jueves, 23 de octubre de 2025

Las Petunias

Podría intentar engañar a alguien, pero a estas alturas es innegable que soy fan absoluto de Las Petunias. Creo que he estado en todos los conciertos que han hecho en Murcia y siempre han estado genial. A veces, el resto del público me mira raro porque generacionalmente soy consciente de que no pego ni con cola en las primeras filas. Pero mira, así es la vida. El punk-pop que hacen lo llevo escuchando toda la vida: Juniper Moon, Axolotes Mexicanos, etc.

Después de Creo que soy de Porcelana, su primer disco, sacaron hace unos meses el maravilloso single de Poeta en Nueva York (con ese diseño cuadrado tan chulo), un tema compartido con Amor Líquido y ahora nos empiezan ya a dejar pinceladas de su futuro disco con Sonido Muchacho. Ojalá les salga bien el salto porque son muy buenas y se lo merecen.

Historias de mi madre es un corte mucho más inaccesible para lo que estamos acostumbrados de ellas. Pero es genial. Tiene unas guitarras pesadas y oscuras que me encantan, al más puro estilo Las Robertas o seablite que siempre se mueven entre el punk, el pop y la suciedad shoegazer de grupos como Slowdive o My Bloody Valentine. Es verdad que aquí destaca ese estribillo más brillante pero los coros, las guitarras y los teclados tienen ese punto fantasmagórico y oscuro que me flipa tanto de grupos como Triángulo de Amor Bizarro, que tal vez sea lo que más se os venga a la cabeza cuando escuchéis esta canción.

Muchas ganas de tener otro disco de Las Petunias en casa.

miércoles, 22 de octubre de 2025

Molly Nilsson

Ya sabía yo que me tocaban un par de semanas horribles. Y, tal cual, peor incluso de lo que pensaba puesto que estoy sustituyendo a un compañero por enfermedad y asumiendo gratuitamente su docencia. Así que, entre sus clases y las mías, apenas tengo tiempo para sentarme y descansar. Mucho menos para escuchar algún disco y, aún menos, para escribir en el blog. Ayer y hoy solo lo nuevo de Pop Filter y poca cosa más.

Eso sí, hoy que tengo una horilla antes de entrar en clase, vengo con el Amateur de Molly Nilsson

Yo sabía que sacaba disco nuevo, pero ni me había enterado que había salido ya. Hasta que el viernes pasado en el concierto de Carolina Durante mi amigo Fonsi me recordó que este disco había salido y que lo tenía que escuchar. Menudo acierto.

Siempre me ha gustado el synth-pop de Molly Nilsson. Bueno, a ver, que yo no soy especialmente de synth-pop y soy más de guitarras. Pero, es cierto, que el rollo synth-pop oscurete y con letras muy curradas hace que el sonido de Molly Nilsson siempre me haya agradado.

De hecho, ahí encontramos esas maravillosas Valhalla, Swedish Nightmare o, el single que adelantó, How much is the world. Desde luego, la huella de bandas como OMD o New Order aparece sobrevolando su sonido, pero como ella misma comenta en su bandcamp, Amateur, es un disco (su 12 álbum que se dice pronto) que habla de amor, y de nuestra falta de experiencia. Es un disco de alegría para perdedores. Para vivir la vida con curiosidad y fuerza aunque el sistema neoliberal nos exprima (me remito aquí a mi primer párrafo) y no encontremos huecos para vivir y hacer las cosas que nos gustan.

All the way es un manifiesto para seguir viviendo la vida plenamente o The Bitter End con la que cierra el álbum es una oda a la amistad y a no perder el contacto con los amigos.

Desde luego que no me puedo ver más reflejado en este disco de Molly Nilsson. Por poner en canciones lo que muchos pensamos.

miércoles, 15 de octubre de 2025

Massage

Entramos de lleno en época de acumulación de discos interesantes, y es que es justo el momento de lanzar las novedades de cara a la campaña de navidad, donde se sigue regalando mucha música. Así que, más o menos entre octubre y noviembre, suelen salir la mayoría de discos del año.

Eso se nota ya y a buen seguro que habrá un buen montón de discos que se me pasarán y que no me dará tiempo a comentar por el blog, pero bueno, c'est la vie.

Eso sí, no se me va a pasar comentar este maravilloso Coaster de Massage. La banda de Los Ángeles me llegó porque en ella forma parte el bajista de The Pains of Being Pure At Heart (el año pasado creo que giró con toda la formación original cuando vinieron por aquí) y claro, viendo el sonido más de rock-folk americano de Kip Berman con The Natvral, pues Massage es el grupo que más se mantiene fiel al sonido de los Pains.

En Still Life, su maravilloso disco de 2021, ya lo podíamos escuchar, pero en este Coaster todavía son más evidentes sus influencias indie-pop, dream-pop, guitarras jangle y un sonido oscuro ochentero que ellos denominan fog-pop y que les acerca a grupos como Echo & The Bunnymen o The Cure. Ahí encontramos esa inicial No North Star, pero también las maravillosas guitarras de We're Existential, When You Go o Hang on That Feeling. Todas estas guitarras jangle con influencias post-punk me han recordado al último trabajo de The Laughing Chimes, que era bastante más oscuro.

En este sonido más sombrío encaja también el single que adelantaron Duffy Duck, pero aquí se acercan más al sonido pop de New Order.

Eso sí, este Coaster es una buena sucesión de canciones pop sobresalientes sin necesidad de ponerse etiquetas. Así encontramos las guitarras luminosas y desenfadas de Psychic con sus teclados psicodélicos que los unen a bandas como Big Star o el brit-pop noventero de Fading Out que enlaza con el Madchester sound de bandas como Stone Roses u Oasis.

También hay hueco para el indie-pop más amable en cortes como Without your Love, Parrots of Rome o, la final y tranquila, After all donde las influencias escocesas de grupos como Belle & Sebastian aparecen de manera natural.

La verdad es que creo que la banda de Andrew Romano y Alex Naidus han hecho uno de los mejores discos del año. Indie-pop sobresaliente, con muchas influencias y sin complejos. Una maravilla lo de Massage.

martes, 14 de octubre de 2025

The Telephone Numbers

Vienen unas semanas un poco locura ya completamente metidos en el curso y sin tregua en el vicedecanato. El otro día la segunda boda de la temporada, un par de presentaciones de libros, hacerme cargo de la sala de exposiciones del Real Murcia el último partido, este sábado pasado el Antioxidante (cómo lo disfruté), esta semana viaje a Estrasburgo por una reunión, el viernes llegar y al concierto de Carolina Durante (que igual llego tarde, o ni llego, que el año pasado ya me perdí el primer día del Visor por los retrasos de los vuelos). En fin, velocidad de crucero y yo con el piloto automático.

Y, entre tanto, cuando puedo, pues me escucho algunas de las novedades. Aunque tengo la sensación de que me estoy dejando sin escuchar un montón de discos que seguramente me gustarían. Ni tiempo he tenido para escuchar el disco de La Paloma y poder discutir sobre el tema de moda. Ni eso. Que también os digo que me da exactamente igual.

De momento, el pasado viernes, han salido dos discos que me han encantado: The Telephone Numbers y Massage. Tampoco os descubro nada, porque en su momento sus discos anteriores fueron para mí lo mejor de sus respectivos años. Especialmente el de The Telephone Numbers, Weird Sisters en 2023 que era una maravilla.

Y así sigue la banda de San Francisco en su nuevo disco, Scarecrow II, haciendo un indie-pop soleado y con guitarras jangle al más puro estilo The Byrds. Eso ya se ve desde el inicio con, la bonita, Good Bye Rock and Roll o, la más lenta, Falling Dream, donde suenan más que nunca al sad-pop de The Reds, Pinks and Purples, uno de los grupos con los que comparten miembros

Eso sí, en este disco escuchamos otros registros que le dan profundidad a su sonido. Y es que en cortes como Be Right Down o Pulling Punchlines pisan el acelerador y se acercan más al pop ochentero de bandas como REM. Son dos canciones absolutamente sobresalientes, la primera con su estribillo pop es más vibrante y me recuerda un poco más a las guitarras jangle de The Umbrellas (el otro grupo con el que comparten miembros) o a Chime School, eso sí, incluyen un violín precioso que es algo que ya hacían en el anterior disco y que es sello personal del grupo.

Por otro lado, la segunda tiene un teclado a lo Procol Harum increíble que la lleva en volandas durante más de 4 minutos y acaba coronándose todo con unas trompetas, unos coros y un solo de guitarra que es una delicia. Una canción maravillosa.

Algo parecido hacen en The Telephone Numbers Theme donde la voz femenina toma el mando y la canción va a toda velocidad moviéndose entre el pop noventero y la psicodelia de los años 70.

En realidad, por estas canciones ya merece la pena el disco de The Telephone Numbers, pero no se queda ahí la cosa. En este trabajo también se meten en terrenos pantanosos, como la letra de This Job is killing me o, la dreamy, Hemlock donde vuelven al sad-pop y les queda genial. Incluso, en las más jangle, Battle of Blythe Road o Scarecrow, huyen del pop soleado.

En definitiva, creo que este Scarecrow II va a ser uno de los discos que más escuche en las próximas semanas porque es buenísimo.

martes, 7 de octubre de 2025

The Cords

El año pasado fue uno de los conciertos que más me apetecían del Madrid Popfest pero, como al final no pude ir, pues me quedé sin ver a The Cords. Las hermanas Eva y Grace Tedeschi forman este dúo de indie-pop desde Inverkip, un pueblecito costero cerca de Glasgow.

Y bien que recogen las influencias del pop escocés de los 80. De hecho, Fabulist, la canción con la que abren este álbum homónimo, tiene unas guitarras puras de C86 al más puro estilo The Shop Assistants y ecos de The Pastels, como pasa también en cortes como Bo's New Haircut o I'm not sad.

Es más, las guitarras rápidas y las melodías pop son el sello propio de The Cords. Cuando se ponen punks aciertan de pleno. Ahí encontramos Done with you, October o You donde se ponen en modo cuddlecore noventero y tiran de influencias de grupos como Heavenly, Talulah Gosh o Tiger Trap

Eso sí, The Cords, tienen un sonido de lo más actual. Ahí hay canciones como Vera, When you say goodbye o Weird Feeling donde se acercan más a grupos como The Umbrellas o, las geniales, Just don't know (how to be you), Rather not stay y Yes, It's True donde tiran un poco más de dream-pop y recuerdan a bandas como seablite.

La mayoría de canciones duran alrededor de 2 minutos, algunas incluso menos. Así que, a pesar de ser 13 cortes, el disco se te pasa volando. Las melodías, pop, las guitarras, punks. Desde luego The Cords son dignas herederas del indie-pop de los 90 y se han marcado un disco absolutamente sobresaliente y actual. Un debut soñado.

viernes, 26 de septiembre de 2025

Rata Negra

Reconozco que, cuando me enteré a finales del curso pasado que habría nueva música de Rata Negra, me alegré muchísimo. Siempre ha sido un grupo que me ha encantado y su sonido punk y oscuro siempre me ha flipado.

Hawai es el título del nuevo álbum (llevaban años sin sacar nada) y sale con Sonido Muchacho. Ahí es nada. Su fuerza y sus guitarras siguen intactas. De hecho, Pesadilla y Antonio, las dos canciones que abren el álbum son buen ejemplo. Pesadilla (o Puro Veneno o Reza, también) tienen ese punto más ochentero y post-punk a lo Parálisis Permanente, mientras que Antonio incluye esas guitarras goth-surf tan características de la banda madrileña.

Hay canciones de punk oscuro más inaccesibles, como Ojos Verdes, Mi opinión o, la final, Peligro que son densas pero que a mí me encantan también. La última incluso me recuerda un poco a cortes de Los Punsetes cuando sacan su humor más negro.

Como pasaba con cortes antiguos, como El escarmiento, también tienen sus temas donde tiran un poquito más de sonidos punk-pop y los estribillos son más claros y melódicos. Esto sucede sobre todo en la segunda mitad del disco donde nos dejan canciones geniales como el primer single, Hawai, que quizás sea lo mejor de este álbum gracias a un riff inicial tremendo y unas estrofas y estribillo que se te meten en la cabeza y ya no se van. Eso sí, también ocurre igual en canciones geniales como Si no eres o Sobrepensando.

La verdad es que Rata Negra nos han dejado una vuelta absolutamente sobresaliente. Hace poco vi que tocaban en Murcia en los próximos meses y ya me he pillado la entrada por las ganazas que tengo de verles de nuevo.

miércoles, 24 de septiembre de 2025

Tony Molina

Es innegable que soy un fan absoluto de la música de Tony Molina. Para qué negarlo. Su jangle-pop con tintes setenteros, al más puro estilo The Byrds, es una maravilla increíble. Además, lo concentra todo en canciones de apenas un minuto, algo extraño entre los músicos que se decantan por este sonido y una fórmula que probablemente no le hará entrar en el circuito comercial normal porque no se adapta a las radios normales, los podcasts, los vídeo-clips en youtube o el formato de concierto para estadios o grandes festivales.

Todo en Tony Molina tira hacia otro lado. Su lado. Más íntimo, más reducido, más corto y de mucha mayor calidad. Artesanía de alto nivel, nada de productos industriales para el gran público, las radio-fórmulas y los festivales de outfits de influencers. 

Slumberland Records nos anuncia para noviembre su nuevo álbum, On this day. Un pequeño paso adelante para Tony Molina porque se trata de un disco con 21 canciones. Sí, muchas de ellas apenas llegan al minuto así que no será un largo y aburrido disco conceptual. En realidad, en parte ha ido recopilando algunas grabaciones antiguas, cortes que iba tocando en sesiones de grabación y que se ahora ha querido sacar a la luz para que no se pierdan. Menos mal.

Nos encontramos, de momento, con tres cortes de adelanto. Lo más destacado el precioso jangle-pop de FC'23, una de sus habituales joyas, y también de Violets of Dawn, una canción de dos minutos y medio que supone una apuesta más ambiciosa, con un riff inicial que me ha recordado a grupos recientes como Sharp Pins o Mythical Motors y que nos deja también unas guitarras más cercanas a grupos como Belle & Sebastian o US Highball.

Además, encontramos la bonita Faded Holiday con ese aire tan The Beatles, sus guitarras jangle, su piano y sus vientos al final.

Estoy deseando ya tener el disco en mis manos y poder escuchar sus 21 cortes porque, estoy seguro, que va a ser otra inolvidable colección de canciones pop.