Solo conocemos Serpentine Prison, el primer corte del nuevo álbum, y he de decir que es una auténtica maravilla. Suena a las canciones más reposadas de The National: England, Fake Empire, etc. y no ha rastro de guitarrazos o de la batería asincopada que tanto caracterizan a la banda de Berninger. En este corte, la producción es perfecta y, cuando digo perfecta, es puto perfecta: las guitarras acústicas dejan todo el protagonismo a la voz de Matt Berninger, como debe ser puesto que es su punto fuerte, pero conforme la canción va creciendo van entrando en el momento preciso unas trompetas o unos teclados sin otra pretensión que redondear un tema tremendo.
Ojalá que el disco vaya por estos derroteros, porque ese tipo de canciones ya me gustaban en su banda y, ahora, las puede explotar con toda autonomía.
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