No necesitáis más de 14 minutos para escuchar este disco, el primero de The Lemons. Supongo que desconoceréis casi todo acerca de este grupo, como yo hasta ayer. Pero ayer precisamente me encontré con el lanzamiento en Burger Records del cassette de Hello, we're The Lemons, el primer trabajo de la banda de Chicago.
En realidad es un lanzamiento compartido porque antes había salido la cinta en Gnar Tapes Records, un pequeño sello que edita sólo en formato cassette.
El caso es que le dí una oportunidad a este trabajo, y me ha dejado un muy buen sabor de boca. Ácido, sí, pero con buenas sensaciones. El caso es que The Lemons están todavía un poco verdes, y se nota en la producción y la duración de las canciones.
Son 14 cortes, que se escuchan en 14 minutos, así que os podéis hacer una idea. Hay temas que van desde el medio minuto a los más largos que duran minuto y medio. El sonido y la producción brillan por su ausencia, y se decantan por un pop lo-fi con olor a bedroom pop, y una producción casera. La verdad es que estás dos cuestiones técnicas (duración y producción) es lo único negativo que puedo comentar, porque en realidad las melodías y las canciones me encantan.
La banda aporta a su pop de baja fidelidad, un toque surf de lo más adictivo, y además de vez en cuando dejan ciertos retazos que recuerda al pop-a-billy que practicaban los pamplonicas Los Ginkas. Eso es muy evidente en la primera canción, Lemon Lime, donde están de lo más acertados -es mi canción favorita del disco, y la única que está en descarga gratuita en bandcamp-, pena del sonido tan malo, porque ese tema bien grabado quedaría de lujo.
A partir de ahí van alternando canciones de medio minuto, que en realidad son poco más que demos, con otras más elaboradas donde siguen demostrando que talento musical no les falta, Chubby Checker, Where I'd go?, Best day o Elephant están muy bien, y la verdad es que si las trabajasen un poco más y las estirasen, podrían ser magníficos cortes.
En algunas canciones se ponen algo más dulzones y me han recordado a los primeros discos de Lacrosse, y al panorama de pop escandinavo en general, temas como Monkey time, Seaweed o Margo son buenos ejemplos de esta faceta.
En general un disco de lo más disfrutable, sobre todo en la mierda de día lluvioso de hoy, y que te va a sacar una sonrisa en la cara. Ya digo que, si mejorasen la producción, trabajasen más las canciones y las alargasen otro minuto, se les quedaría un auténtico trabajazo.
Veremos como evolucionan estos Limones de Chicago.
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