Me da mucha mucha pena escribir este post para despedir a Warm Soda. La banda de Austin saca su cuarto y último elepé y anuncia que ya no habrá ni más discos ni más conciertos.
La verdad es que les conocí con el anterior disco y gracias a su paso por la Stereo de Alicante un mes de Junio de hace un par de años. Lo mejor del power-pop aderezado con toques de glam-punk, pero siempre a baja fidelidad, algo así como las bandas de power-pop de los 70: MC5, The Cars o The Rubinoos.
I don't wanna grow up, es su último y tal vez el mejor de sus discos, bueno, vale a mi me gusta más el anterior, Symbolic dream, pero es cierto que este último álbum tiene mejor sonido y mejor producción, además sus pepinos acelerados de power-pop siguen brillando como en anteriores trabajos.
La banda de Matthew Melton se despide por todo lo alto, y a partir de ahora Matthew sacará discos con su mujer en el nuevo proyecto Dream Machine que verá la luz este mismo año, eso sí con una filosofía muy distinta: pop y sintetizadores.
En este último largo Warm Soda nos dejan trallazos de power-pop como Tell me in a whisper, la homónima I don't wanna grow up (nada que ver con el tema de Ramones), To be with Ramona (que fue el single que adelantaron y que ya habíamos escuchado) o Gumdrop. Los riffs de guitarra, los susurros de la voz de Melton y las baterías aceleradas hacen de este trabajo una despedida magistral. Y, la verdad, viendo el gran momento que atraviesan, con mucha pena de que el proyecto de Warm Soda acabe aquí.
Les echaremos de menos :(
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