Magpie

No sé qué pasa últimamente con Hurrah Música que están editando algunos trabajos especialmente sobresalientes. Si hace poco escuchábamos el single de Los Andes con ese perfecto power-pop en castellano, hoy toca el turno de Magpie, una banda inglesa que sigue esos mismos derroteros.

Picasso on a log es el EP que han sacado Magpie este año y, aunque son solo 4 canciones, ya dejan bien a las claras la calidad compositiva que tienen. 

Calidad que demuestran desde que empieza con She knows where I live, que es una perfecta oda power-pop de guitarras jangle (Teenage fanclub y The Byrds te vendrán a la cabeza fijo) hasta que acaba con esa genial Daisy paints her fingers que bien podría ser un corte de los años sesenta sacado por The Hollies o los primeros Small Faces. Por el medio, dos cortes como Don't turn your back on the sun, que tira de influencias más country, y Wrote me a letter, que es un medio tiempo power-pop que podría firmar Norman Blake perfectamente.

Como digo, son cuatro cortes, pero se queda uno con ganas de alguna canción más.

Martha

Conocí a Martha en 2014 con su primer álbum, Courting Strong, aquel año fue uno de mis discos predilectos por esa mezcla entre twee-pop y punk-pop que hacía que los de Durham se convirtieran en un grupo de lo más interesante.

Cinco años después me siguen encantando y creo que incluso han mejorado sus canciones. Es verdad que el disco anterior no fue muy llamativo, pero con este Love Keeps Kicking han sacado su mejor trabajo.

Ya, en el punk-pop está todo inventado. Sí, claro. Pero cuando las cosas se hacen muy bien, sigue funcionando. Y más en este álbum donde Martha se concentran en unas canciones un poco más pop que punk. No se asuste nadie, porque las guitarras siguen afiladas y veloces, eso es marca de la casa, pero las melodías van ganando peso en su mundo y es un gran paso adelanto.

Así, por ejemplo, nos encontramos 4 canciones sobresalientes: Heart is healing, que es una canción maravillosa, de lo mejor que han hecho nunca y que ya conocimos el año pasado (fue el primer adelanto y ya la metí en el Nebrija de diciembre), la genial Into this donde destaca la voz femenina de la banda que es una delicia que debería aparecer más; la homónima Love Keeps Kicking donde pisan algo el freno y se clavan un medio tiempo tremendo; y el último lanzamiento que es The Void que es una canción cañera pero donde no se descuida nunca la creación de un gran tema.

En otros cortes están más punkis y revoltosos, lo que han hecho siempre vamos. Corren, dan guitarrazos, gritan y se dedican a los estribillos bubblegum con coros imposibles: quizás Wrestlemania VIII es el mejor ejemplo de estos cortes, aunque también molan Sight for Sore eyes o Brutalism by the river (Arrhythmia).

Temas lentos son casi oasis en su discografía, pero Martha incluyen dos en este álbum, Orange Juice y la final The only letter that you kept, son dos buenas canciones y además ayudan a romper un poco el ritmo frenético y hace que el disco no sea tan plano.

De verdad que Martha han sacado su mejor disco y me alegro mucho porque son una gran banda. Este finde andaron por el Madrid Popfest pero no pude ir a verles y ya me jode porque desde hace cinco años tengo muchas ganas de ver un directo suyo.

Ex-Hex

Hará cosa de un mes ya comenté en el blog el adelanto, Tough Enough, del nuevo álbum de las americanas Ex-Hex: It's real.

Su anterior trabajo me gustó bastante, aunque le pasa como a este It's real, que tiene algunas canciones sobresalientes, pero otras le hacen flojear, es un buen disco en líneas generales pero, a veces, pecan de tirar demasiado de guitarra afilada y se olvidan de las canciones.

Supongo que es una percepción mía, que me interesan más las buenas melodías que los guitarrazos, tal vez en otro blog digan exactamente lo contrario. La verdad es que Ex-Hex son bastante coherentes ya que es el sonido que desde el principio han hecho y que tira de influencia de bandas de indie-rock noventero como Sleater-Kinney o del rock, la new wave o el hard-rock de los ochenta, sobre todo de The Pretenders, que es la banda que más me viene a la cabeza, también porque la voz me recuerda mucho a la de Chrissie Hynde.

Lo mejor, para mí del disco, es cuando tiran de guitarras pop y crean grandes estribillos como en Tough Enough, Cosmic Cave (el mejor estribillo del álbum con diferencia) o en Good Times, que son cortes que mezclan perfectamente esas dos facetas comentadas: indie-rock y new wave. Incluso, Diamond Drive, más juguetona pero más DIY tiene su punto.

Sin embargo, cuando se ponen más pesadas y dan protagonismo a las guitarras hard-rock me cuesta un poco más seguirlas, no es que sean peores canciones pero sí que a mí no se me hace el oído. Buen ejemplo son temas como Rainbow Shiner o Another Dimension.

Poco pisan el freno Ex-Hex durante este disco, tal vez No reflection sea el único corte donde se serenan en el estribillo y les queda una canción bastante acertada. 

Así, It's real es un buen disco, pero quizás sea cosa mía que pensaba que iban a estar más pop y menos duras, y todo lo contrario.

I was a King

Hace ya más de una semana que vengo escuchando el maravilloso Slow Century de los noruegos I was a King. Y, la verdad, aunque ya me encantó desde el principio, cada vez que lo oigo me gusta más y más. Tal vez porque sea el mejor disco de power-pop que se haya hecho en años. Una mezcla bien hecha entre el Grand Prix de Teenage Fanclub y el Challengers de The New Pornographers.

Conocí a I was a King en 2013, creo que con su primer elepé, y ya me gustó en su día, pero luego sus siguientes trabajos fueron metiendo más influencias dream-pop y algunas guitarras shoegzaers, algo que me encajaba a mí peor. Hasta este Slow Century, donde han vuelto a dar con la tecla y me han entusiasmado. Tal vez, buena parte de culpa la tengan las buenas canciones que hacen, pero sin duda, también la producción de Norman Blake de Teenage Fanclub que les ha aconsejado bien.

El álbum empieza sobresaliente con tres cortes de puro power-pop Clouds, Bubble y Shake. Quizás de las tres, Bubble sea la que más recuerda a The New Pornographers, aunque esa influencia está presente todo el disco. 

En ocasiones pisan el acelerador y nos recuerdan bastante a los Teenage Fanclub de Sparky's dream, el mejor ejemplo es Hatchet, que es la canción que más me gusta de todo el disco con su fuerza y su perfecta melodía. Incluso, no abandonan del todo sus guitarras shoegazers, como en la muy pop No way out, que parece un tema de Tony Molina hasta que aparecen unas guitarrazas de estilo Ride, algo que ya hemos visto que también ocurre en el nuevo single que han avanzado los fanclub y que se repite en cortes como Run, al final del álbum.

Cuando se relajan también saben hacer grandes canciones, quizás la que suene más amateur y DIY es Folksong, sobre todo por ese comienzo sin producir. Pero también son grandes cortes lentos, Lighthouse, Tiny Dots y Tanker, donde predominan las melodías y las guitarras jangle. Y los medios tiempos como Slow Century o Egersound, donde son perceptibles las influencias de The Byrds, especialmente en la primera.

Me ha hecho mucha ilusión encontrarme tantos años después con este Slow Century, el mejor álbum de I was a King y uno de los mejores álbumes power-pop que escucharemos este año.

Le SuperHomard

Parece que las bandas francesas de indie-pop pasan por un buen momento, este año ya comenté el disco de Pi Ja Ma, y el año pasado el de los parisinos EggS. Ahora vengo con este buen álbum Meadow Lane Park de Le SuperHomard.

Le SuperHomard son un quinteto que recientemente ha fichado por el sello español Elefant Records, lo cual es toda una garantía en el ámbito del indie-pop.  Meadow Lane Park es su primer LP, aunque ya habían editado antes algún single y un EP. Pero, menuda forma de sacar un primer disco, y es que las guitarras psicodélicas se mezclan con los elegantes teclados y los sintetizadores más juguetones, para crear un sonido que nos recuerda algo a Stereolab o la elegancia de los británicos Broadcast.

De las pocas pegas que le pongo al álbum es que, a veces, me parece un poco plano, y tengo la sensación que no he cambiado de canción, pero para eso están bien atentos Le SuperHomard y van intercalando cortes más indie-pop, que es en mi opinión lo mejor de este trabajo, como Springtime, Paper Girl que es una gran canción o Meadow Lane Park que posiblemente sea lo mejor de este disco.

Incluso, no está nada mal su faceta más reposada como en Elephant in the room donde se sacan de la manga temas elegantes al más puro estilo Laetitia Sadier.

Un muy buen debut de Le SuperHomard!

Versing

Desde la semana pasada llevo atento a un nuevo lanzamiento que se prevé para principios de mayo, se trata del nuevo álbum 10.000 de los americanos Versing. Los de Seattle van a editar con Hardly Art Records, una casa de lo más interesante y que es hermana pequeña de Sub-Pop.

Yo no conocía a Versing, pero los dos adelantos que he escuchado me han gustado mucho, especialmente Tethered, el primero que escuché donde se sacan de la manga un pepinazo que nos recuerda al indie-pop de Pavement, pero con toda la fuerza y la rabia de las guitarras de Sonic Youth. Lo mejor de Tethered es que ni te lo esperas, porque empieza con una guitarra jangle que se va repitiendo machacona durante todo el tema.

Habrá que estar atento a esta banda!

The Exbats

El año pasado ya hablé de The Exbats, un dúo de punk-pop formado por padre e hija. Así, como suena. Ya, ya sé, que si alguien piensa en un padre tocando con su hija adolescente, lo último que se le ocurre es que puedan formar un banda garagera de punk, pero es exactamente lo que ha ocurrido con Inez McClain y su padre Kevin.

The E is for Exbats es su primer largo, aunque llevan juntos desde que empezaron la banda cuando Inez tenía 10 años (ahora tiene 19). Y no os voy a engañar los adelantos del año pasado ya me fliparon (incluso entraron en el Nebrija) pero este disco es una maravilla de energía punk, desde su inicio con Are we dead yet? y ese espíritu Ramones que impregna su música con el recuerdo a The Coathangers siempre presente con esa voz desgarrada.

Inez toca la batería y canta, y su padre la guitarra y los coros y así se entienden, de hecho ella ya ha dicho que no se ve formando una banda con ninguna otra persona.

El álbum es una mezcla entre canciones de punk guitarreras y otras que abrazan el pop y que nos recuerdan a bandas como The Spook School o Martha. Entre las primeras, además de la ya mencionada, nos encontramos la tremenda 2027 que es una de las que más me gusta, o pepinazos como I'm a witch o Kill Yr Boyfriend que es una de las que ya conocíamos del año pasado.

Los cortes que se van hacia el pop son geniales y ahí están para demostrarlo I got fights, Mr. Bucky (muy twee-punk), Maximun of Happy o Iolaus, un tema donde bajan revoluciones y que ha cambiado de nombre, ya que el vídeo con el que salió el año pasado era Hercules.

A mí me parece que The Exbats son una maravilla y que ojalá sigan así padre e hija, que nosotros se lo agradecemos.

Pi Ja Ma

Aunque para mí, la francesa Pi Ja Ma era una completa desconocida hasta este año, la verdad es que ya en 2016 había participado en el Pitchfork Festival de París y venía anunciando grandes cosas con ese EP Radio Girl, donde también se incluye ese temón que es By the river.

Pero si la artista ya prometía, con su álbum debut Nice to meet u ha superado con creces las expectativas. Y es que el disco está plagado de buenas canciones, desde aquellas que demuestran que es una gran compositora, a aquellas que lo pueden petar en las listas de éxitos y catapultarla a la fama.

Podemos decir que las canciones de Pi Ja Ma se mueven entre dos mundos que encajan a la perfección: el pop lo-fi que bebe del indie-rock noventero, donde destacan cortes como la ya mencionada By the River o la bonita Tribulation; pero también sabe tocar la tecla cuando se acerca a cortes que beben de la influencia sixtie y los girl group de Phil Spector como en Pony Tail o Radio Girl, incluso coqueteando con el soul y el ska en You and I donde suena mucho a Amy Winehouse o Shannon Clam.

En algunas canciones suena más contemporánea y a grupos que también se acercan a los sesenta, por ejemplo esa apertura con Pixies, Sylphs and Fairies bien podría ser un tema de La Luz o de Dum Dum Girls; I hate you bien podría estar en cualquier trabajo de Cortney Barnett, o incluso By the River o Family podrían haber estado en el último disco de Mitski sin problema.

Así leído, parecen piezas difíciles de encajar, pero en el álbum de Pi Ja Ma todo va como la seda. Una de las grandes sorpresas en lo que va de año.

The BV's

Los alemanes The BV's fueron una de esas agradables sorpresas en 2017 para los que nos gustan las bandas de C86. Speaking froma distance era una buen disco y el año pasado nos dejaron un buen single con Every story is a ghost story.

Ahora van a volver a sacar disco, Cartography, y nos vuelven a adelantar una gran canción Charlie, I don't know who you are, que sigue esa de Neon, que va desde el noise hasta el shoegaze, todo un poco sucio pero sin perder su espíritu pop.

Un buen aperitivo, estaremos atentos al álbum a ver qué tal es.