Aunque hace una semana que salió A productive cough, el nuevo álbum de Titus Andronicus, la verdad es que no tenía pensado comentarlo en el blog. Si he cambiado de opinión es porque las recientes escuchas me han dejado mejor sabor de boca, y algunas canciones que no están del todo mal.
Debo comenzar diciendo que el cambio que la banda de Patrick Stickles no me termina de convencer. Cada vez se alejan más del punk directo que les llevó a la cima y se van acercando a la música americana, hecho que no les sienta demasiado bien. Incluso, el rock americano más tradicional tiene su culmen con una versión de Like a Rolling Stone de Bob Dylan, que no sé exactamente qué pinta en un disco de Titus Andronicus.
El tema que abre el disco Number One (In New York) es de lo mejorcito del álbum, son más de 8 minutos de canción que no se hacen pesados y que recuerdan a las largas canciones de Car Seat Headrest, algo que también ocurre en el cierre con Mass transit madness (Goin' Loco). Destacar también ese bonito tema que es Crass Tattoo, que casi como si fuera un viejo blues viene cantado por una voz femenina, la de Megg Farrell que es una artista folk americana.
No me gusta nada la deriva de hard rock y punk pesado que es Home Alone, donde me parece que el tema queda muy recargado. De hecho, me recuerda al cambio que fue tomando otra banda neoyorquina (aunque los andrónicos sean de New Jersey) como fue The Men, que pasaron del punk al rock americano y luego a discos casi hardcore.
La verdad es que los dos primeros discos de Titus Andronicus son una maravilla, y en los siguiente siempre nos han dejado algún tema más decente que llevarnos a la boca. Pero en este trabajo han tirado por otro camino (no me extraña conociendo la libertad de la que goza Stickles) y a mí, no me ha terminado de convencer.
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