Su música es una tranquila mezcla entre el pop, la música folk americana y el power-pop con toques surf de vez en cuando. Así, por ejemplo al inicio de este trabajo, en I don't dare, By the Sea o la bonita Pour some on you tira de influencias claramente hillbilly y country, mientras que en cortes como Oh Sweet mother o Back to the days of I don't knows se acerca más al power-pop, con toques surf a Beach Boys y al soul de The Crystals en la primera y hacia el jangle de The Byrds en la segunda. Dos de los mejores cortes de este trabajo.
Si bien, el álbum tiene momentos donde pisa el freno demasiado, como en la bonita balada Sleeping in California o I still dream on you, bien es cierto que Yea Ming and The Rumours saben cuando dar un acelerón como en la genial Heartache Ain't Nothing que bien recuerda al pop de bandas que tiran del sonido folk americano como La Luz o la muy country Ruth que es una auténtica delicia.
El disco se cierra con Takedo Lullaby, una canción tradicional japonesa que la artista confiesa que dedica tanto a su padre como a su hijo.
Es un disco maravilloso, con guitarras jangle, ritmos country y letras de lo más introspectivas que te hablan de su propia existencia y este mundo post-covid.
No hay comentarios:
Publicar un comentario