Recuerdo bastante bien la aparición de Toy hace ya unos cuantos años (lo he mirado y su primer elepé es de 2012 nada menos) venía avalada por la crítica inglesa como una de esas bandas que debes escuchar sí o sí. Además, había estado girando con The Horrors que entonces estaban en todo lo suyo.
Para Toy y, en general para todas las bandas que se hacen grandes así, el hype les termina pasando factura. No hicieron un mal primer disco, y luego siempre han hecho buenas canciones pero sin llegar al nivel del primer trabajo y, al menos en mi caso, eso hace que les deje de prestar atención poco a poco viendo que les ascendieron a primera en los despachos pero que luego no pueden mantener la categoría.
Y, de repente, en 2019 sacan un disco que me resulta muy interesante. Los de Brighton han publicado Happy in the hollow. Quizás el disco menos Toy de los que ha hecho nunca Toy. Vale mantienen ese aire oscuro que bebe del post-punk (esa Energy, bien podría haber estado en un disco de Adam & The Ants) pero han ido deshaciéndose del shoegaze sucio (no abandonan esos paisajes sonoros como en la preciosa You make me forget myself) y centrándose una delicada psicodelia y en detalles pop, como cuando en esa genial Mistake a stranger introducen un solo de guitarra española o como en Mechanism, donde meten esos teclados que suenan tan MGMT. Y les sienta bien.
Siguen tirando de canciones larguísimas, casi todas por encima de los 4 minutos y algunas por encima de 5 (incluso de 7 minutos), pero es un trabajo que entra sin problemas. Mi enhorabuena para Toy que han sabido reinventarse para sacar este álbum tan interesante.
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