Posse

En alguna que otra ocasión ya he comentado algún disco que, pese a la enorme calidad que atesora, acaba por pasar desapercibido para casi todo el mundo, algo así está ocurriendo en este 2014 con el Soft Opening del trío de Seattle Posse, que ha salido a través de Beating a dead horse records.

Yo conocí este disco en el mes de Marzo y desde entonces creedme que le he dado muchísimas vueltas y cada vez me parece un disco más completo, uno de esos trabajos donde no falla absolutamente nada. Y en parte no falta ni sobra nada gracias a que es un disco de sólo 8 canciones, lo cual se agradece la verdad y es que últimamente en ma gran mayoría de los discos sobran 3 o 4 canciones y parece que ningún productor se quiere dar cuenta.

Posse, bebe en su música de lo mejor de los años 90, pero no creáis que vais a escuchar las guitarras de bandas como Pixies por aquí. Ellos se decantan por un sonido más tranquilo y deudor de bandas como Sonic Youth o Galaxie 500, eso sí sin apretar tanto con interminables capas de distorsión como sus maestros.

El disco comienza de maravilla con Intersting thing #2, un tema que ya habían incluído en su primer disco y que han reversionado ellos mismos, y continúa con una de las canciones que más me gusta Afraid, un tema más pop donde se acercan a la versión más amable de Yo la Tengo, para que os hagáis una idea, algo que también ocurre al final con otra de mis canciones favoritas de este disco Cassandra B.

Los dos siguientes temas son sobresalientes, Talk y Shut up, especialmente la segunda el corte que más me ha recordado a Sonic Youth y una canción absolutamente genial pese a su densidad sonora (no os asustéis que ya he dicho que no llega al nivel de los sónicos) y a que

dura más de 6 minutos, algo que me suele gustar poco a mí, pero que en esta ocasión agradezco.

En la parte final Jon, 2U y Zone -además de Cassandra que ya la comenté antes- funcionan a la perfección dentro de esta línea entre la distorsión calmada y el pop. Jon es un corte con una base melódica más pop, mientras que por ejemplo Zone, el tema con el que cierran es uno de los temas más tranquilos del disco, pero que contiene un estribillo genial que baja los decibelios y te hace tararear la canción de forma hipnótica.

En definitiva, una auténtica genialidad sólo apta para gourmets y que pasará desapercibida para el resto de los mortales. Una pena.

El disco en bitmuzic