He visto en directo dos veces a Mikal Cronin, pero siempre como acompañante de lujo de su amigo Ty Segall, y es que ellos son dos de los grandes nombres que han salido a la palestra en el último lustro dentro de la escena garage americana. Me da mucha rabia no haber podido ver a Mikal girando con sus propios discos, y es que tanto el anterior MCII como este MCIII (no se esmera mucho con los nombres) me han parecido soberbios. Y eso que es una escena bastante poblada y trillada, pero dentro de este mundillo las brillantes melodías pop y las dulces guitarras de Mikal Cronin terminan por hacerle destacar en un ambiente de afilados guitarrazos. En este MCIII parece que incluso se ha serenado y relajado y en las canciones aparecen otros instrumentos que cogen protagonismo para convivir con sus guitarras y su voz. Los segmentos de cuerdas que aparecen en este álbum son una delicia y quedan realmente bien (algo que yo, al menos, no esperaba en un disco de garage). En la primera mitad del disco está de lo más inspirado y su rock con aires a power-pop, con influencia de bandas como The Posies por ejemplo, se muestra en todo su esplendor en las dos primeras canciones, las geniales: Turn Around y Made my mind up. En la segunda mitad del disco -donde comienza a enumerar las canciones como si se tratase de un listado- está algo más ecléctico, i) alone, por ejemplo, es un tema tremendo que comienza como una balada tranquila y acaba con una buena tormenta de guitarras -que recuerdan a su anterior disco-, de cuerdas y de vientos en un final épico y apoteósico. En ii) Gold o iv) Ready vuelve a las guitarras potentes que le han caracterizado siempre, eso sí, sin olvidar los buenos estribillos pop recordando a ratos a grupos como Redd Kross. Em el último tramo del disco recupera esos temas power pop que tan bien se le dan sobre todo en la sobresaliente iii) Control que tal vez sea el tema que más me ha gustado de todo el disco y donde se acerca al indie pop de The New Mendicants. Yo creo que este muchacho se ha vuelto a sacar un señor discazo de debajo de la manga. Muy destacable y con pegada, cosas que todos los músicos garageros quisieran, pero a la vez sin descuidar las melodías y los arreglos -cuerdas y vientos-, un trabajo completísimo. Algún día, si vuelve por España tendré la oportunidad de ir a verle en directo, que la última vez que pasó fue por Madrid y no pude subir a verle. El disco lo tenéis en exystence para que los disfrutéis.
Hoy traigo una buenísima noticia y, para mí, sorpresa ya que no sabía que el trío de twee punk británico Milky Wimpshake sacaban nuevo disco, y la semana pasada me hice con él y desde entonces ya le he dado unas cuantas vueltas. La banda de Newcastle Upon Tyne lleva en marcha sin descanso desde 1993 y desde entonces -ya van más de 20 años- ha sacado sólo 5 discos. Bueno 6 si contamos este Encore, Un effort! que acaban de publicar. La banda de Pete Dale siempre se ha caracterizado por un twee de aceleradas melodías y guitarras claras, bastante cercano a la escena cuddlecore americana de los 90 donde bandas como Bunnygrunt o Heavenly triunfaban. También, como no, existe un cierto paralelismo estilístico con algunos grupos C86 y DIY británicos y la sombra de Shop Assistants o Close Lobsters siempre está presente. Yo reconozco que los he conocido tarde, de hecho los conocí con su anterior disco en 2013, aunque desde entonces he revisitado varias veces su discografía. Y desde luego algo tienen de especial dentro de este mundillo y es que no son el típico grupo de twee pop de letras amables y que hablan de amor, para Milky Wimpshake las letras políticas y las protestas ciudadanas tienen mucho peso en su cancionero, algo que también aparece en este álbum. El disco se abre de forma genial con esa You don't look twice y Ping Pong Lovers que es toda una declaración de intenciones, el twee punk se impone en unas melodías geniales que recuerdan a bandas como Allo Darlin' o Eux Autres. Esta vertiente de pop en mayúsculas aparece durante todo el disco en temas como Loose Lips Schtick o Parachute Drop que son grandes canciones de guitarras cristalinas y baterías ramonianas. Un aspecto nuevo y que otorga a este disco un sonido diferente es la duplicidad de voces con el fichaje de la voz femenina de Sophie Evans que crea esos juegos de voces chico-chica tan sugerentes y que enriquecen tanto algunas canciones, como por ejemplo en La Revolution Politique el tema que adelantaron y que cantan en francés. Pero en el disco también queda lugar para otros temas más crudos y cercanos al punk como es el caso de Coming soon y la final In Spite of these times donde las sucias guitarras C86 del principio recuerdan una barbaridad a The Wedding Present u otras bandas contemporáneas como Martha o The Spook School. Los problemas sociales y políticos también tienen su hueco en el disco, sobre todo a raíz de problemas de género y sexualidad como en la maravillosa My girl in brackets, Hetrosexuality is a construct o en Sexual Deviant. Mucha tela que cortar con este gran disco, buenas guitarras, canciones aceleradas y melodías de adorable twee pop. Una delicia para el buen tiempo que empieza a llegar. El disco está en exystence por si lo queréis escuchar.
Hoy vamos a hacer un poco de justicia desde el blog, sí, vamos a comentar algo de uno de esos grupos enormes y geniales que salieron en la Escocia de los 80 y que el tiempo ha dejado semi-escondidos y que, por supuesto, el gran público desconoce. El icónico sello independiente Creation Records que fundó Alan McGee es todo un referente en lo que respecta a las bandas de indie-pop británicas desde la década de los 80 en adelante ... y por allí pasaron desde The Pastels o Primal Scream, hasta bandas como Ride, Slowdive u ... Oasis. Lo que no tanta gente sabe es que The Jasmine Minks, la banda que hoy nos ocupa, fue uno de sus primeros fichajes. La verdad es que lo que me lleva a escribir este post es el bandcamp que han inaugurado hace poco y sobre el que están volcando todo su trabajo -van poco a poco, eso sí-, aunque también es cierto que desde que se volvieron a reunir en 2010 su actividad no se ha detenido. En 1984 The Jasmine Minks triunfaron gracias a un pepinazo de pop como era Think, fue su primer single, y que estaba a la altura de bandas como Orange Juice o Buzzcocks, y que es clara influencia para grupos como Television Personalities o Shop Assistants.
A partir de entonces tuvieron una trayectoria bastante regular, sacando discos hasta 1989 cuando viene su primer parón musical que no se reanudaría hasta 2001 y 2002. Después otro parón hasta 2010 que volvieron para hacer algunos bolos como el de Indietracks y posteriormente sacar un tema nuevo dedicado a su colega fallecido Mark SCARS You broke more than just your mother's heart. Y como colofón un recopilatorio enorme en 2014 titulado Cut me deep: The Anthology 1984-2014 cuando se cumplían 30 años de la creación de la banda. En el bandcamp han subido varios discos, desde el psicodélico y noise popartglory de 2001, hasta el genial EP Poppy White de 2010 (en realidad son temas que tenían grabados desde 1992, si no he leído mal por ahí) que contiene 4 joyas de indie-pop que a cualquier fan de The June Brides, The Bats, One thoosand violins o Teenage fanclub le van a entusiasmar. Ojalá en breve puedan subir los temas antiguos que grabaron con Creation Records, que son lo mejor de su carrera, amén de este Poppy White.
Yo llevaba esperándolo como agua de Mayo, y por fin la semana pasada dí con él y lo pude escuchar de cabo a rabo. Y, desde entonces, lleva sonando sin parar en mi ordenador (de momento sólo en streaming porque no he encontrado enlace para escucharlo tranquilamente en casa). Sea of Murmur es el segundo LP de los brasileños The Tamborines y un buen cambio de aires con respecto a su predecesor Camera & Tremor. En su primer largo esta pareja brasileña afincada en Londres nos dejaba un discazo de noise-pop y shoegaze donde los reverb y las guitarras afiladas te atrapaban de principio a fin. En este segundo álbum la cosa se relaja se decantan más por el indie-pop y nos dejan una colección de canciones pop brillantes, con amables guitarras cristalinas y preciosas melodías cantadas con una enorme melancolía. ¿Y ese cambio? Os preguntaréis algunos ... pues bien Henrique Laurindo y Lulu Grave, que son el dúo que forman esta banda, siguen siendo pareja musical pero han dejado de ser pareja sentimental, y eso creo que ha pesado mucho en estas canciones. Desde la melancolía maravillosa de The most important thing, el precioso tema que cierra el disco, hasta canciones de soft pop como Another day o Indian Hill este disco contiene algunas joyas de pop atemporal absolutamente geniales -a mí, Another day, por ejemplo, me parece una maravilla. En este sentido tal vez, discos como los de Withered Hand os vengan a la cabeza. Luego hay otros temas más cañeros donde se han acercado mucho a discos de Teenage fanclub o los primeros My Bloody Valentine, por ejemplo Black & Blue -que han vuelto a grabar- bien podría ser un tema de mbv, o canciones como One afternoon o Slowdown bien podrían estar en cualquier disco de la banda de Norman Blake. Pero no todo son ellos y el final de su relación, en este disco el cine también tiene un peso muy destacado: por ejemplo en Fellini's Thorn, una de buen power pop y de las que más me ha gustado, o en Ghost at the Lighthouse inspirada en una película dadaísta de 1928, hasta llegar a Dreaming Girl basada en Metrópolis de Fritz Lang y tal vez la única que nos recuerda a su primer disco, donde las capas shoegazers, las guitarras fuzz y la oscura voz que recuerda a Joy Division, nos atrapan de principio a fin en un tema genial. Para mí será uno de los discos más destacados de este primera mitad del año, un pequeña maravilla de pop muy a tener en cuenta.
This is The Sonics es el primer disco de The Sonics desde 1967, que se dice pronto, y en él vuelven a reunir a los miembros originales de la banda garage más un par de fichajes como Freddie Dennis de The Kingsmen y Dusty Watson de Dick Dale. La mítica banda de Tacoma (junto a Seattle) ha vuelto y además lo ha hecho a lo grande. Mucho me costaría poder citar ciertas influencias de garage rock sin citarles a ellos mismos que son una de las bandas pioneras de este estilo, así que creo que lo mejor que puedo decir de este disco es que suena a ellos mismos, y eso ya es una maravilla. El sonido de trepidante rock and roll no da respiro durante todo el LP y te pone a mover los pies desde el principio con esa genial versión de I don't need no doctor (Ray Charles) y la fenomenal Bad Betty que fue el primer sencillo que adelantaron y que ejemplifica claramente que el rock and roll no ha muerto y que se pueden seguir haciendo grandes temas. Hay alguna versión más dentro del álbum como You Can't judge a book (by the cover) de Bo Diddley que también versionaron hace poquito The Strypes. Pero también hay otros pepinazos de rock and roll como la genial Sugaree, temas más cercanos al blues como Look at little sister o la más oscura Livin' in Chaos que les acerca a The Fuzztones. En definitiva, una sorpresa para 2015 que The Sonics sigan en tan buena forma y que este disco sea una continuación de lo más natural a aquel Boom de 1966, quién lo iba a decir 38 años después. Seguro que en directo suena genial, y aunque han anunciado gira, parece que no saltarán el charco. En Newalbumreleases está el disco por si lo queréis catar.
Hago un alto en estas vacaciones de Semana Santa y Fiestas de Primavera, para traer el single de lanzamiento del futuro disco de The French Pop Dream. Esta banda es el nuevo proyecto de Duncan Steer (Pastel Collision/Kaleida) junto a la cantante francesa Anne Brugiere y con la colaboración del acordeón de Myriam Gasser. Una banda de soft-pop que hace una música de guitarras jangle y bellas melodías pop que se inspiran en las bandas 60's francesas. Este nuevo single se llama Now would be a good time y, según ellos mismos, habla de despertarse temprano y volver tarde a casa, de la lejanía y de echar de menos las cosas más habituales. En esta ocasión cuentan con la ayuda de Daniel Said a la batería y Michael Wood a la guitarra. Para verano estrenan disco así que tendremos que estar muy muy atentos.
Lo reconozco, he tardado casi un mes en darme cuenta que el Carrie & Lowell de Sufjan Stevens es una auténtica maravilla de disco, uno de los mejores del año casi seguro. Muy difícil de superar en lo que queda de año, que es mucho. Algo parecido me ocurrió el año pasado con el Morning Phase de Beck, la verdad, y en muchas cosas este disco me ha recordado a áquel, sobre todo en una producción muy sencilla y un toque íntimo y sincero que creo aparece en los dos álbumes.
Tampoco es que haya sido yo seguidor acérrimo de Sufjan Stevens, y es que el de Detroit, ha hecho discos que para mí no son nada atrayentes ... igual le da al folk que lo mismo se pasa a la electrónica. En esta ocasión el indie-folk del que hace gala, y la cierta oscuridad en algunos tramos me han atrapado por completo. Carrie & Lowell es el nombre de su madre y su padrastro, a quienes dedica el disco. Según él mismo, aquí se habla de la vida, la muerte, la soledad y el amor ... y la verdad es que consigue crear un ambiente relajado donde poco a poco va desnudando su alma. Una auténtica delicia. Desde el inicio con esa maravillosa Death with dignity, nos deja boquiabiertos y completamente prendados. A mí me costó algo pasar por el aro, como decía al principio, porque el disco de entrada me gustó, pero no me enganchó. Sin embargo cuanto más lo he ido escuchando y conociendo, mejor he ido reconociendo el enorme talento de estas canciones. Aunque es un disco muy coherente de principio a fin, y bastante uniforme también hay que decirlo, hay un par de canciones que destacan. Para mí la mejor del disco es Should have known better, una preciosa canción pop donde con apenas unos teclados al final del tema consigue tocarnos la fibra. Y es que es un disco de producción muy sencilla, apenas una guitarra y algunos teclados. Otro tema destacado es No shade in the shadow of the cross, el primer single que han adelantado de este disco. Pero hay otras canciones, para sobresalientes, que relucen en este gran disco, y así están Eugene con un toque más pop, o las oscuras y enigmáticas John my beloved o All of me wants all of you. Un disco genial de principio a fin, para escuchar tranquilamente y darle muchas vueltas en casa. Una maravilla que tenéis en exystence por si lo queréis escuchar entero, y es que en el bandcamp, faltan un par de canciones.
