Oscar

El álbum con el que debuta el londinense Oscar es uno de los mejores discos del año y, además, uno de esos trabajos que te enganchan desde la heterogeneidad, algo que no es nada sencillo. Normalmente uno valora un disco redondo, bien acabado y donde todas las piezas encajen sin rechinar (yo el primero) pero en este caso el Cut and paste de Oscar es un canto a la anarquía y a quitarse las etiquetas de encima, porque sin duda alguna, es un disco muy difícil de etiquetar en un solo estilo.

Seguro: POP, esa etiqueta es la única que le va. Todo lo demás ya serán añadidos. Como el tema del Laptop-pop que es algo así como el bedroom-pop americano pero grabado directamente sobre tu propio ordenador. Vamos, que alguien tenía que inventarse una etiqueta y esa es la que mejor la ha cuadrado, porque nada de amateurismo vais a encontrar en este trabajo que está muy bien producido.

El disco se abre a lo grande con Sometimes, una de las canciones del año, donde el pop de principios de los noventa se te mete en la cabeza con un estribillo pegadizo tremendo. Un auténtico himno de pop brillante que debería sonar en todos los bares de España este verano.

Pero aunque empiece tan a lo bestia, el disco resulta de los más interesante. No tiene ningún otro hit de bar tan impresionante, pero hay temas maravillosos. La deuda de Oscar con The Magnetic Fields es enorme y de hecho la voz recuerda muchísimo a la de Merrit, por ejemplo en esa maravilla que es Good things o la también genial Beautiful words, donde está más alegre y que es la única que ha incluido del anterior EP.

Luego hay temas donde se va más hacia los primeros Blur o incluso a mí en algo me recuerda a Pulp, por ejemplo en esa rockera Breaking my phone que es tremenda, o en la más pausada Only friend que canta con Marika Hackman.

En cualquier caso, un disco con múltiples e influencias, que lejos de sonar extraño se completamente a las mil maravillas y se hace muy ameno de escuchar. Uno de los mejores trabajos en lo que ha salido de año y además de los que dan ganas de escuchar estos primeros findes playeros.