Slowdive

Desde que la semana pasada salió el nuevo álbum de Slowdive lo he escuchado en todas las direcciones posibles para empaparme bien de él. Y la conclusión es clara: everything is alive es un grandísimo disco. A la altura de sus mejores trabajos.

En directo, solo les he podido ver una vez en mi vida, fue en un Primavera Sound tras su reunión. Disfruté muchísimo ese concierto, por ser el primero, y porque es un grupo que siempre me ha parecido interesantísimo dentro de la escena shoegazer. Espero que con este álbum vengan de gira por España en salas porque me encantaría poder estar ahí.

everything is alive comienza con un trallazo increíble, shanty, donde las capas de sonido, los teclados sintéticos y las guitarras crean un ambiente envolvente que comienza desde el misterio y que va ganando peso con el paso de los segundos gracias a una base rítmica acelerada, unas guitarras bien ruidosas y la etérea y distante voz de Rachel Goswell.

En general, esta línea de cortes más esquivos está bien representada con canciones como la tremenda balada andalucia plays o la final the slab que, a mí es la que más me gusta de este trabajo y donde el estribillo me recuerda un poco a los últimos Motorama.

También se acercan a su lado más pop y post-punk en canciones como kisses, el single que salió adelantado, o chained to a cloud (mi otra favorita de este álbum) donde los sintetizadores crean un riff juguetón que nos va persiguiendo toda la canción, mientras que las guitarras de Neil Halstead tiran bien de reverb para crear atmósferas lejanas y ecos.

Han tardado seis años desde su anterior trabajo homónimo, pero la espera bien ha merecido la pena porque estamos ante un auténtico discazo de Slowdive.