Por desgracia para ella, el contrato que había firmado le exigía entregar un disco más antes de marcharse. Cualquiera hubiera sacado un recopilatorio, algunas caras-b y unas demos para salir del paso, pero Mitski es honesta hasta para irse y decidió sacar un álbum completo con nuevas canciones. Bueno, no son tan nuevas, porque la mayoría las fue haciendo antes o durante el año 2018, hace ya cinco años. Eso sí, la pandemia, los aislamientos y las posteriores restricciones sociales, han ido dando un nuevo sentido a estas canciones que han ido cambiando mientras se grababan en 2021. Así ha surgido Laurell Hell, un disco muy notable, que vuelve a contener canciones sobresalientes como esas esquivas Working the knife o Heat Lighting o las más expansivas y bailables Should've been me, The only heartbreaker, That's our lamp, Stay Soft o Love me more, donde Mitski tira de teclados ochenteros y sintetizadores para hacernos mover los pies.
En general, Laurel Hell, es un trabajo más obscuro y menos pop. De hecho, es el más esquivo de su trayectoria, pero sigue siendo un disco muy bueno que ya quisieran muchos artistas poder realizar. Con este álbum, además, viene una gira completa para presentarlo y tocarlo en directo. Así que uno empieza ya a dudar que Mitski vaya a dejar su carrera musical en este punto. Ojalá que no.
Quizás este álbum no llegue a las cotas de los dos anteriores, algo que era casi imposible viendo donde estaba el nivel, pero vuelve a ser un disco de muchísima calidad, así que bravo por Mitski y que nos dure muchos años.
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