viernes, 28 de febrero de 2025

Pumuky

No sueltes lo efímero es el quinto álbum de los canarios Pumuky. Una banda completamente consagrada y fundamental en el rock nacional de los últimos años. Siempre consistentes en directo y en grabaciones, con reconocimiento entre el público, pero sin haber llegado nunca a romper las barreras del gran público y el triunfo discográfico. Y no porque no lo merezcan, que lo merecen.

De hecho, este disco que sale hoy es una absoluta maravilla. Nunca ha sido fácil etiquetar a Pumuky para hacer una reseña y que les represente fielmente. Por supuesto, ecos de dream-pop, shoegaze, capas de guitarras, sintetizadores y poderosas baterías es el pan nuestro de cada día. Lo recuerdo todo, Terriblemente bello, la final No Sueltes lo Efímero, o La Singularidad podrían formar parte de álbumes de grupos como Mogwai. Y otros más calmados como Escapismo o Barbarie o El salitre de tus ojos podrían podrían pegar en los últimos discos de Los Planetas. Estos cortes son los que más abundan en el disco, de hecho, creo que casi todas las canciones tienen tramos tranquilos y tramos ruidosos, como por ejemplo, Estudio sobre mi rabia, que empieza tranquila y luego va subiendo los decibelios a base de guitarras que alargan los acordes hasta el infinito y sintetizadores que crean una atmósfera oscura y pegajosa.

Así se mueven los hermanos Ramírez entre el pop oscuro de los ochenta con aires a The Cure, el shoegaze de bandas como Slowdive o los sonidos dream-pop de Beach House en las últimas décadas. Ahí encontramos su lado menos ruidoso y con más teclados en cortes como, el genial, Si no sabemos dónde ir o Hablando con los animales que también me encanta.

La verdad es que es un sonido que, no siendo accesible para el gran público, sin grandes estribillos y con mucho ruido, acaba formando un álbum absolutamente redondo, coherente y precioso. Todo encaja a la perfección y las canciones tienen un imán invisible de esos que te mantienen pegado al disco todo el tiempo.

No sueltes lo efímero de Pumuky es una genialidad al alcance de pocas bandas. Cómo me alegro que les haya quedado así de bien.

jueves, 20 de febrero de 2025

Brian D'Addario

Ha sido una semana movida con visita a Córdoba por la conferencia de decanos y mañana unas jornadas en Bullas. Así que, de música más bien poco o nada. Eso sí, creo que mañana se publica el disco de Horsegirl y sus adelantos me han ido gustando bastante.

Hoy, he descubierto en Bluesky que Brian D'Addario, que lo conoceréis por ser uno de los hermanos que forman The Lemon Twigs, ha sacado un primer single en solitario e imagino que aprovechará el éxito de su banda para publicar disco.

Till the morning es como se llama la canción y está genial. En realidad, podría ser parte de cualquiera de los discos de su grupo principal y el sonido sixtie y seventie está muy presente. De hecho, encontramos los habituales ecos a The Byrds, The Beatles o Scott Mackenzie como es habitual en su música. El caso es que es un corte con una producción muy cuidada (ha participado su hermano Michael), unos pianos y órganos que entran perfectos, una voz que lleva todo el peso de la melodía y una slide-guitar al final que le da un rollo americano muy folk así de tipo canción-protesta-Dylan contra la guerra de Vietnam.

Canciones así te reconcilian con los jueves cuando ya no eres universitario.

miércoles, 12 de febrero de 2025

Exploding Flowers

Llevo unos días en bucle con el nuevo disco de b-sides de The Pains of Being Pure of Heart (y eso que ya conocía todas las canciones) y, la verdad, creo que las otras novedades que he ido escuchando no me han terminado de convencer. A veces me pasa, que estoy en un momento concreto que un sonido no me llama y eso me ha ocurrido con el synth-pop y los sonidos etéreos que ha metido Sharon Van Etten en su nuevo disco. Y mira que es una artista a la que admiro. Que, igual os digo que dentro de unos meses me parece un discazo y que no sé cómo no lo valoré en su momento. A saber. El caso es que algo parecido me ha pasado con los lanzamientos de Phantom Youth (estos son bastante más dreamy y dispersos).

Así que vengo con una novedad un poco más guitarrera, los adelantos del futuro disco de Exploding Flowers: Watermelon/Peacock. El cuarteto de Los Ángeles lleva más de una década en esto de la música y su líder, Sharif Dumani, ha estado en proyectos como Moon Upstairs o toan junto a Nick Garrie. De hecho, casi todos los componentes de la banda han coincidido en Moon Upstairs.

Yo creo que es la primera vez que comento algo de Exploding Flowers en el blog, y es que este nuevo disco que saldrá en marzo, se va a editar en Europa con Meritorio Records. De momento, solo conocemos dos canciones, pero las dos me han gustado bastante. Una, Crowded Streets, guitarrera y potente que bebe del power-pop de Big Star y del jangle contemporáneo de grupos como Young Scum, Best Bets o Rural France para que os hagáis una idea. La otra canción, What are we going to do, es una balada más lenta donde las guitarras jangle tiran más de influencias Flying Nun y los discos recientes de grupos como The Bats.

De momento, creo que es un grupo y un disco al que seguir la pista y estar atentos en marzo para escucharlo entero porque los dos cortes de Exploding Flowers están muy bien.

lunes, 10 de febrero de 2025

The Pains of Being Pure at Heart

El próximo día 26 de febrero pasarán por la sala REM The Pains of Being Pure At Heart y, la verdad, quizás sea el concierto que más me ilusiona de todo el año (a ver si todavía hay margen para sorpresas). No por nada, porque ya les vi en su día, han pasado por Murcia en un par de ocasiones más (así que me vengan a la cabeza, por San Pedro del Pinatar hace mil y en un Lemon Pop de hace algunos años ya).

Pero el caso es que desde que se disolvió la banda de Nueva York, una de mis favoritas y tal vez lo mejor de toda la década de los 2010, no pensé ya que les volveríamos a ver tocar en directo nunca más. De ahí la alegría que me produjo este anuncio.

Las bandas que han ido surgiendo de sus entrañas, especialmente las que controlo The Natvral y Massage, han estado más que al nivel y han sacado discos buenísimos. Más cercanos a la banda original los de la última, eso sí. Porque el proyecto personal de Kip Berman se acercado más al rock americano y al folk.

Ahora, con esta nueva gira, nos dejan un recopilatorio con Slumberland Records (espero que traigan copias a Europa para poder comprarlo) de sus mejores b-sides y singles titulado Perfect Right Now: a Slumberland collections 2008-2010.

Aunque, entre directos, vídeos de youtube y entrevistas en radios, yo diría que había escuchado todas las canciones, la verdad es que es una buena colección de canciones sobresalientes en la época más interesante de la banda, los inicios.

Aquí encontramos el indie-pop, mezclado con guitarras C86 pero con esos aires oscuros que beben del dream-pop y el noise. Side Ponytail, 103, Kurt Cobain's Cardigan, The Pains of Being Pure At Heart, Twins o la primera versión de Come Saturday, son buena muestra de la potencia guitarrera de la banda en esa primera época

Mientras que cortes como Higher than the stars, Ramona o Falling Over representan bien ese lado más dream-pop de la banda.

Al final del disco han dejado la maravillosa Say No To Love, la canción que une ambas facetas del grupo y que han escogido como single de este álbum y que salió en formato de single 7" después del primer disco. La verdad es que perfectamente podría haber entrado en su primer trabajo (en realidad, casi cualquiera de las canciones que hay aquí).

Sirva este recopilatorio para poner en valor unas canciones enormes de The Pains Of Being Pure At Heart que se quedaron fuera de sus álbumes pero que estaban (y están) al mejor nivel de toda su discografía. Al más puro estilo The Masterplan, aunque sea tarde, la banda no ha querido que estos cortes quedaran relegados o minusvalorados. Bravo por ellos!

viernes, 7 de febrero de 2025

Cala Vento

Hace dos semanas salió este disco de versiones, Brindis, que han hecho Cala Vento. Y yo creo que ha pasado un poco desapercibido, porque entre mis conocidos de redes sociales no había visto que nadie lo compartiese (normalmente me informo a través de sellos, blogs o redes y no leo mucho las revistas musicales que me dan mucha pereza). Pero bueno, el caso es que me pillé las entradas para el concierto de mañana de Cala Vento en la sala Mamba y ahí vi que la gira incluye este disco.

Así que, esta semana me he puesto a escucharlo y bueno, pues muy bien la verdad. A ver que tampoco soy objetivo porque siempre me han molado los del Empurdà. Recuerdo que fui a verles en Murcia la primera vez que vinieron a la sala Musik en la plaza de toros, no éramos muchos, les pillé el disco en vinilo y estuve hablando con ellos después del concierto (muy simpáticos). El año pasado vinieron al Warm y me sorprendió ya la gente que mueven (entre medias igual les he visto 3 o 4 veces más) y que les siguen. Me alegro mucho porque se lo merecen.

De hecho, ya han llegado al punto de poder un disco de versiones random si les apetece, como este Brindis. Digo random, porque en realidad las canciones no tienen mucho que ver las unas con las otras.

Me han gustado mucho las versiones que han hecho de Mi Canto Libre de Lucio Battisti, Grita de Jarabe de Palo, Insurrección de El último de la fila, Pau o Lento de Julieta Venegas. Quedan como una colección heterogénea pero que siempre se llevan a su terreno y eso les sienta muy bien a las canciones.

Mañana a disfrutarles otra vez.

jueves, 6 de febrero de 2025

The Laughing Chimes

Estamos a jueves y es el primer paso que hago por el blog en toda la semana, así llevo de mal mis semanas laborales. Y, de hecho, el nuevo disco de The Laughing Chimes lo quería haber comentado el mismo viernes de la semana pasado, cuando salió, ya que lo estuve escuchando muchísimo (bueno, llevo así toda la semana).

Whispers in the Speech Machine es el segundo álbum de The Laughing Chimes, la banda de los hermanos Seurkamp, desde Ohio, Estados Unidos. La verdad, ya comenté aquí sus primeras canciones, su primer álbum y todos los EPs y adelantos que han hecho de este segundo trabajo. No necesitan presentación a estas alturas, pero sí es verdad, que su sonido ha crecido tanto que hay que detenerse un poco en ver cómo ha aumentado la banda con dos nuevos componentes y cómo han ido poniendo el foco en un jangle-pop más oscuro y ochentero al más puro estilo Echo & The Bunnymen o The Cure.

Por supuesto, las guitarras jangle de su primer trabajo, siguen existiendo, pero digamos que ahora se han fijado un poco más en esas bandas y sonidos oscuros de los ochenta y menos en los alegres y hippies riffs de los setenta. Por ejemplo, buena medida es la apertura con Atrophy donde sus guitarras siguen sonando a los grupos Flying Nun, pero se fijan más en bandas como The Church o, en la más lenta pero preciosa, Country Eidolism. Un gran acierto, en mi opinión, porque me encantan.

Por supuesto, aunque predominan las canciones oscuras como A promise to keep o Mudhouse Mansion, también tienen cortes más pop donde los teclados y las guitarras se unen para dejarnos canciones maravillosas. Ahí están He Never Finished the Thought, la tremenda Cars Go Watching o, lo mejor de este disco, que es High Beams. Hay ecos a los Cure más pop, a los primeros REM o a bandas como The Smiths o Northern Portrait, especialmente el final de High Beams.

Es un giro en su sonido que, sin perder la esencia del pop y los sonidos jangle, les siente como un guante. Ellos mismos reconocen que viviendo en la Ohio rural querían acercarse mucho más a lo que ven, esos pueblos fantasmas o la soledad de los que viven a los pies de los Montes Apalaches. Desde luego, que les ha salido un trabajo de lo más personal, bonito y lleno de talento.

En solo 8 canciones nos dejan uno de los mejores discos del año. Por supuesto, soy consciente que este cambio no les va a convertir en los más populares del gremio y que, probablemente, en lo comercial van a seguir básicamente siendo un grupo minoritario. No pasa nada, el talento y las buenas canciones, que es lo importante, ahí están.