El año pasado el disco de Nation of Language se me coló entre lo mejor del año y eso que su synth-pop algo obscuro no es algo que yo suela escuchar mucho. Pero esa sencillez unida a ese espíritu pop que me recordaba vocalmente un poco a The National jugaban muy a su favor.
Ahora, la banda de Nueva York, nos presentan nuevo trabajo, A way forward, donde se podía haber dejado llevar por esos hits de pop sintético pero han decidido irse por una música algo más esquiva y compleja que, sin embargo, les funciona genial. Claro, porque saben hacer grandes canciones. De hecho, el inicio con In Manhattan no puede ser más opaco aunque ellos mismos responden con esa tremenda Across that fine line, que es lo mejor de este disco y donde a su ritmo kraut y minimalista se adhiere un estribillo increíble aderezado con guitarras que lleva a la canción a otra esfera.
Estas dos facetas van apareciendo a lo largo de todo el trabajo. A veces, Nation of Language se ponen algo más obscuros como en Former Self o Miranda, mientras que otras veces sacan a relucir su lado más pop como en Wounds of Love o la genial This Fractured Mind que bien suena a OMD, algo que tampoco han escondido nunca ya que siempre los citaron como una auténtica referencia.
De hecho, ese sonido a synth-pop ochentero está muy presente en la segunda mitad del álbum, cuando Nation of Language nos dejan cortes como Whatever you want o la final They're Beckoning que, tras un largo minuto obscuro, se arranca al más puro estilo U2.
Quizás, A way forward, no tenga la pegada instantánea del pop de su anterior trabajo, pero desde luego Nation of Language demuestran que tienen mucha calidad y talento para hacer grandes canciones de synth-pop.
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