No sé si fue antes o después de comenzar el confinamiento, a final de febrero o principio de marzo escuché el single de The Crystal Furs, Too kind to be cruel, y me encantó. El trío de jangle-pop de Portland sonaba a delicado twee-pop con toques soul de los 60's, a mí me recordó a uno de los temas lentos de The School o al último disco que hizo Lia Pamina con Dario Persi de Radio Days. Las voces, la melodía, las brillantes guitarras y ese órgano tan sixtie, todo encajaba a la perfección.
Esta semana he escuchado el segundo sencillo que han sacado, Expo 67, y ya me han terminado de convencer. Hasta tal punto, que su próximo disco, es lo que más espero este 2020. Expo 67 también tiene esas voces, esas guitarras y ese teclado maravilloso, pero ahonda un poco más en el maravilloso mundo del indie-pop de los 90, lo primero que me vino a la cabeza fue Camera Obscura, Eux Autres o Allo Darlin' y, la verdad, es que después de dos días escuchando esta canción en bucle, creo que es una absoluta maravilla muy al nivel de los grupos citados.
En Expo 67 nos hablan de arquitectura y de lesbianismo y, es que ellas mismas se definen en su bandcamp como una queer-band y reconocen que hablar sobre arquitectura (la portada del single les delata) y lesbianismo es algo habitual en ellas y que en su próximo trabajo, Beautiful and True, que saldrá en junio con subjangle, habrá más de una canción sobre esos temas. Simplemente en Expo 67, The Crystal Furs han unido ambos temas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario