domingo, 30 de junio de 2019

Honey Radar

La semana pasada, por casualidad un contacto en facebook compartió este disco de Honey Radar y, la verdad, es que es un buen trabajo en el que merece la pena pararse un segundo.

Yo no conocía a Honey Radar, aunque viniendo de donde vienen no me extraña que me gusten, ya que siempre he sido particularmente fan de la Philly scene de Philadelphia. Hasta hace 4 o 5 años muchas de las bandas que escuchaba venían de ahí: Mercury Girls, Literature, Swearin' o Radiator Hospital.

Este trabajo titulado Ruby Puff of dust se te pasa en un suspiro porque está lleno de canciones cortas (solo 3 cortes superan los 2 minutos!!) que tiran del pop y la psicodelia de los 60, aunque claro, suenan de lo más actuales, a veces más pop y a veces más acelerados. Si te molan Small Faces, The Byrds o The Sonics, te va a gustar este grupo.

Empiezan sesenteros total con ese pepino de Kite balloons que tiene mucho de psicodelia noventera de Kula Shaker, pero no se detienen ahí y con Cornflake ESP (algo más pausada, es una canción preciosa que me recuerda a la psicodelia pop de The Proper Ornaments) y Tick Tock nos dejan de piedra. 

En el álbum, Honey Radar, van alternando cortes más crudos con otros más redondos, eso sí sin perder nunca una producción lo-fi y un sonido muy DIY: Carousel Society es el mejor ejemplo de cuando sacan las guitarras a pasear y hasta me recuerda un poco a los Oasis de The Masterplan (el disco de B-sides, no la canción).

Incluso ese final pop de 4 minutos (el tema más largo del disco) con The Golden String queda genial para cerrar este álbum tan interesante.

jueves, 20 de junio de 2019

Titus Andronicus

Resultado de imagen de titus andronicus an obeliskQuizás haya sido una de las mejores sorpresas que me podía llevar a estas alturas de curso en el que actas, informes de TFM, tribunales de TFG, exámenes y revisiones se acumulan (ayer 3 horas de Junta de Facultad para aprobar unos horarios que ya tenían el consenso mayoritario de todas las áreas, prrrfff...). En fin, que An Obelisk de Titus Andronicus, se ha convertido en los últimos tres días en mi disco de descarga de nervios.

Y es que después del irregular A productive cough del año pasado, ya no esperaba un disco tan bueno de Patrick Stickles y su panda. Pero An obelisk, lo es. Y tiene 3 o 4 canciones cerca de su mejor momento (para mí The Monitor, aunque su primer disco también me encanta).

Pero este álbum tiene algo de engaño, y es que sus canciones pertenecen al proceso de grabación de The Most Lamentable Tragedy (2015). No me preguntéis por qué estas canciones que tan bien han quedado aquí fueron desechadas de aquel disco (que excepto un par de cortes, también fue bastante irregular), quizás en ese momento no era lo que le pedía el cuerpo, pero el caso es que ahora se lo ha pedido y, menos mal.

An obelisk recupera esa buena dosis de punk, hardcore y melodías pop que los de New Jersey saben hacer perfectamente y que tan bien plasmaron en sus dos primeros álbumes. De entrada hay dos canciones tremendas, con buenos guitarrazos, gritos y su melodía inconfundible: Just like ringing a bell, con la que abren el trabajo y la tremenda (I blame) Society que es un pepinazo increíble digno de estar en el Zen Arcade de Hüsker Dü, cosa que no nos extraña ya que en una entrevista reconoció que se ha inspirado mucho en el último libro publicado por Bob Mould (y de hecho va a girar haciendo de telonero para él). De hecho, en este estilo hay temas que destacan en todo el disco como Beneath the boot.

También hay margen para echar el freno, como en My body and me, donde esas guitarras pesadas hacen de telón para un medio tiempo bastante digno, al más puro estilo The Men (cuando lo de NYC hacían punk y no se liaban con las influencias del rock americano).

Aunque lo mejor del disco, a mi juicio, llega al final con dos cortes tremendos The Lion inside y, sobre todo, Tumult around the world, que es la mejor de todo el disco. Y dejarse la mejor canción para el final del disco es algo que solo te hacen Titus Andronicus. Este corte, tan The Monitor, dan ganas de estar gritándolo todo el día y eso que, tal vez, sea el corte más pop de todo el álbum.

Una buena sorpresa ver que Titus Andronicus, esto es Patrick Stickles, sigue haciendo estas canciones que tanto nos gustan. 


lunes, 17 de junio de 2019

Jeanines

Resultado de imagen de Jeanines band nycEstamos casi llegando al ecuador del año y antes de tener que hacer el recopilatorio veraniego de Nebrija Records tenemos la suerte de poder escuchar uno de los mejores discos de este año, el álbum homónimo de las neoyorquinas Jeanines, que viene con aval inconfundible de Slumberland.

Ya os hablé el año pasado con su demo y este mismo con el adelanto de Either way el single que avanzaron y que es una de las mejores canciones que he escuchado este año, donde bien se acercan al twee-punk y al cuddlecore de grupos como Marine Girls, Bunnygrant o Tiger Trap (un estilo que me encanta). 

Pero Jeanines tiene mucho más donde rascar, que quizás es lo que más me ha llamado la atención y algo por lo que me ha gustado mucho este disco. Y es que ya en Winter in the dark, que es un tema que me vuelve loco, ya tiran hacia un punk-pop más obscuro y gótico que recuerda mucho a Veronica Falls o a grupos ochenteros como The Slits o Siouxie & The Banshees. Esto sucede a menudo en el disco con temazos como Hits the bone, Why o el estribillo de Where I stand.

Pero en esa faceta twee-pop es donde están más acertadas, bueno o no, pero sí es donde llaman más la atención y están más resultonas. Ahí aparece Too Late que bien podría haber sido un corte de The Primitives en plena explosión C86. De hecho, es un tema tan sobresaliente que rivaliza por ser lo mejor de este trabajo. En este línea más indie-pop destacan también You were mine, muy del estilo de bandas actuales como Rays, o ese genialidad pop que son Is It real y Wake up con las que cierran el álbum de forma magistral.

Aunque son 16 temas los que forman el disco, ninguno llega a los 3 minutos, y casi ninguno llega a los 2 minutos, así que se te pasa en un santiamén y estás deseando darle al play otra vez. Bravo por Jeanines.

miércoles, 12 de junio de 2019

Sacred Paws

Imagen relacionadaDos semanas antes de escribir esta entrada al blog, escuché por primera vez el disco de Sacred Paws, Run around the sun. En ese momento no le dediqué mucha atención, pero conforme han ido pasando las semanas el álbum ha ido creciendo y creciendo.

El dúo formado por Rachel Aggs y Eilidh Rodgers es lo que menos te puedes esperar de una banda de indie-pop de Glasgow ya que no comparten estilo con ninguno de los grupos de allí, bueno en realidad, con casi nadie. Eso hace a Sacred Paws una banda de lo más interesante.

Este Run around the sun es su segundo trabajo, yo el primero no lo conozco, pero desde luego en este han clavado un discazo lleno de ritmos africanos y caribeños, percusiones taquicárdicas y muchos arreglos orquestales: trompetas, teclados y coros.

La verdad es que desde que inicia con The Conversation el álbum no da un respiro, y en sus 10 cortes no pisan nunca el freno. Tal vez ese detalle fue lo que me hizo al principio no hacerle mucho caso a este trabajo ya que me sonaban todas las canciones como una amalgama repetitiva de instrumentos y ritmos africanos acelerados: What's so wrong, Brush your hair, Life's too short o la jamaicana Is this real? que es bien chula. De hecho, ellas mismas reconocen que querían hacer un disco con canciones de pop propulsivas, tal y como  hace Carly Rae Jepsen. No me preguntéis en qué se parecen a su música ni por qué iban a querer parecerse conceptualmente a ella.

Pero entre tanto ritmo africano hay espacio para las buenas canciones de pop, algo que ya hicieron Vampire Weekend en su día: el medio tiempo, y la más lenta del trabajo que es How far es una gran canción y, sobre todo, las geniales Almost it con ese riff de guitarra y esas trompetas tan The June Brides, y mi favorita Shame on me, que es la más divertida de todo el disco.

En definitiva, Sacred Paws ha hecho un disco de ritmos africanos desde Glasgow y se agradece antes del verano, sobre todo porque se sale de la norma y de lo que esperamos. Y bueno, porque además tiene algunas canciones muy buenas.

martes, 11 de junio de 2019

The Royal Landscaping Society

Resultado de imagen de The Royal Landscaping SocietyThe Royal Landscaping Society, pese a que no lo parezca por el nombre, es una banda sevillana que desde hace ya algunos años nos está dejando canciones de pop de mucha calidad y que, desgraciadamente, en los grandes festivales nacionales no les hacen mucho caso (en el extranjero, curiosamente, los valoran más y han tocado en indietracks, verbena o el Paris popfest).

Cris Romero y  David Vidal tiran de un pop con aires dream y preciosas melodías. Un buen sinte y algo de electrónica ensoñadora para envolver sus canciones y que queden perfectas junto a guitarras y bajo. Este 2019 nos han sorprendido con un single que ha lanzado Matinée Recordings (un sello que me encanta y que les pega mucho) y del que solo he escuchado la cara A: Goodbye que es una auténtica maravilla.

Ojalá pronto tengamos más noticias de The Royal Landscaping Society en forma de elepé porque su música bien lo merece.


miércoles, 5 de junio de 2019

seablite

Hasta la semana pasada no conocía nada de seablite, una banda de indie-pop con toques dream y shoegazers que llega desde San Francisco.

La semana pasada escuché el single que avanzaron y mañana está previsto que salga su primer LP Grass Stains and novocaine. Aunque el disco completo ya lo ha subido Emotional Response en soundcloud y, desde ayer por la tarde, no paro de escucharlo, porque sin duda se trata de uno de los mejores discos de este año.

seablite ya sacaron un EP en formato cassette hace un par de años, pero para mí pasó absolutamente inadvertido. En él ya recibió buenas críticas que hablaban de una banda con un sonido muy propio capaces de crear grandes melodías pero también de rodearlas perfectamente de suciedad, guitarras y capas de sonido. Y eso es lo que nos encontramos en este primer disco de las de la bahía.

Grass Stains and novocaine, empieza con una declaración de intenciones muy clara Won't you, donde de entrada la lían a guitarrazos y voces dulces que llegan de ultratumba. Es una de sus mejores características, aunque a lo largo del disco van dando más peso a una faceta u otra. En este primer corte llegan a un equilibrio muy interesante que hace que te enganches al disco. Si tuviera decir alguien a lo que me recordase este primer tema es Lush o My Bloody Valentine cuando sacan su lado pop. De hecho, estas canciones con más capas y más dream-pop siguen apareciendo en el disco y con muy buen nivel: Lollipop crush o la final y genial (es una de mis preferidas) I talk to frogs, donde se ponen un poco más poperos.

En el lado donde dan más peso a la melodía que a las guitarras es donde más acertadas están (si cabe) y les salen canciones sobresalientes casi sin despeinarse: Pillbox es una maravilla de velocidad punk y gran melodía, al igual que las más pop Heart Mountain (que fue la que yo conocí como adelanto) donde pisan el freno y se van más hacia el indie-pop de los 90 de The Field Mice, algo que también sucede en House of Papercuts (un guiño a la banda de Jason R. Quever?). Quizás sea esta la canción que más se pueda acercar al gran público, aunque hay que decir que mi favorita es Haggard, con un un riff de guitarra muy veraniego y una melodía contagiosa, eso sí, la suciedad de las capas de guitarras y la baja intesidad de la producción hacen que tenga ese toque DIY tan especial y que no destaque tanto en el disco. 

Para mí, este Grass stains and novocaine de seablite se trata de uno de los mejores discos de indie-pop del año y ha sido una gran alegría que llegue antes del verano para disfrutarlo!



martes, 4 de junio de 2019

The Slow Summits

Summits benchwarmingJunio siempre es un mes jodido en el docencia: final de curso, locura, notas, revisiones, exámenes, recuperaciones, tribunales de TFG y TFM, evaluaciones, actas, reuniones, horarios del año que viene ... este año, además se ha juntado todo! Pero este EP de The Slow Summits me ha alegrado un poco este inicio de mes. Básicamente porque los conocí ayer en Austin Town Hall, el blog que mejor trata últimamente el indie-pop. Y fue todo bastante casual, ya que los propios miembros de la banda fueron los que escribieron a la revista ya que pensaban que su estilo se adaptaba muy bien a la publicación, y vaya si tenían razón!!!

The Slow Summits son una banda sueca que recupera lo mejor del indie-pop escandinavo de los 90 y los 00. En realidad es un indie-pop elegante que tiene como referencia bandas como Northern Portrait, Orange Juice o The Go-Betweens, pero sin renunciar a la velocidad del C86 de The Pastels a quienes homenajean con el nombre de la banda.

Este EP Languid Belles son contiene 4 cortes (me quedo con ganas de mucho más) pero es que me encantan las cuatro canciones igual que Amelia Fletcher (Heavenly o Tiger trap) participe en este trabajo tiene algo que ver.Me gustan desde las ochenteras, Less than impressed (muy Aztec Camera), The Spirit of the lyrics o Regrets, hasta la divertida y rápida (A hit) to your wallet que bien podría ser una canción de grupos como The Lodger, y es la canción que más me lleva loco.

The Slow Summits han sido un sorpresón y me encantan desde ya mismo, ojalá pronto venga con un LP debajo del brazo!