viernes, 24 de mayo de 2019

The National

national-easy-1557151518-640x640La verdad es que llevo toda la semana escuchando con atención el nuevo elepé de The National, I am easy to find y he de decir que me gusta y que es un buen disco, pero que por primera vez con sus discos, puedo decir que le sobra alguna canción, cosa que en sus anteriores trabajos.

Quizás sea por The National están más calmados que nunca y eso hace que el álbum a veces sea un poco plano, pero fundamentalmente es porque tiene 16 cortes y creo que son demasiados. De hecho, si lo hubieran dejado en 9 o 10 canciones probablemente estaríamos ante un disco sobresaliente, porque como siempre la banda de Matt Berninger nos deja grandes canciones que merece la pena que nos paremos a escuchar.

I am easy to find se abre de forma magistral con You had your soul with (uno de los adelantos que ya conocíamos) y que tiene ese punto misterioso, armonioso y épico de sus mejores temas y donde una batería de lo más libre hace de pilar en la canción. Quizá, el otro tema más reconocible en este sentido sea Rylan

El caso es que esta fórmula que tan buenos resultados le ha dado los de New Jersey en el pasado, no es lo que abunda en el disco. De hecho, lo que más hay son baladas, algunas más accesibles que otras. Entre estas canciones, para mí destacan tres: la preciosa Hey Rosie, que bien podría haber estado en Boxer con esos punteos de guitarra que aparecen y desaparecen de la canción; la tremenda Not in Kansas que no necesita de grandes arreglos para sonar espectacular y la maravillosa The Pull of you, donde Sharon Van Etten participa y consigue crear una sinergia con Berninger de lo más interesante.

Pero hay más miga en el álbum, especialmente en aquellos temas donde The National coquetean con sus teclados con la electrónica más básica: Oblivions, I am easy to find o Hairpin Turns son un gran ejemplo de este camino.

El final del álbum lo cierran con otra balada bonita marca de la casa, Light years que me gusta bastante, aunque no llega a la épica de sus finales en otros trabajos. Lo que apenas escuchamos en el álbum son guitarrazos, que siempre destacaban en sus trabajos, tal vez Where is her heard es la única donde las guitarras sucias están presentes y destaca mucho la voz de Berninger en el estribillo, quizás este tema que va subiendo en intensidad es el que yo habría elegido para cerrar el álbum, pero a ver quién es el productor que les dice a estos lo que tienen que hacer.

Pues eso, que es otro gran disco con una decena de canciones de gran nivel, aunque tal vez le sobren un poco el resto porque descompensan el trabajo global.

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