Desde luego, de lo mejor que ha salido en la última década en el ámbito del shoegaze. De hecho, esto es algo que ya encontrábamos en sus EP pero que aquí han tejido con mayor precisión. Buen ejemplo es la genial pale blue afternoon con la que abren el disco. Capas de distorsión y melancolía al más puro estilo My Bloody Valentine, pero al mismo tiempo guitarras poderosas que emergen y una melodía pop que bien recuerdan a grupos actuales como Seablite o Las Robertas.
De hecho, esa mezcla entre distorsión y melodía entronca con el mejor shoegaze noventero de grupos como Slowdive o Lush. En ocasiones pesa más la melancolía, como en lucky boy con esos teclados etéreos, y en otras tiene mayor protagonismo el brillo de la melodía como pasa en really wish o, especialmente, en la potente for anyone and you, que fue el single que yo escuché adelantado y que me encantó hace unos meses, y donde se desatan todas los guitarrazos posibles para dejarnos una canción sobresaliente.
Hay guitarras muy potentes, como en wasted delay y otras guitarras más pop como en never comes around. Pero, en general, es un shoegaze de guitarras, no tanto de teclados (aunque también aparecen) o de atmósferas (esto solo pasa en la final dead to me). La oscuridad y la melancolía es lo fundamental, como buen disco shoegazer, pero desde luego si tuviéramos que apostar jamás diríamos que son un grupo de Los Ángeles (California), aunque tampoco nos extraña porque desde la costa oeste nos han llegado propuestas muy interesantes y oscuras como Dummy, Cindy, seablite o los propios Mo Dotti.
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