Su pop es melancólico, él mismo lo definió hace años como sad-pop, que es una etiqueta que no me convence mucho pero que igual es una buena forma de describirlo. Pero más allá de etiquetas, lo importante es la música: su pop elegante, plagado de medios tiempos, letras reflexivas y arreglos, es una maravilla. Y, además, sus guitarras sucias y afiladas de fondo, dando ese aire noise y shoeagazer, es una marca personal que dota de cierto aire mistérico a su música y, conceptualmente, es un elemento fundamental que se añade casi de forma natural a su estilo.
Antes de ayer lanzó un single 7" titulado The world should be ashamed, que representa a la perfección su estilo. Como cara-b ha escogido una más lenta, Take the long way thorugh a day, pero que también funciona fenomenal y que bien nos puede recordar al On Fire de Galaxie 500 (vale, lo reconozco, esta noche voy a ver a Dean Wareham y llevo una semana escuchando esa maravilla de disco).
Para mí, que sigan saliendo canciones de The Reds, Pinks and Purples es siempre motivo de alegría.
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