Esta semana conocí el nuevo álbum de Pure X, el cuarteto de Austin, Texas, y la verdad es que se ha convertido en la banda sonora perfecta para estos días tan extraños.
La mezcla que hacen de música americana y shoegaze no es para nada usual pero queda perfecta y suena de lo más coherente por mucho que, a priori, no sean dos estilos que casen mucho.
El este disco homónimo, Pure X se acercan a la música tranquila y reposada de bandas como Cigarettes after sex en cortes como Making history o Here in Hollywood. Incluso en esa balada final que es una absoluta delicia y que se llama I can dream. Es verdad que, estos cortes son los que más abundan en el trabajo de los americanos y que, a veces, se hace un poco pesada como en la parte final del disco con temas como Slip away o Grieving song.
De todos modos, lo mejor del disco viene en los temas más guitarreros donde, a pesar, de tener también esa cadencia tranquila, no tienen miedo a distorsionar un poco sus guitarras y sonar más crudos. Canciones como Middle America, Angels of love o Free my heart son tremendas, aunque la que a mí más me guste es Fantasy donde condensan en un solo corte todo el espíritu del disco.
Un trabajo muy serio y coherente que engancha pese a no tener ningún hit, ni una melodía que se pegue a la cabeza.
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