Creo que los escoceses Belle & Sebastian habían creado una expectación fuera de lo común alrededor de su 9º disco Girls in peacetime want to dance, que saldrá la semana que viene a través de Matador Records. Y es que el single que avanzaron The Party line, con ese toque discotequero, dejó a todo el mundo flipando.
He de reconocer, que a mí no me gustó, y la verdad es que sigue sin convencerme mucho. de hecho pensé que si todo el disco era así, conmigo no iban a acertar precisamente. Y es que me encantan los Belle & Sebastian de toda la vida, los más melancólicos y tristones, los de sobresalientes melodías de indie-pop. No quiero experimentos.
Pero Stuart Murdoch, está por la labor de ir cambiando la cara a su sonido. Y ha desempolvado sus discos de dance ochentero para sacarse de la manga unos cuantos temas que tal vez empiecen a sonar en las pistas de baile más modernas. Y de hecho, seguramente, en algunos festivales hasta pongan al público a menear las caderas (lo que nos faltaba por ver en un concierto de Belle & Sebastian, jejeje)
Junto a The Party Line, hay unos cuantos temas en esta línea bailable en el disco. No condeno todos, porque hay alguno salvable donde tiran de sintetizadores muy ochenteros para crear alguna buena canción como Play for today o The book of you. Aunque también es cierto que aparece ese Enter for Sylvia Plath, que aunque con una entrada a lo Camela, consigue remontar hasta convertirse en una canción algo menos vulgar (seguramente ésta será de esas canciones que les valga el éxito de los más variados festivales, de hecho la gente ya habla maravillas de ella). A mí esta línea me deja frío como el hielo, para que os voy a engañar.
Si me he decidido a comentar el disco, obviamente, no es por esos temas dance, si no por un par de temas que sí que han incluido y que son marca de la casa de los Belle & Sebastian de toda la vida. Se ve que no se han atrevido del todo a romper con el pasado, y nos han querido contentar a algunos con estas canciones (lo agradecemos).
Así nos encontramos con Nobody's empire, la canción con la que abren el disco y que es una auténtica maravilla, o con Ever had a little faith? otro precioso corte que recuerda a sus temas del If you're feeling sinister. Son las dos que mejor les han quedado, en este grupo de canciones que no abundan, pero que también están en el disco.
La verdad es que no pegan ni con cola las unas junto a las otras, pero a pesar de todo les ha quedado un disco interesante, con cosas nuevas, nuevas experiencias, sintetizadores, nuevas influencias, y también alguno de los temas de siempre.
El disco anda por Don't eat the yellow snow, por si lo queréis escuchar antes de que salga y así valorarlo mejor.
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