miércoles, 6 de mayo de 2015

Blur

BlurMadre mía menudas dos semanas llevo escuchando los nuevos discos de bandas ya con mucha experiencia ... Blur, Wire, Built to spill ... y la verdad es que me han gustado todos!! Y eso es bastante raro porque no suelo ser nada amigo de las vueltas, revueltas y vueltas por enésima vez que hacen algunas bandas.

El disco que comento hoy es The Magic Whip de Blur. Tal vez, los que me conozcáis, ya sabréis que soy, he sido, y probablemente siempre sea, un gran seguidor de la banda de Londres. Lo soy desde los 90 con la explosión del ¿Brit-pop?, pero la verdad es que Blur son el grupo más ecléctico y difícil de etiquetar de todas las buenas bandas que surgieron entonces. Eso les ha hecho especiales siempre, el grupo más flexible y talentoso, capaz de meterse en diferentes charcos y salir airosos. Sinceramente, no creo que ninguno de sus compañeros de generación puedan decir lo mismo, Oasis estuvo haciendo el mismo disco 15 años seguidos, y lo que hacen ahora por separado sigue en la misma línea.

Los de Damon Albarn y Graham Coxon, hace 12 años que se separaron, y este es el primer trabajo desde entonces. No creo que hayan vuelto por la pasta, porque no les debe faltar (Gorillaz debió vender con un álbum más discos que Blur en una década). Desde hace un par de años con motivo de los JJOO de Londres volvieron a tocar juntos y supongo que las sensaciones han hecho que se atrevan a otro nuevos disco, porque si buscasen dinero seguirían girando con sus hits de siempre y forrándose tranquilamente.

Magic Whip es un disco ecléctico y bastante complejo, de hecho no entra a la primera ya os aviso, pero el tema es que cuanto más lo oyes más va creciendo, hasta darte cuenta de que se trata de un disco sobresaliente.

En ocasiones es un álbum algo más oscuro de lo que Blur nos tiene acostumbrados, aunque les sobra calidad para sacarse de la manga tres hits de indie-pop y dejar a todo el mundo con buen sabor de boca.

Como decía es un disco bastante ecléctico, de hecho parece que cada canción no tiene nada que ver con la que le precede, no existe un gran homogeneidad en todo el álbum. Comienza de forma genial con ese hit de indie-rock marca de la casa que es Lonesome Street, pero pronto cambia de tercio para presentar un tema más lento y oscuro como New World Towers.

Si hablamos de los temas más característicos de Blur, no es que abunden en el disco pero los pocos que hay son maravillosos y recuerdan mucho a los discos Blur o Parklife, además de esa Lonesome Street ahí aparecen I broadcast o la genial Ong Ong que yo creo que es el tema de más pegada del disco y uno de los que más me han gustado.

Si hablamos de los temas más oscuros y complejos, hay varias canciones que sobresalen como Too many of us, que ya fue uno de los adelantos del disco, y que es una auténtica maravilla de sonido limpio y minimalista, con una voz con eco y misteriosa de Albarn. Pero además también destaca al inicio del disco Go out ese hit rompedor, oscuro y raro, que lo mismo empieza a sonar ya en todas las discotecas del Reino Unido. Y temas más relajados como Ghost Ship con cierto toque soul que recuerda a las canciones de Everyday Robots, el último disco en solitario de Damon Albarn.

Hay un par de canciones, Ice Cream Man o Thought I was a space man, que aparecen en el tramo medio y que recuerdan bastante al Bowie de su época berlinesa, a mí me ha gustado especialmente la primera que tiene mucho gancho.

En definitiva, un disco muy bueno, a la altura de una banda de muchísima calidad, capaz de reinventarse una y otra vez demostrando que su fórmula no ha caducado y que saben adaptarse a un nuevo momento en su vida.

El disco lo tenéis en exystence o newalbumreleases por si le queréis dar una escucha.


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