Nebrija Records 2022 Diciembre

Habitualmente suelo subir el recopilatorio de final de año el día 26 por el boxing day, pero este año me ha pillado el toro y no lo tenía preparado. Además, los dos días siguientes me subí a esquiar y ayer estuve toda la mañana para acabar una cosa de trabajo (que no he acabado, por cierto). Así que con todo eso, el volumen de diciembre de Nebrija Records llega hoy con algo de retraso. Sorry.

Ya sabéis que siempre hago otro recopilatorio a mitad de año, en julio, así que juntando los dos, os podéis hacer una idea de lo mejor del año para mí.

En este volumen de final de año hay un poco de todo. De hecho, suele ser más extenso porque también se incluyen discos de principios de año que he descubierto algo tarde. Por eso también, suele ser un poco más ecléctico.

El tracklist definitivo es el siguiente:

1. EggS - Local Hero

2. Field School - I just wanna paint you in pictures

3. Jeanines - After all

4. Voxtrot - The start of something

5. Tony Molina - I don't like that he

6. The Umbrella Puzzles - What's that sound

7. Jim Nothing - Yellow House

8. Lande Hekt - Gay Space Cadets

9. Say Sue Me - No Real place

10. Alvvays - Belinda Says

11. Frankie Cosmos - Aftershock

12. The Reds, Pinks and Purples - I should have helped you

13. Weyes Blood - Hearts Aglow

14. Ducks Ltd. feat Jane Inc. - In Between days

15. Northern Portrait - Once Upon a Bombshell

16. The Beths - Expert in a Dying Field

17. Best Bets - The Minor Leagues

18. Adults - all we've got // all we need

19. Martha - Beat perpetual

20. Even as we speak - Begins Goodbye

21. Let's Whisper - The things that define you

22. Model Shop - Letters to Melissa

23. The Laughing Chimes - Ice Cream Skies

24. The Silent Boys - Christine

25. Panda Bear & Sonic Boom - Edge of the Edge

26. The Haunted Youth - Teen Rebel

El enlace para descargarlo: 

https://www.mediafire.com/file/10ocrtj0x5e3yrp/Nebrija_Records_2022_December.zip/file 

Y la lista de spotify (falta una canción): 

https://open.spotify.com/playlist/4ammQAAongkbmhByc6UsrS?si=fb4d3259c58a4ea5

Felices fiestas y feliz año nuevo a todos/as :)

Tigres Leones

Dicen que Tigres Leones son un grupo inclasificable. No sé, yo tuve la suerte de ver a los del Puente de Vallecas un verano en el faro de Cabo de Palos y me parecieron ante todo un grupo de rock, donde las guitarras y las letras no se discuten. Vale, quizás no se ajusten a un etiqueta concreta, pero ¿Quién quiere etiquetas si lo que hacen lo hacen bien?

Entre sus discos encontramos influencias de bandas rockeras como Pixies, aires más dream-pop a lo Mercury Rev o, incluso, el pop de grupos como Surfin' Bichos o El Niño Gusano. En realidad, ese es su estilo.

Esta semana han sacado un single adelanto, Creo que empiezo a ver la luz, para su nuevo álbum que saldrá el próximo año. La verdad es que es un corte genial. Muy de dream-pop, algo ensoñador pero donde las guitarras aparecen para tomar el control de la canción.

La verdad es que desde hoy mismo me tienen atento a la salida de su nuevo trabajo.

Depresión Sonora

El otro día antes del concierto de La Paloma comentábamos la aparición de una serie de discos españoles este año que habían tenido el post-punk ochentero de grupos como Parálisis Permanente o The Cure como referentes. Así tenemos a Margarita Quebrada (tal vez la opción más sintética), La URSS o este genial El arte de morir muy despacio de Depresión Sonora, que es el que a más me ha gustado.

Por supuesto, el post-punk como referente está en la mente de muchos grupos y destacar en este campo no es nada fácil. Depresión Sonora lo hacen acercándose mucho a las melodías más pop, de hecho esa tremenda Bienvenido al Caos me recuerda a las melodías de los rusos Motorama, aunque incluyendo coros, más guitarras eléctrica o teclados pop.

Ese es, precisamente, el punto fuerte de este álbum de Depresión Sonora. Saben mezclar con éxito canciones obscuras y casi recitadas como Te mientas a ti mismo para ser feliz, Fumando en mi funeral o Veo tan dentro, con otras donde las melodías pop ponen algo de claridad a sus reflexiones: Dónde están mis amigos, la volcánica Voy a explotar o la final Como todo el mundo. Y en la perfecta conjunción entre ambas facetas nos encontramos la que, para mí, es la mejor canción de este trabajo: Dos adolescentes y su primer amor. Una melodía de corazón pop, que podría haber firmado Christina Rosenvinge, sumado una base obscura y la justa medida de guitarras y teclados al más puro estilo New Order.

Como decía, muchos grupos tienen estos sonidos como referencia y en los últimos años hemos tenido buenos discos de Trajano, Fantasmamidi o La Plata. Pero esta nueva hornada viene fuerte y con canciones muy bien hechas.

Adults

A finales de octubre comenté el último álbum de Martha. Una de esas bandas punks por las que tengo predilección. Entonces cité a otro grupo que este año sacó un disco (también en octubre) de lo más interesante en la misma línea, el for everything, always de Adults.

La banda británica ha recogido en este álbum trece canciones con donde la urgencia punk y las melodías pop se mezclan a la perfección: all we've got // all we need, killing & dying & something more positive, 2sqs o TFL has a lot to answer for son buenos ejemplos para hacernos una idea de por donde van los tiros. Ellos mismos en su bandcamp se comparan a las guitarras de The Beths o al pop de Trust Fund. Y, sinceramente, creo que están muy acertados.

Eso sí, hay cortes donde se acercan más al pop. Esto ocurre en las geniales Janine (JG forever) o en The high watermark (thoughts of u). También en las más tranquilas the nod, wasn't like that o secret song to end side one, donde recuerdan un poco a los Neutral Milk Hotel más esquivos.

Incluso el corazón punk-pop de cortes como things we achieve o the pitch & yaw of the 6.12 to Brighton nos trae a la mente a bandas como Martha o The Spook School.

Es un disco de espíritu punk que se te pasa volando. Eso sí, no renuncia al corazón pop, y eso es un detalle que hace de Adults un grupo especial.

Hunx & His Punx

Han sido nueve años (bueno entre medias salió el single tan sixty Baby of the band) sin tener noticias de Hunx & His Punx, una de esas bandas de garage-punk que salió a principios de la década pasada junto a gente como Ty Segall o su colega Mikal Cronin. La verdad es que, al menos en este blog, tuvieron su momento y, de hecho, los he pinchado a todos más de veinte veces en La Yesería.

Y cuando pesaba que Hunx & His Punx simplemente no existían como banda, aparece este single en 2022 con la genial White Lipstick, donde se acercan más al pop. Eso sí, las referencias queer no desaparecen ya que trata de un joven queer que va a conciertos de "girl bands" y quiere parecerse a ellas.

Tampoco desaparecen sus letras ácidas en lo político, así la cara b Lose my mind, algo más garage y obscura, trata de la tenencia indiscriminada de armas en Estados Unidos.

Estamos de enhorabuena, porque tener nuevas canciones de Hunx & His Punx siempre es una buena noticia.

Hunx and His Punx · White Lipstick

Best Bets

El pasado finde fue un finde de lo más divertido musicalmente hablando: el viernes La Paloma y Carolina Durante, el sábado Detergente Líquido y Aló Presidente. Los cuatro grupos me encantaron. A los dos primeros ya los había visto y a los dos últimos era mi primera vez y me apetecía mucho verles (además, pude traerme a casa sus discos).

En las conversaciones que tuve con la gente que me iba encontrando especialmente con José Luis, salió a la palestra el disco de Best Bets, On an unhistoric night, que sacó el pasado abril Meritorio Records. La verdad es que ha sido uno de los discos que más me ha gustado del año (al menos de los más entretenidos) pero por alguna razón no lo puse en el blog. 

Best Bets llegan desde la siempre prolija escena de Christchurch en Nueva Zelanda. La banda nace de James Harding y Olly Ellis Crawford, dos amigos que ya tocaban juntos en la banda punk Transistors. Suman también a Joe Sampson, de Salad Boys, al bajo y ya tienen formación para salir adelante.

Es un álbum en el que encontramos un poco de power-pop y bastante de punk. Hay cortes donde las guitarras rugen y se aceleran como en King Cnut o Wrong side of the sun. Aquí están más cerca de grupos cañeros como Japandroids o Cloud Nothings y, la verdad es que suenan genial. Incluso en Always on the losing side recuerdan al punk ochentero de grupos como 999 o Stiff Little Fingers.

En la apertura The Point y en la final That movie that never got me, o en el primer single que sacaron, The Minor Leagues se acercan algo más al power-pop guitarrero de bandas como The Flaming Groovies. Eso sí, The Minor Leagues es un auténtico himno que acaba al más puro estilo pub-rock, algo que ahora podrían firmar los mismísimos Titus Andronicus. Esto también pasa en esa acelerada sucesión de guitarras que es Whataworld. Sin embargo, en Looking Back with Mike aparece un teclado de lo más beat y les sale el corte más mod de todo el álbum al más puro estilo The Chords o el último disco de Young Guv.

Para mí, lo mejor de este disco llega con sus cortes más punk-pop, donde enlazan con los primeros Green Day, los del Klerkpunk, y les salen auténticos pepinazos como European Cars, Crystal Mausoleum u Olympic Sprinter.

En definitiva, pocos discos de punk mejor que este de Best Bets os vais a cruzar este año. De hecho, ya lo he visto en varias listas de lo mejor del año (por supuesto, en blogs o podcasts muy residuales -por el alcance, que no por la calidad de los mismos que es muy alta y por eso los sigo).

Los Punsetes

Sinceramente no sabría decir ya cuantos álbumes han sacado Los Punsetes porque hace mucho tiempo que me acompañan. Creo que este es su séptimo trabajo. Recuerdo sus primeras canciones y cuándo salió su primer disco. Recuerdo la primera vez que les vi en directo en el 12&medio en un Microsonidos. Recuerdo, de hecho, todos los conciertos que les he visto (y no serán pocos) y empiezo ya a recordar los que me quedan por ver.

AFDTRQHOT está al nivel del resto de sus discos. Y eso es decir muchísimo porque siempre han sido sobresalientes.

Hay cortes como Estratos Geológicos, España, Corazones o No puedes correr que me han traído a la memoria sus primeros álbumes irreverentes, pero en general, es un disco en el que sobresalen las guitarras potentes y el noise. Ahí tenemos la final FOMO, Un condenado a muerte se ha escapado, Cerdos, Que te vaya mal o esos nueve minutazos de música que es Ocultismo que son casi tres canciones en una.

Eso sí, cuando pisan el acelerador punk nos dejan cortes absolutamente memorables. La muy punk-pop Cosas que no me gustan que acaba con esa tormenta tan Joanna Gruesome. Pero, sobre todo, desde hace 2 semanas no paro de escuchar Hola, Destrucción y no consigo sacármela de la cabeza.

Desde luego, nadie podrá negar que la carrera de Los Punsetes es coherente y que han currado mucho. Son muchas canciones, muchos discos, muchos conciertos siendo fieles a sí mismos porque desde luego han antepuesto su modo de ver la vida antes que cualquier otra cosa.

Yo me alegro mucho de poder seguir escuchando sus canciones y tener más oportunidades de verlos en directo.

Eggs

En 2018 comenté por primera vez el EP de los franceses Eggs que salió con Howlin' Banana Records y que ya me encantó. En 2019 sacaron un single que también se coló en los recopilatorios de final de año y el año pasado sacaron un EP titulado Greatest Hits que me pillé en vinilo. Así que, podemos decir con claridad, que la banda parisina me ha tenido atento a todos los lanzamientos que ha hecho en los últimos años.

Así que el lanzamiento hace unas semanas, en noviembre, de su primer trabajo en larga duración, no iba a ser menos. Eggs han debutado oficialmente con A Glitter Year y, sin duda, va a ser uno de los mejores álbumes del año, aunque al salir tan tarde no creo que se vaya a colar en las listas de los medios. En mi lista mental de lo mejor del año, seguro que sí.

Podríamos incluir la música de Eggs entre lo mejor del C86 y el indie-pop que se viene haciendo en los últimos años, así que sus guitarras os pueden recordar a grupos de ahora como Ducks Ltd o a bandas antiguas como The Pastels o The Wedding Present. Ahí encontramos cortes como Local Hero u Old Fashion Virtue con las que abren el disco y que son dos buenos pildorazos guitarreros. La punk Walking down to the Cemetery Road enlaza directamente con el punk-pop de The Replacements o los primeros Green Day.

Eso sí, Eggs tienen varios puntos a su favor. El primero esa dualidad de voces chico/chica que tanto recuerda a veces a bandas con vocalistas femeninas como The Darling Buds, The Flatmates o The Shop Assistants. El segundo, como sucede en Still life o Daily Hell, la inclusión de unos teclados muy interesantes que recuerdan a grupos como Alvvays. Y el tercero, otro instrumento invitado, como es la aparición del saxofón en cortes como Crocrodile Tears y que me trae a la mente el último disco de Titus Andronicus o los álbumes de la banda punk de New York, The Men.

Cuando Eggs pisan el freno, eso que sucede en la descarnada Turtle Island o en los medios tiempos We were soldiers y Masquerade, también están de los más acertados y les sale esa influencia tan Neutral Milk Hotel.

Eggs debutan con uno de los álbumes más interesantes del año, algo que nos alegra a los que les veníamos siguiendo ya desde hace años. Ojalá pronto tenerlos por España tocando en directo.

The Laughing Chimes

Hace un mes o así os comentaba el adelanto de The Laughing Chimes del que es su nuevo trabajo, un EP titulado Zoo Avenue que han sacado con Slumberland Records.

Los hermanos Evan y Quinn Seurkamp fueron una de las grandes sorpresas del año pasado si hablamos de bandas indie-pop. A pesar de su juventud, tienen muy claro su camino y es algo que se agradece. Guitarras jangle, como en la homónima Zoo Avenue, que recuerdan a The Byrds.

También hay mucho del Paisley Underground y el pop norteamericano de los ochenta, así no nos debe extrañar que cortes como Ice Cream Skies, Laurel Heights o Cats go Car Watching nos recuerden a grupos como REM, The Springfiedls o The Rain Parade.

The Laughing Chimes nos dejan estas maravillosas seis canciones después del éxito de su álbum debut del año pasado que les ha valido para fichar por uno de los grandes sellos del ámbito independiente americano.

Nos alegramos mucho por ellos y ojalá pronto saquen más canciones y los podamos ver en directo por España.

Model Shop

Si el otro día comentaba el disco de Field School, el cantante de Math and Physics Club. Hoy vengo con el álbum de Model Shop, el resto de la banda de Seattle que también han sacado sus nuevas canciones incluyendo a la bajista Jen Fox.

De hecho, este Love Interest de Model Shop, se acerca más al indie-pop de su antiguo grupo. Hace unos meses ya conocimos la genial Letters to Melissa, un soberbio corte de pop: guitarras jangle y buenas melodías. Muy en la línea de grupos de The Lodger o Northern Portrait, por ejemplo. Así nos encontramos también con canciones espectaculares como Compilation Tape, I was told that would be easy o Lucky, con la que abren maravillosamente el disco.

Eso sí, a Model Shop también le da tiempo a incluir otros sonidos e influencias. Por ejemplo, esa preciosa A simple emotion, que tanto recuerda a los mejores Aztec Camera, o los medios tiempos Sunshine Rendezvous y Millionaires, donde pisan un poco el freno y les salen unas canciones muy bonitas.

En definitiva, es un disco de puro espíritu pop, no inventa nada nuevo pero lo que hacen, lo hacen realmente bien.

Field School

Ya comenté hace unas semanas el primer adelanto del disco de Field School: When summer comes. En realidad, se trata del proyecto en solitario de Charles Bert, el cantante de Maths and Physics Club, la banda de indie-pop de Seattle. En realidad recoge algunas de las canciones que este mismo año ha publicado en dos EPs, pero introduce unas cuantas nuevas.

A mí es una banda que me encanta y, justo hoy, también sale el disco de Model Shop el proyecto de otro de los miembros de la banda. Pero, qué ha pasado? Pues que la pandemia les pilló separados y no se han podido juntar a hacer canciones. Así que los diferentes miembros del grupo han ido creando y sacando sus propias canciones por separado. Esto también ha provocado que cada uno pueda dar su toque más personal a la música. Eso sí, sin perder nunca el norte del indie-pop.

Las canciones de Field School sí que tienen claramente un toque más personal, ya que podemos escuchar unas guitarras más calmadas y menos brillantes. Es un indie-pop lo-fi que, la verdad, le sienta de maravilla a este conjunto de canciones. De hecho, cortes como la inicial Loving was never gonna work out u otras como I'm starting to feel like myself again, Moon Jellies o la preciosa When Summer Comes recuerdan un poco al pop de Galaxie 500.

Eso sí, cuando se acerca al indie-pop y al twee de bandas como Quivers o The Lucksmiths es cuando encontramos los puntos destacados de este trabajo, esto sucede en cortes como, When you leave, Is this our love song?, Jennifer Valentine, Don't let this moment pass you by o I just want to paint you in pictures, que fue el primer adelanto de ese disco y, seguramente, la mejor canción.

Aunque Field School no se aleja mucho de lo que hacía con su banda original, la verdad es que sus canciones tienen un punto lo-fi de lo más interesante y un sonido propio.

Airbag

La verdad es que mucho he tardado en comentar el nuevo álbum de Airbag, Siempre Tropical. Los que me conocen ya saben que es una de mis bandas favoritas, así es imposible ser objetivo.

Los malagueños nos han vuelto a dejar una increíble colección de canciones. El punk y el pop siguen de lo más presentes en su sonido, aunque sus letras ya no tengan ese descaro juvenil de los inicios (normal porque el tiempo pasa para todos). Aún así, hay cortes que recuerdan poderosamente a sus primeros trabajos y eso me encanta: Andrea o La marmota Phil por ejemplo son puro Alto Disco. Y también canciones como Surf Riot donde recuperan esos sonidos tan Beach Boys, o las hardcore punk Todo mal en sus 27 segundos y Siempre Tropical nos traen a sus guitarrazos de Mondo Cretino.

De hecho, sus influencias habituales se ven aderezadas con otros sonidos. En efecto, el inicio del álbum, y el primer single que adelantaron, Finales alternativos, donde colaboran con Jota de Los Planetas suena por todos lados a los mejores momentos del grupo granadino. Secretos chinos, con sus teclados iniciales es puro sonido Weezer. Incluso, el interesante final de Perros y Gatos me trae a la cabeza al sonido de La Buena Vida, puro indie-pop de categoría.

En definitiva, Siempre Tropical, nos trae lo mejor de los mejores Airbag y, de nuevo, canciones que serán auténticos himnos para hacer pogo en sus conciertos. 

Weyes Blood

Estoy un poco apartado del blog estos días, la verdad es que es simplemente por trabajo. He tenido en lo que va de noviembre dos viajes y aún me queda un tercero de 14 días fuera de casa. Pero, antes de marchar esta noche, no quería dejar la oportunidad para comentar el discazo de Weyes Blood que salió el pasado viernes y que llevo dos días escuchando.

Precisamente, este finde que mis amigos están en el Primavera Weekender y yo no, recuerdo que fue precisamente en este festival cuando la conocí y la pude ver en directo. Una maravilla que no os debéis perder si tenéis la oportunidad.

Weyes Blood, lo que es lo mismo Natalie Mering, ha sacado un fabuloso disco con And in the Darkness, Hearts Aglow. Ella misma reconoce en la carta abierta que publica con el álbum en bandcamp que es un disco en el que se realiza un montón de preguntas acerca de la desilusión y sentirse fuera de juego. No hay respuestas, ni soluciones, solo el deseo de encontrase a una misma y encontrar su propio camino.

En general, es un disco que destaca por su sencillez. La voz de Weyes Blood destaca por encima de todo y ahí encontramos la increíble Got turn me into a flower. Pero se deja acompañar de sencillos arreglos como guitarras y pianos que le dan épica y rotundidad a sus canciones. De hecho, el inicio con It's not just me, it's everybody o Children of the Empire son dos buenos ejemplos. Aunque no los únicos porque también encontramos los teclados enigmáticos en Twin Flame o sencillas guitarras en la bonita The worst is done.

Es un trabajo con canciones densas y melancólicas, muy en la línea vital que vive la artista y que ya hemos comentado. La mayoría de cortes superan los 6 minutos, así que ya os podéis hacer una idea. Aún así, ni mucho menos es un disco pesado, al contrario, tiene una gran fluidez y te atrapa desde el comienzo. De hecho, ahí encontramos esa genial Hearts Aglow que es como el perfecto resumen del álbum, inicia densa y enigmática, pero se acelera de forma contenida, destaca la voz, pero se deja acompañar de coros, pianos y unos bonitos teclados ensoñadores. A mí me ha recordado un poco al último álbum de Mitski que me encantó.

La verdad es que este trabajo de Weyes Blood seguramente tenga mucho recorrido comercial y suene bastante. No me sorprendería que hiciera subir de nivel a la artista californiana y fuese una de las cabezas de cartel más destacadas en los próximos festivales. Sinceramente, me alegraré por ella y por sus canciones que bien se merecen ese reconocimiento.

The Silent Boys

Ayer, un poco de casualidad y gracias a Josemi, que compartió en twitter el disco, pude escuchar lo nuevo de The Silent Boys, Sand to Pearls, Coal to Diamonds.

Creo que nunca he comentado a The Silent Boys aquí en el blog. No soy un experto en su discografía porque la banda de Richmond, Virginia, lleva más de 30 años a sus espaldas, eso sí, todo lo que he escuchado de ellos me ha encantado.

Escuchando este álbum, ya desde el primer tema Living in the lion's jaws, dejan bien claro el camino que seguirán, limpias guitarras, ritmos jangle y melodías de indie-pop que bien recuerda a las mejores bandas de pop de los ochenta como The Bats. Algo similar ocurre en la bonita y popera Christine, tal vez el punto álgido de este disco y que bien podría enlazar con el indie-pop de grupos como Acid House Kings o US Highball por citar ejemplos más recientes.

En general esta es la línea que predomina en el disco y nos dejan grandes canciones como Driftwood, Everywhere girl o la más veloz Fantastic Weekend que se acerca más a grupos C86 como The Wedding Present.

Eso sí, también son capaces de crear atemporales canciones pop como la espectacular Sugar House que bien recuerda a los mejores Aztec Camera.

En definitiva, The Silent Boys han hecho uno de esos discos de pop elegante que pasa desapercibido para la crítica pero que es una absoluta delicia.

The Laughing Chimes

El año pasado uno de los discos más sorprendentes, por lo bueno que era, fue el In this Town de The Laughing Chimes. Guitarras jangle, buenas melodías y pop elegante que recordaba a los mejores grupos de jangle americanos: REM, The Chesterfields, etc.

La banda formada en Ohio por los hermanos Evan y Quinn Seurkamp van a sacar a través de Slumberland (como le pega este sello a este grupo) un EP, Zoo Avenue, en el mes de noviembre y ya nos han adelantado Ice Cream Skies, otro bonito corte de jangle-pop donde las guitarras, las melodías y los coros se dan la mano en perfecta armonía.

Serán 6 cortes (casi casi un mini-LP) y, la verdad, es que ya estoy deseando escucharlo completo.

Frankie Cosmos

La verdad es que soy un fan declarado de la música de Greta Kline, Frankie Cosmos. He escuchado y seguido todos sus discos y siento especial predilección por Vessel, aunque en todos he encontrado canciones con las que identificarme. Recuerdo con cariño en 2018 el concierto al que pude asistir en The Sinclair (Boston) donde también pude ver a Florist y descubrir a Lala Lala.

Tras 3 años de parón, este año Frankie Cosmos ha roto su silencio y nos ha devuelto la esperanza. En realidad me tenía con algo de curiosidad porque el primer single que avanzó, Aftershock, se alejaba un poco de su sonido habitual y se adentraba en los límites de lo obscuro y las guitarras psicodélicas. Algo similar ocurre con los teclados misteriosos de One Year Stand. Eso sí, aunque el álbum no va por esta línea, son unas de las mejores canciones de este Inner World Peace y una nueva ventana que se abre en el mundo de Greta como música.

Eso sí, cuando Frankie Cosmos se meten de lleno en los cortes pop y las guitarras elegantes, la verdad es que son infalibles. El inicio con Abigail, Wayne, Spare the Guitar, Fragments o la misteriosa Empty Head nos traen a la cabeza el indie-pop de los primeros discos de Waxahatchee o los últimos discos de Lande Hekt.

Las más veloces Magnetic Personality, F.O.O.F (esos coros tan The Charlatans) o Sky Magnet tienen ritmos pegadizos y recuerdan un poco a los cortes pop de Jeanines. La verdad es que está línea siempre ha estado en sus discos y es una auténtica maravillas.

A diferencia de los anteriores trabajos, este Inner World Peace es el más corto (solo 15 canciones) y, sin embargo, tiene margen de sobra para encontrar sonidos nuevos y mezclarlos con coherencia con los de siempre.

Al final lo que nos ha quedado es un álbum sobresaliente donde el talento de Frankie Cosmos se muestra transparente en todas sus facetas. Me alegro mucho por ella y por sus canciones. Ojalá tenerla pronto por España.

Martha

La montaña rusa de trabajo no para y ayer tuve la defensa de mi primera estudiante de doctorado y me ha alegrado la semana :) Tampoco me gustaría desconectar del todo de escuchar novedades discográficas que, a veces, me ayuda mucho a desconectar. Y, bueno, hoy además estaba esperando como agua de mayo el nuevo álbum de Martha, Please Don't take me back.

Casi lo mejor que se puede decir a estas alturas de un grupo es que suenan a ellos mismos, es decir que han conseguido un sonido propio y una identidad musical coherente. 

Desde el inicio con Beat, perpetual y Hope gets harder las guitarras veloces y el pop-punk de Martha quedan bien claras. Me han recordado a su primer álbum y a aquellos discos de los/as escoceses The Spook School o lo que ahora están haciendo Adults como sucede en FLAG//BURNER o en Please, Don't take me back que tal vez sea el mejor corte de este disco.

La verdad es que los de Durham están potentísimos y apenas bajan el pistón y la velocidad en la primera mitad del álbum, pero la segunda mitad del disco es más tranquila y bajan un poco las revoluciones, así les salen auténticos himnos como en el caso de Neon Lung o Baby, does your heart sink? Donde se acercan a ese punk-pop un poquito más pop, como hacen The Beths, por ejemplo. O esa bonita balada que es Total cancellation of the future, la más lenta del disco.

Tener otro disco de Martha es siempre una alegría y más si su energía le llega a uno el viernes, cuando más la necesita!

Las Robertas

Me ha vuelto a pasar. Como todos los años. Se me acumulan lanzamientos interesantes de cara a las navidades y no me da la vida para escucharlos todos y comentarlos en el blog, así que seguro que hay cosas interesantes que me estoy perdiendo. Pero en estas semanas agobiantes de trabajo una de las alegrías que me he encontrado es el anuncio del nuevo álbum de Las Robertas, Love is the answer.

La banda de Costa Rica lleva años estando en el grupo de bandas aventajadas que mezclan a la perfección el noise-rock y el pop. A veces con más ruido y, a veces, con más melodías, pero siempre haciéndolo genial y aportando fuerza y energía a sus canciones.

En marzo de 2023 saldrá su nuevo trabajo (desde marzo de 2019 que no editaban disco) así que será una alegría reencontrarnos con las canciones de Mercedes Oller y compañía. De momento, nos han adelantado Awakening y es una verdadera joya que tira más por su lado melódico y pop.

La verdad es que, desde ya, tengo muchas ganas de escuchar entero el nuevo disco de Las Robertas.

The Reds, Pinks & Purples

Con la lengua fuera, pero hemos llegado al viernes. Eso sí, la semana que viene será aún peor que tengo dos eventos importantes y no sé cómo sobreviviré a ambos.

Pero bueno antes de nada, comentar el último disco de The Reds, Pinks & Purples. Sí, creo que es el tercero que ha sacado este año, lo que habla del gran momento compositivo que vive Glenn Donaldson.

Si en febrero Summer at Land's End fue una auténtica maravilla (estará, para mí, entre lo mejor del año), en verano salió Still Clouds at Noon que era bastante más tranquilo. Eso sí, el mejor indie-pop vuelve con este They Only Wanted your Soul de octubre.

En realidad este mini-LP contiene las 4 canciones del primer EP que sacó y que se titulaba I should have helped you y que, ahora, se ha convertido en una pieza codiciada por coleccionistas. Así que Glenn Donaldson que piensa que la música está para ser escuchada y compartida, ha decidido volver a editar estas 4 canciones y añadirle 6 nuevos cortes que van en la línea del maravilloso Uncommon Weather del año pasado.

Así que es un álbum más pop y más ligado a sus primeros trabajos. Indie-pop, guitarras jangle, melancolía en las voces y distorsionadas guitarras fuzz de fondo. Tal vez sea su mejor faceta y cortes como Workers of the World bien la representa. Pero también esos teclados maravillosos del corte inicial I should have helped you que son una auténtica delicia o las geniales guitarras jangle en canciones como They Only wanted your soul, We won't come home at Christmas time o Saw you at the record shop today.

Ya sé que siempre que sale algo de The Reds, Pinks and Purples, lo pongo en el blog, pero es que me gusta y, siendo sincero, ojalá nunca se apague este torrente de talento que es Glenn Donaldson.

Titus Andronicus

En este blog siempre hemos (en realidad, solo escribo yo) sentido admiración por Patrick Stickles y su banda Titus Andronicus. Cuando en 2008 lanzaron su álbum debut fue un soplo de aire fresco para el punk. En 2010 lanzaron su obra cumbre (en mi opinión) The Monitor un disco conceptual sobre la guerra civil americana. Una osadía en la que encajaban a la perfección todas las piezas. Después ya los trabajos han ido teniendo altibajos, pero eso sí, siempre se pueden rescatar unas cuantas buenas canciones en todos sus discos.

Es cierto que su anterior trabajo, An obelisk de 2019, ya fue un esfuerzo destacado y que me gustó bastante. De hecho, me pasa lo mismo con este nuevo The Will to Live de 2022. Quizás, Titus Andronicus hayan decidido abandonar definitivamente los preceptos del punk y se hayan abrazado a los sonidos de rock duro y música americana. Es algo que ya habíamos oído en algunas canciones de sus discos anteriores, pero que ahora se ha hecho presente en todo el álbum.

Es un camino que ya siguió otra banda de garage-punk neoyorquina, The Men, que tras un par de discos potentísimos, tiraron hacia sonidos más cercanos al rock tradicional.

My mother is going to kill me, la instrumental que abre el disco, ya nos adelanta ese nuevo sendero. Y es algo que veremos repetirse en cortes como esas geniales I can not be satisfied, An Anomaly o All through the night donde los pianos, los saxofones y los acordes rock nos llevan hacia grupos como The Rolling Stones o The Black Crowes.

Eso sí, para mí, sus cortes más destacados son aquellos donde las guitarras punks más potentes y las melodías se dan la mano para crear himnos atemporales. (I'm) Screwed quizás sea lo más destacado de este disco porque realmente une a la perfección el rock, el punk y una melodía pop que te engancha. Algo similar sucede con la tremenda Give me Grief donde su compañero Eric Harm también pone voz, o con la más garagera Baby Crazy que, con ese torrente de de estrofa y estribillo todo seguido, recuerda un poco más a sus primeros trabajos. 

Aunque, mención a parte, el pepinazo oficial de este álbum es esa versión de We're coming back que los londinenses Cock Sparrer incluyeron en su disco debut Shock Troops de 1982. Sinceramente, 40 años después esta canción todavía me hace levantarme de la silla y cantar a pleno pulmón.

En 12 cortes la verdad es que les da tiempo a meter algunos cortes más obscuros y esquivos, como la hardcore punk Dead Meat o la más smithesca Bridge and tunnel. Aún así, el disco queda equilibrado y los sonidos rock es lo que más pesa en la producción de este trabajo.

Titus Andronicus está volviendo por sus fueros con los últimos discos. Encontrando nuevos caminos pero sin abandonar su lado punk, que es lo que más me gusta de ellos.

Lande Hekt

Vale, a estas alturas de curso y ya voy como una moto. Hasta ayer ni me había dado cuenta que en todo lo que llevamos de octubre solo había comentado un disco y es que la semana pasada tuve unas jornadas que corresponden con un proyecto europeo, la semana que viene tengo un acto de diseminación de otro proyecto distinto y la última del mes tengo unas nuevas jornadas de proyectos europeos y, además la defensa de tesis de una de mis estudiantes de doctorado. Y bueno, como siempre, mis clases, mis investigaciones y mis funciones de gestión dentro de la Facultad, que eso lo tengo a diario.

En fin que, en la vorágine, van saliendo y saliendo discos y tengo la sensación de que no llego a tiempo a escucharlos todos. Bueno, también es verdad que estamos en las semanas cruciales del mercado discográfico ya que en octubre y noviembre se lanza todo lo que se debe vender en navidad, así que ahora se viene el típico aluvión: nuevo trabajo de The Reds, Pinks & Purples, Titus Andronicus, The Beths, Airbag, lo nuevo de Peel Dream Magazine o lo nuevo de Lande Hekt, que es lo que comento hoy.

Vale, para ser sincero, voy con dos o tres semanas de retraso ya que este House without a view salió a finales de septiembre. Y, la verdad, es que me encantó desde el principio. Lande Hekt, no recuerdo si comenté ya su anterior trabajo que también me gustó, es una de esas artistas que se ha fijado en el indie-rock noventero como motor de su música. En mi opinión, junto a Waxahatchee, es de las artistas más destacadas de toda la hornada que ha ido saliendo en la misma línea.

Básicamente porque Lande Hekt es de las pocas que se atreve a hacer algo diferente. No lo duelen prendas en dejarnos cortes más etéreos donde juega con los teclados como sucede en la preciosa apertura Half with you, que me recuerda en algo al último disco de Lala Lala.

También es capaz de crear canciones lentas y melancólicas pero que enganchan, como hace en Always Hurt, donde con apenas una guitarra y su voz me recuerda a los mejores cortes de Big Thief o Sufjan Stevens.

Eso sí, donde realmente destaca es cuando sus guitarras toman velocidad y se acerca más al indie-pop y al rock. Las geniales Gay Space Cadets, First girlfriend o House without a view son el punto álgido del disco y una verdadera maravilla en la línea de artistas consolidadas como Frankie Cosmos o Courtney Barnett.

La verdad es que es una pena que Lande Hekt no tenga más repercusión y sus canciones no lleguen al gran público, eso sí, los que la conocemos la disfrutamos mucho.

Alvvays

La propia banda canadiense Alvvays no tenía en mente un parón de 5 años antes de sacar este tercer álbum, Blue Rev. Pero, entre la pandemia, los aislamientos y otros sucesos inevitables, la verdad es que este disco se ha hecho esperar más de la cuenta. Eso sí, la espera ha merecido la pena, porque con su tercer trabajo Alvvays no bajan el nivel y nos vuelven a dejar un gran disco.

Desde luego, su sonido que tira de las mejores melodías pop y mezcla claras guitarras jangle con otras más sucias y distorsionadas sigue funcionando a la perfección. De hecho, el inicio de este álbum es arrollador con Pharmacist e Easy on yor own? Dos de esos cortes guitarreros y potentes donde la banda se siente más cómoda. Como también sucede con esa mezcla perfecta entre pop y ruido que es Belinda says que siempre recuerda a esos cortes pop de bandas ruidosas como Ride.

En el otro lado, en mi opinión, sus cortes más destacados (al menos los que a mí más me gustan) son aquellos en los que se centran en su vena pop y en esas guitarras jangle como sucede en las perfectas After the Earthquacke o Many mirrors, en la smithesca Pressed o en la más punk y rápida Pomeranian Spinster.

Lo que es cierto es que este Blue Rev es el esfuerzo más largo de Alvvays, con catorce cortes, lo cual les permite incluir algunos cortes de pop más etéreo que incluyen sintetizadores y un nuevo camino en su sonido que recuerda un poco a bandas como Beach House, como pasa en Tile by Tile, Tom Verlaine o la bonita Velveteen.

De nuevo, Alvvays nos dejan un trabajo sobresaliente, y van tres seguidos, lo que les convierte en una de las bandas más interesantes y consolidadas del indie-pop internacional. Su éxito es bien merecido. Sin duda.

Northern Portrait

Hace unos meses ya comenté el adelanto del nuevo trabajo de la banda danesa Northern Portrait, At Attention. Se trataba, en realidad del sencillo que ya habían lanzado en 2020 y que nos hacían saber que habían vuelto a la carga. Y es que su anterior trabajo, Ta!, es de 2013. Así que 9 años han tardado los de Copenaghe en volver a la carga.

Pero nunca es tarde si la dicha es buena. Y The Swiss Army, que así se llama el álbum que ha vuelto a editar matinée recordings, tiene canciones de lo más interesantes.

Northern Portrait se quitan un poco de encima la etiqueta de seguidores de The Smiths y es que, aunque siempre ha sido una mera formalidad porque las voces de sus cantantes suenan parecido, la música de los daneses siempre ha mostrado personalidad propia.

El álbum se abre con At Attention que quizás sea el corte más pop y llamativo de todo el trabajo junto con la preciosa Sisters, que es un corte perfecto de indie-pop marca de la casa. Una maravilla. Aunque esa línea de indie-pop vivo y brillante aparece de nuevo en temas como Long Live Tonight, donde se acercan a los teclados y las guitarras de Paul Weller, tanto en su vertiente The Jam, como en The Style Council o esa curiosidad que es World History Part I & II donde recuerdan a los Blur de la primera época. 

El indie-pop de aires ochenteros en la estela de Aztec Camera lo podemos oír en esa genial Business Class Hero, mientras que esa querencia por The Smiths no desaparece y está presente en Once Upon a Bombsell, una de las mejores canciones de este disco.

La verdad es que Northern Portrait han hecho un álbum de lo más completo y diverso. Con bastantes cambios de registro pero sin perder nunca el norte del pop. The Swiss Army es un trabajo perfecto para disfrutarlo en estos primeros días de otoño.

Field School

Se nota que se van acumulando los lanzamientos discográficos al llegar el otoño y es que la campaña de navidad es importante para todos los sellos. Así tengo pendientes comentar los discos de The Beths, Built to Spill o Whitney. La verdad, todos ellos con altibajos.

Pero ayer me encontré con dos sorpresas interesantes. Y las dos con la misma procedencia: Maths and Physics Club. La mítica banda de indie-pop de Seattle ha ido separando caminos y sus miembros han comenzado a dar salida a sus nuevas canciones en proyectos alternativos. Por un lado, Model Shop con Kevin Emerson e Ethan Jones preparan lanzamiento con Meritorio Records. Por otro lado, Charles Bert lanzará sus canciones a través de Field School a través de bobo integral.

Field School surgió del aislamiento de la pandemia. Viendo que volver a reunir a la banda sería difícil, las canciones de Bert han ido tomando forma por sí mismas. De momento, solo conocemos el título del álbum, When summer comes, y el primer sencillo que ha lanzado, I just want to paint you in pictures. Todo un temazo de indie-pop guitarrero al más puro estilo Summer Fiction, US Highball o Comet Gain.

Sinceramente, estoy ya deseando poder escuchar todo el álbum de Field School.

Jim Nothing

A finales de julio, cuando ya atisbaba de cerca las vacaciones de verano, comenté un adelanto la mar de interesante, In the Marigolds de la banda neozelandesa Jim Nothing.

Y, para ser sinceros, ha sido mucho más interesante de lo que, a priori, hubiese pensado. En España y Europa, edita el disco el sello Meritorio Records. En sí mismo, ese dato ya es pura garantía de calidad, pero es que además las guitarras y el desenfado de Jim Nothing hacen que la escucha sea un absoluto torbellino de emociones.

Sorprende, y mucho, ese inicio con It won't be long, sucia y misteriosa. Obscura y esquiva. Voz de ultratumba y un saxofón en la lejanía. Una llamada de atención en toda regla que te prepara para ese puñetazo de guitarras punks que es Never Come Down.

Eso sí, no penséis que ahí queda la cosa. El tercer asalto con Seahorse Kingdom es un corte perfecto de indie-pop aderezado con violines (que de la mano de Anita Clark aparecen por todo el disco) al más puro estilo Belle & Sebastian. Y en el cuarto corte, Nowhere Land encontramos una pura joya indie-pop que bebe de las fuentes locales y sonido de bandas como The Bats y el sello Flying Nun, algo que tampoco nos extraña ya James Sullivan, alma máter de esta formación, ya pasó por grupos como Salad Boys. Esta línea es la que más predomina en el álbum y ahí encontramos bonitos ejemplos como la más perezosa como Fall back down, la preciosa Back Again o Something new.

Sin embargo, el punto álgido de este trabajo lo escuchamos con las guitarreras Borrowed Time y Yellow House, esta última es el single que adelantó en julio y que tanto me gustó. De nuevo, ese rugido de guitarras punks que se entremezclan con la melodía pop y la perfecta conjunción de las voces masculina y femenina. Algo que te trae a la mente a bandas como The Lemonheads o The Breeders sin ir más lejos.

In the Marigolds es una verdadera montaña rusa con subidas de guitarras vertiginosas, descensos a base de sonidos jangle, túneles obscuros y zonas llanas de indie-pop noventero. Todo el arsenal de Jim Nothing para que el álbum te mantenga pegado a los auriculares del despacho.

The Umbrella Puzzles

El pasado viernes yo andaba tan feliz al salir de clase, pensando en el Visor Fest, que ni me preocupé en mirar alguna novedad. Se venía un finde por delante para ver a gente como Mudhoney, James, The Waterboys y, especialmente, a Teenage Fanclub. Como para pensar en otra cosa.

Menos mal que mi amiga Cris, atenta como ella sola, me sacó de mi mundo y me hizo escuchar el nuevo EP de The Umbrella Puzzles, On the Meadow.

The Umbrella Puzzles es el proyecto de Ryan Marquez desde Richmond, California. Y en sus cinco canciones nos podemos encontrar con la mejor tradición del jangle-pop americano de bandas como REM o The Springfields. Así nos encontramos con la genial What's that sound? o con la vibrante Get what you want, donde colaboran The Laughing Chimes.

También hay hueco para medio tiempos guitarreros más cercanos al power-pop como esa genial apertura All this time, la calmada That's where I'll go que bien podrían sonar a los Teenage Fanclub de Gerry Love o el aire más folk de la final When the morning reappears.

Son solo cinco cortes pero todos acertadísimos, ojalá pronto tengamos más canciones de The Umbrella Puzzles.

Jeanines

Aún me quedan discos pendientes de comentar de inicios de septiembre y ya van llegando las novedades del otoño para que se me acumule la faena. De hecho, en la última semana ha salido lo nuevo de Built to Spill que quiero escucharlo tranquilamente y hoy mismo el discos de Jim Nothing, cuyos adelantos pintaban muy bien.

Pero bueno, hoy llego con un single 7" que ha sacado el dúo neoyorquino Jeanines, una de mis bandas preferidas en los últimos años, y quizás de las que más ganas tengo de poder ver en directo.

A inicios de este año sacaron Don't wait for a sign, quizás uno de los mejores trabajos de la temporada. Pero lejos de relajarse han seguido trabajando en nuevas canciones y quién sabe si en el futuro formaran parte de un nuevo álbum.

Latest light / After all conjuga perfectamente en dos canciones las principales líneas de Jeanines. En Latest Light sale a pasear ese indie-pop obscuro que bebe directamente de los maravillosos cortes de Veronica Falls. En After all, sin embargo, nos encandilan con su melódico indie-pop herencia de bandas como Marine Girls o Talulah Gosh.

Se agradece mucho que Jeanines nos vaya dejando estas preciosas píldoras de pop para que entremos en el otoño con buen sabor de boca.

Kiwi Jr.

En 2020, los canadienses Kiwi Jr. sorprendieron con su Football money. Indie-pop y rock con energía y letras sarcásticas que les iban como anillo al dedo. Solo un año después repetían la fórmula del éxito con Cooler returns, un disco menos precipitado y mejor cerrado.

Solo un año después, en 2022, nos regalan el tercer trabajo, Chopper. Desde luego, Kiwi Jr. viven un momento creativo muy especial y lo están aprovechando. En este nuevo álbum, de nuevo su indie-rock guitarrero te arrolla como una apisonadora pero, poco a poco, van incluyendo algunas novedades que les permite no estancarse. El inicio con Unspeakable things y Parasite II es un cañonazo tremendo que nos sigue trayendo a la mente esa influencia de los mejores Pavement. Especialmente, el corte inicial con ese teclado y esos arreglos es una canción absolutamente sobresaliente. Algo similar sucede con otros cortes interesantes que conjugan perfectamente las guitarras y los teclados como The sound of music o la juguetona Kennedy Curse.

Es cierto que este Chopper es un disco un poco más complejo. No solo por esos arreglos con teclados que ahora están presentes por todas partes, si no también porque encontramos algunas canciones más esquivas, perezosas y obscuras que recuerdan un poco a los Editors de comienzos de siglo. Algo así encontramos en cortes como Night Vision que bien podría haber salido en 2004 o en la final The Masked singer.

La verdad es que Kiwi Jr. ha vuelto a hacer un gran trabajo y ojalá que no se acabe su creatividad.

Tony Molina

Uno de los discos que más escuché durante agosto y que, esta última semana más he vuelto a retomar es el In the fade de Tony Molina.

El artista de Oakland ha hecho algunos de mis discos preferidos en los últimos años. Y, con este, creo que ha ido un pequeño paso más allá. De hecho, aunque sus canciones siguen apenas durante un minuto, en este álbum Tony Molina ha mezclado ese pop sesentero y acústico, con otros cortes donde se acerca más al power-pop guitarrero.

De hecho, el comienzo con esa instrumental Aye Aye My My (Into the fade), clara referencia al Hey Hey My My (into the black) de Neil Young, tiene un aire de los más Procul Harum y ya nos avanza el mayor peso que ganan en este disco los teclados. Algo que también comprobamos en estos cortes de pop acústico como Not worth knowing, Don't be far o las preciosas y Beatlescas Years ago Pt. 2 o Songs for friends (Slight return). En este sentido, nos encontramos con las más jangle I Don't like that he y Burn everyone, donde su sonido se acerca más a grupos seventies como The Byrds, y que, tal vez, sean lo mejor de este álbum.

Sin embargo, como he comentado antes, en este álbum Tony Molina ha ido un paso adelante y ha ido metiendo canciones más potentes y algunas guitarras distorsionadas. Ya lo pudimos ver en el primer single que se conoció, The last time. Un corte donde el power-pop y el rock tiene mayor peso y nos recuerda al sonido de bandas como los primeros Weezer. También ocurre en la primera mitad de Leave this town o en las tremendas All I've known o Fuck off now.

En definitiva, un álbum con muchos más arreglos y más complejo. Con más guitarras punks y sonidos power-pop. También con más teclados y con ese lado jangle que le sienta tan bien a Tony Molina. 

Un acierto total y un disco para recordar.

Panda Bear & Sonic Boom

Ya comenté la semana pasada que iniciaría el curso con ganas y a tope. Y así ha sido. Comenzar las clases en la universidad el día 5 de septiembre ha hecho que vaya liado desde la primera semana. De hecho, apenas he tenido tiempo para actualizar el blog y eso que durante el verano varios discos llamaron mi atención. Uno de los que más este Reset que ha salido de la colaboración de Panda Bear & Sonic Boom.

En realidad, nunca he sido muy fan de los primeros y apenas conozco canciones de los segundos, así que se puede decir que ha sido una sorpresa de lo más agradable encontrarme con un álbum tan notable.

De hecho, la idea partió de Sonic Boom cuando en Portugal acompañado de todos sus discos viejos comenzó a sentir curiosidad por canciones sesenteras de artistas como Eddie Cochran o los Everly Brothers. Así comenzó a usar esos ritmos sesenteros pero a darle a sus canciones un filtro algo psicotrópico con arreglos y sonidos metálicos por todos lados. Le envió sus canciones a Panda Bear y, en lugar de rechazarlas, el trabajo mutuo comenzó a florecer. Una maravilla.

El rollo del rock psicodélico se puede atisbar en casi todas las canciones, destacando en algunas como la genial Go on, In my body o el inicio de Everyday o la final y juguetona Everything's been leading to this.

Los ritmos sesenteros se imponen en cortes maravillosos, para mí los mejores de este trabajo conjunto, como la inicial Gettin' to the point, la preciosa guitarra de Danger, los arreglos de Livin' in the After o el single Edge to Edge, quizás el punto álgido del álbum y donde mejor se aprecian esos comienzos sesenteros de sus creaciones y los coros herederos del mejor rock and roll y el bebop.

La verdad es que este Reset de Panda Bear & Sonic Boom se va a convertir seguro en uno de los mejores discos del año y estará en un buen puñado de recopilaciones cuando lleguemos a diciembre. Al tiempo.

Voxtrot

Uno de septiembre y retomo la vida y el blog. Siempre necesito llegar a las vacaciones porque al final del curso suelo ir reventado y el pasado curso con los viajes y los proyectos fue bastante ajetreado (después de 2 años casi sin movilidad por el COVID pero con miles de restricciones sociales).

Septiembre de 2022 y parece que por primera vez tengo la sensación de que la vida vuelve a ser lo que era. Sí, el virus sigue aquí y no se va a ir. Por supuesto, con precauciones, pero con ganas de hacer planes y movernos. Este curso de los últimos 3 va a ser el primero que comencemos sin ningún tipo de medida sanitaria: ni mascarillas, ni distancia, ni geles, ni horarios semi-presenciales, sin zoom, sin clases sincrónicas, sin división en 3 sub-grupos. Sin nada de nada. Un curso normal, con personas y caras de personas en clase. Yo tenía muchas ganas y hoy (pese a que ya echo de menos las vacaciones) he ido a la Facultad con una sonrisa y muchas ganas. He entrado al Aula Virtual y he buscado a mis estudiantes. El lunes empezamos :)

En cuestión de discos en agosto he escuchado, pero no he prestado mucha atención. Hay nuevo álbum de Tony Molina, de Northern Portrait, Peel Dream Magazine o esa mezcla chula que ha salido de Panda Bear & Sonic Boom.

Sin embargo, lo que más me ha gustado es este álbum del quinteto de Austin: Voxtrot. Early Music es en realidad su primer álbum y una recopilación de sus primeras canciones. De hecho, en este trabajo encontramos completos el EP Raised by Wolves (cortes del 1 al 5, de 2005), el EP Mothers, sisters, daughters & Wives (cortes 5 y 6, de 2006), y los cuatro cortes finales son las novedades que incorporan ahora.

En algo se nota que hay canciones de principios de siglo, ya que hay canciones de indie-pop geniales como Raised by wolves, Soft & Warm  o The Start of something donde suenan a bandas como The Wave Pictures, pero también hay canciones más guitarreras como Missing Pieces, Fast Asleep, Mothers, sisters, daughter & Wives o Wrecking Force donde la sombra de The Strokes o Editors está bien presente.

En realidad, Voxtrot tiran de un pop guitarrero de lo más divertido. Incluso cuando pisan el freno como Long Haul o Four Long days les salen temas de lo más resultones y poperos. No voy a mentir, los he conocido este verano gracias a lo que compartían algunos contactos en twitter y, la verdad, es que para mí han sido una sorpresa de lo más agradable. Aunque toda sorpresa tiene su reverso y es que casi al mismo tiempo descubrí que la banda ya se había disuelto y que ahora solo querían poner en orden sus canciones (las antiguas y las recientes) y también sacar un nuevo álbum con rarezas, versiones y caras-b que también está muy bien.

Desde luego, Voxtrot os van a sacar una buena sonrisa en este inicio de curso. Mucho ánimo y que sea un curso genial.

Jim Nothing

¿Todas las bandas de rock deberían tener una violinista? Es la pregunta que flota en el aire y que los propios Jim Nothing lanzan en su bandcamp. Llegan desde Christchurch, Nueva Zelanda, una de las cunas del kiwi-rock y del mejor indie-pop de los 80/90 y surgen con dos ex-miembros de Salad Boys, una de esas bandas de indie-pop que surgió a finales de la pasada década y que tan bien sonaban en la línea de otras bandas como Twerps o The Goon Sax.

A pesar del nombre, Jim Nothing son tres personas: James Sullivan (Salad Boys), Anita Clark (con su voz y su violín) y Bryan Feary (Salad Boys y también en Wurld Series). Su propuesta recoge lo mejor del jangle-pop de Nueva Zelanda de los 80, como The Bats, mezclado con las guitarras power-poperas de los mejores grupos de los 90, como Teenage Fanclub. Y el primer single que han adelantado, Yellow House, bien recoge esos sonidos convirtiéndose en un pegadizo himno de pop potente, con esa doble voz chico-chica que es una maravilla y ese violín final que es una pasada.

Su primer álbum saldrá el 15 de septiembre a través de Meritorio Records, así que tendré que estar muy atento para que no se me pase comentarlo y pillarlo.

Let's whisper

No es el verano la mejor época de lanzamientos precisamente pero siempre aparece alguno que acaba por pasar desapercibido entre las vacaciones. Espero que no sea el caso del álbum de Let's Whisper, The In-Betweens que saldrá el próximo 26 de agosto a través de Fika Recordings.

La banda británica es el nuevo proyecto del que forma parte la brillante Emma Kupa (Standard Fare, Mammoth Penguins). Eso sí, bien acompañada por Colin Clary de The Smittens y otros músicos entre los que destacan las trompetas de Gary Olson, aprovechando que han ido a grabar su estudio.

El indie-pop de Let's Whisper bebe directamente de las aguas de grupos como The June Brides o Belle & Sebastian, incluso en el single que han adelantado, The things that defines you, me han recordado a ese indie-pop precioso de Lacrosse o Cola Jet Set y que, en los últimos años, han recuperado bandas como Love, Burns, Jeanines o The Umbrellas.

La verdad es que tengo muchas ganas de escuchar el disco completo.

Bubblegum Lemonade

Si hace poquito comentaba que saldrá nuevo trabajo de Northern Portrait con matinée recordings, parece que desde el sello este año nos va a traer todavía más noticias buenas, por ejemplo, un nuevo trabajo de Bubblegum Lemonade: jangleadelica.

Laz McCluskey es el artista detrás de Bubblegum Lemonade y el de Glasgow tiene bien clara su querencia por el twee-pop y las guitarras jangle. Así, en jangleadelica (a nadie se le escapa ese homenaje a Primal Scream) retoma esas influencias de pop elegante de bandas como US. Highball, Belle & Sebastian, BMX Bandits y esas guitarras Rickenbacker propias de grupos como The Byrds o The Monkees.

De momento solo hemos conocido un primer EP que ha salido para presentar el primer single: Never Have I Ever. Todo un himno de jangle-pop que huele a verano y nos deja una melodía memorable. Formará parte del próximo disco, aunque eso sí, los otros dos cortes (que no hemos podido escuchar) no estarán en el disco: Sun kiss of life, donde pone también voz Sandra, la cantante de Strawberry Whiplast, y At the pool.

Sinceramente, con este calor insoportable hay ganas de álbumes tan veraniegos que nos hagan pensar en lo cerca que están las vacaciones y la playa.

Matinée Recordings · Bubblegum Lemonade - Never Have I Ever

Flowertown

Hace pocas semanas hablaba en el blog de Half Yesterday, el segundo álbum de Flowertown. La banda de San Francisco, formada por Karina Gill (que también forma parte de los maravillosos Cindy) y Mike Ramos, han sacado un segundo trabajo que es de lo más interesante.

No estaba preparado que ayer comentase ese nuevo single de The Reds, Pinks and Purples y hoy este de Flowertown pero, desde luego, si existiese una escena de sad-pop en la bahía de San Francisco, estas dos bandas serían sus mejores exponentes.

Half Yesterday es un disco sencillo, 8 canciones y solo 3 llegan a los 3 minutos, así que se pasa en un suspiro. La producción está casi desaparecida y lo que nos encontramos son las guitarras a quemarropa y sus esquivas melodías. En cortes como Beachwalkers, Buttercream, Half Yesterday o The Intersection es donde más destacan. Sus guitarras perezosas y directas recuerdan a la música de The Velvet Underground o Galaxie 500. Las estrofas y las melodías se susurran y eso dota al trabajo de cierto aire de misterio.

Pero hay otros cortes más lentos donde la melancolía se convierte en refugio: ahí encontramos Human Ties, The Evergiven, Gaper's delay o la preciosa Infinity Over Two donde la sombra de Mazzy Star está más que presente.

Ya, pensaréis que no es el disco más animado para estas soleadas (y calurosas) tardes de verano. Pero este trabajo de Flowertown me ha gustado mucho.