Pero el caso, es que a mí me impactó mucho este disco cuando lo escuché por primera vez, y aún hoy de cuando en cuando me lo sigo poniendo.
Es un sonido muy particular, porque la energía punk de los 70 se desborda aquí en un oscuridad post-punk avant-la-lettre. Muchas de las canciones apenas llegan a los dos minutos (hay cinco que no llegan al minuto y otras cinco que no llegan a los dos minutos).
Además, las canciones que fueron hits tienen su punto: desde la oscuridad de Reuters que abre el disco, hasta la tropical Three Girl Rhumba que tiene uno de los riffs de guitarras más míticos del punk. Mi canción preferida del disco es Ex Lion Tamer, que tal vez sea la más punk de todas.
En cualquier caso, y pese a la gran cantidad de canciones, es un álbum que se pasa en nada y que se disfruta mucho. Larga vida al Pink Flag y a los Wire.
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