La verdad es que Someone still loves you Boris Yeltsin era una banda que tenía bastante abandonada, aunque lo cierto es que han tenido bastante actividad en los últimos años (van a disco cada 2 años). Yo, la verdad, es que los conocí en 2008 con aquel Pershing que tanto me gustó entonces, pero el disco no envejeció bien y pronto pasó al saco de los álbumes que no se escuchan más. A partir de entonces, no he escuchado ninguno de sus siguientes discos -así que lo mismo algo de lo que digo a continuación ya era bastante habitual en los trabajos que yo no he oído-
La banda de Missouri, que hace honor en su nombre al primer presidente borrachín de Rusia en la etapa post-soviética, sacará este verano 2015 su álbum The High country, un trabajo de lo más ecléctico y que no termina de enganchar -creo que esa es la razón por la que dejé de escucharles.
Aunque era una banda de indie-pop en esta ocasión les da para tocar casi todos los palos, y la verdad es en los temas de jangle pop donde más aciertan y es por eso, por lo que comento el disco, porque tiene un par de temas buenos, aunque en el resto regulean algo más.
El álbum no empieza mal con dos buenos pepino de indie-rock guitarrero Line on you y Step brother city. Son temas que recuerdan -especialmente el primero- a bandas de punk-pop como Weezer o Surfer Blood, de hecho los punteos en el tema que abre el disco es que son calcados.
Después viene lo mejor del disco, dos temas seguidos de vibrante jangle pop, Goal Mind algo más calmado, y Full possession of all her power que para mí es el mejor corte de este trabajo, a medio camino entre The Zombies y The Tripwires.
A partir de aquí el disco decae en temas que van cambiando de registro desde el soft pop de Madeline o al sucio noise-rock de Song will donde recuerdan a los Mogwai de Teenage exosrcists. Tan solo vuelve a recuperar fuelle con Trevor forever, donde recuperan los aires Weezerianos, y se sacan de la manga un buen tema de punk guitarrero.
Como veis, demasiadas referencias y demasiado diferentes entre sí para un disco al que cuesta cogerle el tranquillo. Se deja escuchar, tiene 3 canciones buenas, pero dentro de unos meses ¿quién se acordará de que este disco está en su salón?
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