Low

Low, la banda de Minnesota es una de esas grandes formaciones que son altamente respetadas por los críticos, bien valoradas por el público especialista, pero que nunca terminan de jugar en la primera división de la música. En parte, se debe a los altibajos entre sus trabajos y en parte a ese estilo que tienen que es hacer simple lo complejo, de formar grandes canciones con pocos instrumentos y de dotar a sus composiciones de un aspecto melancólico y a la vez misterioso. Eso no vende, no, pero suena de puta maravilla.

Ones and sixes es el undécimo álbum de un grupo que lleva activo desde principios de los 90, así que si a estas alturas no lo han petado ya, tal vez nunca lo hagan. Pero no pasa nada, su enorme calidad y talento no va a pasar desapercibida.

Desde aquel genial C'mon de 2011 que me enamoró había sacado otro disco que no me dijo gran cosa, pero con este creo que vuelven a entrar de lleno en mi corazón, y es que les ha salido un disco espectacular de comienzo a fin, muy compacto y con un sonido profundo que te mantiene atrapado todo el tiempo. Buenísima muestra de este épico y lento estilo son los dos primeros cortes: Gentle y No comprende. Dos temas misteriosos donde la base rítmica de la batería y las voces aterciopeladas te enganchan por completo, sobre todo en el segundo -algo que repetirán más adelante en canciones como The Innocents.

Pero también hay hueco en el disco para temas algo más pop, y más cercanos a sus anteriores trabajos, como la preciosa balada Spanish translations o No ends, What part of me  o Kid in the corner donde se ponen algo más guitarreros y melódicos.

En definitiva, un sonido muy homogéneo que le da un punto relajado y agradable a un disco que es una pequeña joya dentro de una discografía con altibajos.