De hecho, hoy quería comentar el adelanto de Mitski, Love me more, que formará parte de su nuevo álbum Laurel Hell que aparecerá el 4 de febrero.
Si los anteriores discos de la norteamericana fueron muy buenos, Puberty 2 (2016) y Cowboy, para mí, lo mejor de 2018, creo que este nuevo trabajo va a seguir los mismos derroteros, porque en Love me More ha cambiado de tercio y nos ha dejado un corte de synth-pop pegajoso que se mete en la cabeza y ya no sale. No es algo nuevo, los teclados y sintetizadores ya aparecieron en su último disco, pero con menor protagonismo y menos peso en las canciones.
Pocas artistas tienen la capacidad y el talento de, incluso cambiando de estilo y explorando nuevos espacios musicales, hacer grandes canciones. Mitski sí que lo tiene. No sé cómo será el resto del álbum (estoy deseando escucharlo) pero ojalá no desaparezcan del todo la fuerza de esas guitarras que tan bien funcionaban en su anterior trabajo.
Lo que está claro es que, también con unos buenos teclados, la artista japonesa-americana es capaz de seguir sorprendiendo.
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