Patience

Mi relación con el synth-pop y la electrónica en general no es muy fluida que digamos y pocos discos de pop sin guitarras me llegan a emocionar, pero la semana pasada escuché el Dizzy Spells de Patience y me tiene absolutamente ganado.

Patience es el nombre del proyecto de Roxanne Clifford, a quien conocemos bien por haber sido cantante y guitarra en esa maravilla de dark-punk-pop que fue Veronica Falls (aún escucho sus discos y recuerdo el concierto que dieron en Murcia). Pero que nadie espere, nada ni remotamente parecido en este trabajo de Patience.

No es algo nuevo, desde 2017 ya habíamos escuchado varios singles que había sacado y sabíamos por donde iban los tiros en este proyecto en solitario: bases electrónicas, sintetizador y una cálida voz al más puro estilo bedroom-pop. Un cóctel que le ha salido muy bien. La culpa la tuvo un sintetizador de finales de los 70 que se compró Roxanne y que hace que sus canciones suenen tanto al synth-pop ochentero. De hecho, lo primero que piensas cuando oyes The Girls are chewing gum, la canción que abre el disco, es en esa época y en las canciones de OMD.

Pero el disco tiene mucho donde rascar y es que ella misma reconoce que hay influencia del italian-disco y no es para menos, ya que en ciertos temas como la genial White of an eye (la más pop del álbum y mi favorita) o la obscura The Church aparece la alargada sombra de Franco Battiato y sus teclados. White of an eye es un tema poderosísimo y que bien podría ser el éxito del verano de 1983, pero por mala suerte ha sido compuesto en 2019. Eso sí, sigue siendo una canción sobresaliente, al igual que The Church que tiene un punto oscuro que me recuerda mucho a los temas de Murciano Total, la banda española de synth-pop, que también tira de estas mismas influencias. 

Destaca al final del disco otro de los cortes más pop, The Pressure, donde Patience recuerda bastante a los temas más animados de Molly Nilsson, que también tiene un proyecto similar: laptop, micrófono y a cantar. Eso sí, Roxanne, cuenta en el disco (y ella espera que también para la gira en UK) con los coros de Marion Herbain que fuera bajista y compañera en Veronica Falls y de la que sigue siendo muy amiga.

Un disco muy bonito de un elegante pop bien cuidado. Bravo.