Hay discos que desde que se comienzan a anunciar espero como agua de mayo, es el caso de este Expect delays de la banda londinense Evans the death.
Conocí a la banda con el anterior y homónimo trabajo que publicó en USA Slumberland y en Europa Fortuna Pop!, lo cual creo que es absoluta garantía de éxito para mis oídos. De aquel disco salieron varios singles geniales como Catch your cold o I'm so unclean, temas que tres años después sigo pinchando a menudo en mis sesiones.
Este álbum mantiene una línea similar entre el punk y el pop que acercan al grupo a bandas de C86 y Cuddlecore. Las guitarras afiladas, los gritos y cambios de registro de Katherine Whitaker nos recuerdan a los últimos temas que han sacado Joanna Gruesome, a grupos como Ex-Hex o incluso a The Spook School. Tal vez no tenga unos singles tan directos como el disco anterior, y hayan apostado más por las guitarras que por las melodías, pero aún así les he quedado un muy buen disco.
El inicio del álbum es demoledor, con dos buenos pepinos de punk pop acelerados y directos a la mandíbula, Intrinsic grey y Terrified que son dos canciones geniales. Pero también hay hueco en esta primera mitad para los temas más pop -los que más recuerdan al anterior disco- como Sledgehammer y Bad year, para mí dos de los mejores temas del disco, donde dan con la tecla de su sonido, ese mejor que se les da, y es que no renuncian a la melodía ni a los guitarrazos, y lo hacen con mucho talento.
En la segunda mitad del trabajo encontramos dos temas que ya conocíamos antes de la salida del disco: Enabler y Don't laugh at my angry face. Temas algo menos evidentes, que no entran tan fácil a la primera, pero que son cojonudos. Sobre todo Enabler, un trallazo de indie rock que trae a la mente los últimos discos de Bob Mould. El segundo, sin embargo, es distinto y se dejan llevar por la psicodelia y la pereza, con una entrada en la canción maravillosa con un órgano hammond, y varias capas de sonidos e instrumentos que se entremezclan en un mar de voces y coros desacompasados que resultan una auténtica genialidad.
Creo que no va a servir para llevar a Evans the death a subir de categoría, aunque a mí es un disco que me ha gustado mucho, y por desgracia pasará bastante desapercibido entre la crítica y los principales medios.
En exystence para vuestro disfrute. Y en streaming en la página del New York Times.
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