Siento el retraso y las pocas entradas pero en la última semana he estado fuera en un congreso y no he tenido tiempo para ponerme con el blog -y este miércoles empezamos las vacaciones de semana santa, así que tampoco esperéis grandes modificaciones, jeje.
Bueno, pues desde hace 2 o 3 semanas hay un disco que se ha repetido continuamente en mi ordenador o en el mp3 -diría que es, de momento, el que más he escuchado en lo que va de año-, y ese álbum no es otro que el genial Sometimes I sit and think and sometimes I just sit de la australiana Courtney Barnett.
Reconozco que hasta este año no le había prestado mucha atención a la muchacha, pero desde Enero que escuché un par de cortes de este disco, lo estaba esperando como agua de mayo, y es que el talento brilla en este trabajo y eso que se acerca al rock guitarrero de bandas de los 90 como Pixies o The Breeders, algo que está muy trillado, pero que en este caso suena de lo más fresco.
Pero este trabajo es algo más que indie-rock de manual, y es que la de Melbourne no tiene problemas en salirse por la tangente y acercarse al pop de los ochenta y beber directamente de fuentes como R.E.M. u Orange Juice. En esta faceta nos presenta varios cortes destacables a lo largo de todo el disco -que es bastante constante y mantiene un nivelazo hasta el final- como las iniciales Elevator Operator o An Illustration of loneliness (sleepness in New York) donde recuerda alindie-pop perezoso y amable de Mac DeMarco.
Cuando se acerca al pop es cuando más acertada está, en mi opinión y así le salen algunos temas sobresalientes como Dead Fox, Aqua Profonda o la tremenda Debbie Downer donde más recuerda a los primeros R.E.M. y que es una de mis favoritas del disco.
Pero de vez en cuando decide sacar las garras y las guitarras de paseo o tiene temas más rockeros que recuerdan profundamente a The Breeders como es el caso de Pedestrian at best que es el primer single que ha salido del disco y una canción tremendamente adictiva.
Para el final me he dejado Depreston, una de las mejores canciones de todo el trabajo. Donde tira de balada folk para ponernos la piel de gallina con una obra maestra emocionante. Nos habla de las afueras de las ciudades, la soledad y lo deprimente de ese paisaje. Una canción que bien vale un disco pero que, en este caso, se ve acompañada de un discazo al lado.
Será uno de los discos del año y, si no, al tiempo. En new album releases está por si lo queréis escuchar.
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