No voy a sorprender a nadie si digo que Hamilton Leithauser es el mejor frontman que he visto nunca encima de un escenario. El ex-líder de The Walkmen (aún no sé si su separación es definitiva o temporal) tiene una presencia que llena el escenario, una de las mejores voces del panorama independiente, y sus dos metros de altura ayudan lo suyo.
Nunca he llegado a comprender como la banda de Nueva York, con los discos tan buenos que hizo, nunca llegó a triunfar a lo bestia, puesto que lo tenía todo: buenas canciones, música directa, grandes músicos y un directo espectacular. Sin embargo siempre vagaron por las segundas o terceras líneas de los festivales, y actuando en salas más bien pequeñas.
Su separación hace un par de años, nos dejó a sus fans preocupados, aunque a decir verdad sus miembros siguieron trabajando y dándonos muchas alegrías. Tanto el disco en solitario de Hamilton Leithauser como el de Peter Matthew Bauer me encantaron. Y en la gira de Leithauser le acompañó a la guitarra Maroon, otro ex-Walkmen.
De esa situación nos llega este EP I could have sworn que hacen Hamilton Leithauser y Paul Maroon. No es su primera colaboración, ya que hicieron un disco este año del que solo sacaron copias en vinilo y te lo llevaban ellos mismos a casa cuando lo comprabas. Yo escuché algunas canciones en youtube o por sus facebooks, y me parecieron inaccesibles y muy personales. Pero eso no ocurre en este corto EP, que me ha encantado.
My reward y New England Crows, son dos temas sobresalientes que bien podrían haber entrado en Lisbon el disco de The Walkmen. Sobre todo la primera donde Leithauser apabulla con su voz al oyente. La segunda, quizás sea la que más tirón comercial tenga, porque les ha salido un temazo inconmensurable, desde ese riff pop de entrada, a la percusión desacompasada, a la voz in crescendo de Leithauser que se va mezclando con coros hasta que explota en el estribillo con los Ooh oh oh oh.
Cry out of me, tiene un toque de rock americano, que no era algo normal en la banda de Nueva York, ya que incluso la propia prensa americana los acercaba más a la música europea que a la de su propio país. El Ep lo cierran con dos baladas, la primera más sosilla solo con voz y piano, y la segunda con algo más de vidilla y que titulan Utica Avenue.
De momento, este recuerdo a The Walkmen y esos dos temas tan buenos, bien merecen la pena que nos detengamos a pensar en lo inmensamente buenos que eran los de Nueva York.
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