshaciéndose del shoegaze sucio (no abandonan esos paisajes sonoros como en la preciosa You make me forget myself) y centrándose una delicada psicodelia y en detalles pop, como cuando en esa genial Mistake a stranger introducen un solo de guitarra española o como en Mechanism, donde meten esos teclados que suenan tan MGMT. Y les sienta bien.

Siguen tirando de canciones larguísimas, casi todas por encima de los 4 minutos y algunas por encima de 5 (incluso de 7 minutos), pero es un trabajo que entra sin problemas. Mi enhorabuena para Toy que han sabido reinventarse para sacar este álbum tan interesante.

lunes, 4 de febrero de 2019

Business of Dreams

Quizás este Ripe for Anarchy de Business of Dreams se convierta en uno de mis discos favoritos de 2019. Tiene pinta, porque tiene absolutamente lo que me gusta. Y, la verdad, aunque lo llevo escuchando desde la semana pasada (se publicó el viernes) quería esperar un poco para hacer una valoración.

Es cierto que este proyecto de Corey Cunningham era el que menos controlaba yo, ya que con Magic Bullets, Smokescreens o Terry Malts lo tenía todo escuchado (y me encantan esas bandas), pero a Business of Dreams parece que le va a dar más cuerda. Al principio sacó, hará un par de años, un primer LP casi como un proyecto paralelo en su habitación jugando con el synth-pop y algo más oscurillo. Parecía una diversión más. Pero motivos familiares le llevaron a volver de San Francisco a Tennessee (de donde es) y allí se ha centrado en agrandar este proyecto, dejando atrás los anteriores grupos.

Así surge Ripe for Anarchy y le ha salido un discazo tremendo. De entrada comentar que es un disco 100% indie-pop. Que las melodías y las guitarras se imponen y que salen auténticos himnos de este trabajo. La influencia más inmediata que nos viene a la cabeza es The Field Mice y eso se aprecia muy bien en temas como My old town, Ripe for anarchy o La La La La con esa apariencia de indie-pop lo-fi. Aunque en realidad es una influencia que está encima de todo el disco como un filtro que afecta a todos los temas.

Pero el caso es que estos juegos con teclados y sintetizadores le aporta muchos matices al trabajo y, en canciones más pop, crean una atmósfera perfecta, desde temas que recuerdan a los Jesus del Darklands, como en Chasing that feeling que abre de forma magistral el disco, a otros cortes que nos traen a la mente a grupos como The Go-Betweens y así aparecen N.R.E.A.M. que es de lo mejorcito del disco o la tremenda I feel dread que nos recuerda a esos riff de jangle-pop de The Byrds. Incluso, Keep the blues away, el primer single que adelantó y que es el más recuerda a su anterior trabajo, nos trae un poco a la mente a esos Motorama jugando al indie-pop desde postulados post-punk.

En definitva, si lo de Smokescreens fue de lo mejor del año pasado, tiene pinta que lo de Business of Dreams será de lo mejor de este año.