Qué buena semana esta siendo esta!!! Aunque llevábamos un tiempo con poco que echarnos a los auriculares, de repente esta semana se han juntado varios buenos discos, que poco a poco iré desgranando.
Si estos días comentaba el notable álbum de Trust Fund, entre ayer y hoy aparecían los largos de Colleen Green, Waxahatchee y hoy el de The Fireworks. Así que estamos de enhorabuena en el blog, porque el indie-pop sigue muy vivo, pese a que muchos de estos discos no los veréis pasar por las críticas de las principales revistas.
I want to grow up es (me parece) el primer disco de Colleen Green, la artista de Los Ángeles había sacado alguna cassette con Burger Records creo recordar, o algún EP, pero no estoy seguro de que hubiera sacado disco. Tal vez sí, y esté yo equivocado, no sé. Lo que sí que sé es que este trabajo está cercano al sobresaliente.
Según he podido leer detrás de este trabajo se halla la crisis de los 30 que Colleen Green (y yo también) está pasando. La artistas se replantea la vida y el amor, pero no se rinde, de ahí ese título I want to grow up, toda una declaración de intenciones.
Lo que yo había escuchado de ella, era más bien bedroom-pop, y grabaciones muy DIY entre el punk y el pop lo-fi. Aquí nos muestra otra cara (bastante mejor, por cierto) y se acerca tanto al punk como al C86 o el indie-pop.
El disco empieza de forma tremenda con ese buen pepino que es I want to grow up, un trallazo de punk que nos trae a la cabeza a bandas como Buzzcocks o Titus Andronicus. Y no es el único en esta línea dentro del disco, ya que al final aparece esa genial Grind my teeth del mismo rollo, y es que no nos extraña en absoluto ya que en este trabajo colabora Diarrea Planet (que también colaboró con los Andrónicos) y ese toque de noise punk es marca de la casa.
En otras canciones suaviza ese punk y lo mezcla con el pop, como en Wild one, la segunda del disco y a mí la que más me gustado. Aparece por aquí la sombra de La Sera o de Best Coast, que me vienen a la cabeza cuando escucho esta canción. El tema es un bonito medio tiempo, con unos buenos puentes y una melodía de lo más amable. Tampoco nos debe extrañar mucho esta vertiente más pop, que también aparece en temas como Things that are bad for me (Pt. I) y es que en el trabajo también colabora Jake Orral de Jeff the Brotherhood, y ese sonido más power pop también le delata.
Lo único que hace que el disco no sea perfecto es Deeper than love, ese tema que aparece en el medio del disco y que no pinta nada. Es lento y extraño, como con un aire a St. Vincent, y que no pega mucho con el resto de temas. Desde luego supondrá su entrada en la madurez, pero esos 6 minutos si no apareciesen, mejor.
Pero es la única pega de un disco buenísimo, y que me da a mí que va a sonar mucho en mi mp3 en los próximos meses.
El disco anda por exystence.net por si le queréis dar una escucha.
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