Alvvays

La propia banda canadiense Alvvays no tenía en mente un parón de 5 años antes de sacar este tercer álbum, Blue Rev. Pero, entre la pandemia, los aislamientos y otros sucesos inevitables, la verdad es que este disco se ha hecho esperar más de la cuenta. Eso sí, la espera ha merecido la pena, porque con su tercer trabajo Alvvays no bajan el nivel y nos vuelven a dejar un gran disco.

Desde luego, su sonido que tira de las mejores melodías pop y mezcla claras guitarras jangle con otras más sucias y distorsionadas sigue funcionando a la perfección. De hecho, el inicio de este álbum es arrollador con Pharmacist e Easy on yor own? Dos de esos cortes guitarreros y potentes donde la banda se siente más cómoda. Como también sucede con esa mezcla perfecta entre pop y ruido que es Belinda says que siempre recuerda a esos cortes pop de bandas ruidosas como Ride.

En el otro lado, en mi opinión, sus cortes más destacados (al menos los que a mí más me gustan) son aquellos en los que se centran en su vena pop y en esas guitarras jangle como sucede en las perfectas After the Earthquacke o Many mirrors, en la smithesca Pressed o en la más punk y rápida Pomeranian Spinster.

Lo que es cierto es que este Blue Rev es el esfuerzo más largo de Alvvays, con catorce cortes, lo cual les permite incluir algunos cortes de pop más etéreo que incluyen sintetizadores y un nuevo camino en su sonido que recuerda un poco a bandas como Beach House, como pasa en Tile by Tile, Tom Verlaine o la bonita Velveteen.

De nuevo, Alvvays nos dejan un trabajo sobresaliente, y van tres seguidos, lo que les convierte en una de las bandas más interesantes y consolidadas del indie-pop internacional. Su éxito es bien merecido. Sin duda.