Una de las peores noticias que nos dejó el año pasado fue la disolución de los neoyorquinos The Walkmen. Yo espero que sea sólo un parón temporal y que en algunos años tengan las fuerzas y las ganas de volver a retomarlo. Desde luego dentro de este comienzo de siglo (y de milenio) se han convertido en una de las mejores bandas del panorama internacional. No sé exactamente por qué, pero nunca triunfaron entre el gran público, y eso que su música es de lo más accesible, pero el caso es que mientras bandas mucho peores como Muse, Phoenix, Coldplay o Keane llenan estadios y encabezan festivales, estos tipos se han quedado completamente al margen. Es difícil de entender a tenor de lo geniales que son discos como You&me, Bows + arrows, Lisbon o el maravilloso Heaven que ha acabado siendo el último del grupo.
Desde luego el mejor aspecto de la banda era el directo. Yo les pude ver dos veces, la primera en 2010 en Madrid en una pequeña sala en la calle Ferraz (no recuerdo ni el nombre) con una acústica genial y apenas ante 40 personas. Hamilton Leithauser, el cantante de la banda, me pareció sobrenatural. Una de las mejores voces que he escuchado en directo en mi vida, lo mismo salía con la vena crooner y te ponía los pelos de punta, que se arrancaba con tres gritos y te deja patidifuso. La segunda fue en Londres en 2012, en un teatro de Kentish Town abarrotado con 5000 personas coreando las canciones (y con Wild Nothing de teloneros). Fue algo sublime aquel final con The Rat cantando entre el público.
Hoy he podido escuchar el nuevo tema de Hamilton Leithauser ya en solitario, me ha gustado, aunque no he podido evitar sentir algo de pena, por no poder volver a ver juntos a los Walkmen. El futuro disco va a salir a través de Ribbon Music, y se titulará Black Hours (creo que sale para Mayo).
De momento tenemos ya adelanto en forma de vídeo: Alexandra es la canción. Un tema en el que se puede lucir y que recuerda a su banda. A mí me ha gustado, pero sin embargo se aleja un poco de ese post-punk tan crudo que hacían los Walkmen, este tema es más alegre y veloz e incluye toda una serie de coros e instrumentos que, a mí juicio, camuflan el gran talento vocal de Leithauser.
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