Ya he leído en varias revistas y en varios blogs que el regreso de Sleater-Kinney iba a ser uno de los discos del año. Sinceramente, no creo que para mí lo vaya a ser.
La banda americana formada a mitad de los 90 se convirtió en uno de los referentes más claros del riot grrrl con su punk rock de pegada instantánea y letras que ahondaban en el imaginario identitario de la mujer. Aunque en sus últimos trabajos habían virado hacia un hard rock que hablaba de depresiones y violencia, parece que ahora vuelven la vista hacia su sonido más reconocible.
Este No cities to love de 2015 comienza denso con Price tag y Flagless, rock rabioso y melodías que no son fáciles de tararear. El primer tema destacado nos lo encontramos con Surface Envy donde por primera vez aciertan con el estribillo, algo que repiten en No cities to love, la canción que da título al disco y que es de las más poperas.
Con A new wave parecen querer hacer un homenaje a la nueva ola ochentera y les sale uno de los mejores temas del disco. Pero lo mejor nos lo encontramos al final con ese Bury our friends, el single que han sacado de este disco, y que, aunque al principio no me entró muy bien, al final le he terminado cogiendo el gustillo. Y rematan bien la faena más punk-popera con Hey Darling, un tema más accesible y que les ha quedado bastante bien.
En fin, un disco normalito, con algún tema destacable, pero que en general no creo que vaya a pasar la criba de lo mejor del año.
En newalbumreleases o exystence lo tenéis por si lo queréis escuchar.
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