jueves, 28 de octubre de 2021

La Luz


Recuerdo haber comentado en el blog el adelanto del anterior álbum de La Luz, Floating Features de 2018, y ya en su día me sorprendió mucho el cambio desde el garage hacia esas guitarras surf perezosas que bien parecen sacadas de un western de Tarantino.

Tres años después y ya afincadas en Los Ángeles (ellas son de Seattle), La Luz nos dejan su disco homónimo donde han seguido esa línea de pop psicodélico setentero, guitarras surf y riffs fronterizos que hacen de su sonido algo adictivo.

Es cierto que en la primera mitad  del álbum, La Luz se decantan por canciones más bien reposadas y fronterizas que, probablemente, no se te peguen a la cabeza a la primera, como In the Country, Oh Blue o Goodbye Gohst, pero que son muy interesantes. Incluso, meten alguna instrumental como Yuba Rot que, tal vez, ralentiza un poco el trabajo y no le permite despegar. Solo Watching Cartoons parece desperezarse un poco.

Pero, en la segunda mitad del trabajo, cuando La Luz pisan un poco el acelerador se nota la gran calidad que tienen. En Metal man se meten de lleno en el pop psicodélico de los setenta, algo que me ha recordado a los últimos discos tan buenos de Dum Dum Girls. En I won't Hesitate y la bonita Down the Street, sin embargo, entran en los sonidos de los girl groups de los sesenta y el folk de los setenta y nos dejan, en el último, el que quizás sea el mejor corte de este trabajo. 

El final del disco, con Spider House, se despiden con otra instrumental que recuerda al rock psicodélico de The Animals.

Tal vez, cueste un poco hacerse a su sonido, porque no es para nada comercial, pero la calidad y el talento de La Luz están presentes en este trabajo tan interesante.

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