Un pequeño alto entre tanto disco veraniego de guitarras cristalinas, Beach House, han decidido volver al camino obscuro del dream-pop y alejarse un poco de esos temas tan brillantes de su último disco Bloom -uno de los mejores de la década, seguro.
Victoria Legrand y Alex Scully aseguraban que es un regreso a la simplicidad de una melodía y unos pocos instrumentos, con las baterías en directo. Los de Baltimore tiran de una influencia clara de My Bloody Valentine para un tema que engancha desde el primer riff de guitarra y suena de puta madre, Sparks.
El próximo disco se llamará Depression cherry y saldrá a finales de Agosto a través de Sub Pop. Muy atentos.
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