jueves, 4 de febrero de 2016

Triángulo de Amor Bizarro

Creo que no se me ocurriría ningún adjetivo tan positivo como para describir el enorme talento de Triángulo de Amor Bizarro. Los gallegos se han convertido, para mí, en el mejor grupo nacional en la última década. De sus 4 álbumes no han fallado con ninguno, y a mí me han encantado todos. Además, tienen un directo tremendo, potente y que va al grano.

Salve Discordia es el cuarto largo de Triángulo de Amor Bizarro, una de las bandas nacionales más difíciles de catalogar. Siempre dispuestos al más sucio noise-rock, al punk sin concesiones, sin desdeñar los sonidos shoegazers y, por supuesto, sin renunciar al pop el grupo coruñés ha conseguido crear un sonido propio, un estilo que les define y en el que se sienten muy a gusto.

Reconozco que encaré este Salve Discordia con miedo, y es que un grupo que me gusta tanto había lanzado por delante Desmadre Estigio, el tema con el que abren el disco, y la verdad es que yo no era capaz de reconocer ese estilo del que hablo. Poco a poco he ido escuchando más y más esta canción y debo reconocer que es un temazo, sí, se sale de lo habitual, pero igual por eso es un tema tan apabullante.

Pese a este inicio desconcertante para sus seguidores, el resto del disco lleva el sello de la casa. Aparecen temas de brillante punk como esa genialidad que es Gallo Negro -una de mis preferidas del álbum-, Nuestro siglo Fnord o las tremendas Cómo encontró a la diosa o Euromaquia, donde vuelve a salir su visión comprometida y protestona que ha aumentado la crisis (Europa es una zorra y está matando a su juventud, cantan ellos).

También se acercan al pop más melódico, algo que les funcionó muy bien ya en Estrellas místicas del anterior trabajo, y así se sacan de la manga temas sobresalientes como Barca Quemada, Qué hizo por ella cuando la encontró o Baila Sumeria -el segundo single que han sacado. Sinceramente estos temas son los que más salida tienen para el gran público y a mí me parece que se les dan especialmente bien la verdad, eso sí un disco de ellos no debe renunciar a ese toque sucio y punk que siempre tiene. Es la mezcla lo que demuestra su talento y lo que a mí me apasiona de ellos.

En el álbum también encontramos esa maravillosa Seguidores, un tema lento que va de menos a más y que acaba con un último minuto genial a base de capas shoegazers y guitarras garageras bien afiladas.

Todo un pedazo de disco, y ya sé que igual no soy la persona más objetiva del mundo con ellos, pero es que les ha vuelto a salir un discazo. Y estoy deseando volver a verles en directo para comprobar lo bien que deben ir estos temas en vivo.

Salve Triángulo de Amor Bizarro!


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