Kokoshca

Desde el viernes de la semana pasada, he debido escuchar el nuevo disco de los pamplonicas Kokoshca unas cincuenta veces (igual algunas menos, jeje). Y bien lo merece porque han vuelto a sacar un gran trabajo con este álbum homónimo.

Como mucha gente, conocí a Kokoshca con La Fuerza, su disco de 2010, y desde entonces, sinceramente creo que todos sus trabajos son interesantes. De hecho, son una de las bandas más coherentes y estables que hay en España (y, además, tiene un directo muy divertido y potente).

En algún medio he leído que este Kokoshca es su gran oportunidad para abrirse al gran público y lanzar su carrera en volandas. Puede ser, la verdad. De hecho, hay canciones sobresalientes que bien merecerían que los navarros vendieses discos a cascoporro y liderasen carteles en festivales. Y lo bueno es que la fórmula que han buscado es ser ellos mismos. Más que nunca. Porque este álbum tiene un poco de todo lo que han sido Kokoshca hasta ahora.

Hay cortes de esos que enganchan a la primera, con su velocidad y sus guitarras. Los que siempre son una pequeña explosión en sus conciertos. No quiero cambiarte, Te sigo esperando o Voy a salir de esta (el inicio de esta última me ha recordado un poco al primer disco de Los Punsetes) contienen la mezcla perfecta entre el pop y la guitarras punk (en No quiero cambiarte se acercan al glam-punk de los New York Dolls).

En este álbum también hay espacio para las canciones que siempre llamo "rarezas" de Kokoshca. Son cortes que se alejan un poco del pop y donde meten todo tipo de ritmos, de instrumentos o de coros loco. En todos sus álbumes hay canciones de este tipo y en directo suelen funcionar muy bien porque la mayoría son bailongas. Ahí destaca muy especialmente Himno de España, que fue el primer sencillo del disco y que tiene la mezcla perfecta entre diversión y letra ácida. Pero también encontramos otros cortes como Lo Tiro, Confusión con ese teclado y ese aire más dream-pop o Rayo que es mucho más guitarrero.

Eso sí, lo que más me gusta del disco es cuando Kokoshca se van hacia el indie-pop más elegante. De hecho, en todos sus álbumes nos han dejado grandes cortes de este tipo. El final con Aire es tranquilo y sosegado, igual que ese maravilloso inicio con Asia en homenaje al montañero navarro Iñaki Ochoa de Olza que murió subiendo el Annapurna y que había decidido mejorar la vida de los niños de Nepal, por lo que su familia decidió que se cuerpo descanse en la montaña para siempre.

Y mi corte favorito del disco es esa maravillosa Regresando a la ciudad, que inicia tranquila y donde la melodía, las guitarras y los teclados se dan la mano para conformar una de las mejores canciones que nunca hayan hecho. Y todo mejorado por un puente y un estribillo espectacular donde Amaia demuestra la gran fuerza y calidad de su voz.

Ojalá a Kokoshca este disco les traiga muchas alegrías. Bien se lo merece.

Blue Orchids

 Hace una semana escuché el nuevo álbum de Blue Orchids titulado Speed the Day y que es una de esas pequeñas sorpresas que nos deja este 2021.

De hecho, a algunos de vosotros no os suene esta banda de Manchester que, en realidad, es el proyecto de Martin Bramah, uno de los integrantes originales de los míticos The Fall, de los que recogen cierto eclecticismo que hace que sean una banda difícil de clasificar.

Por ejemplo, el inicio de este álbum con esa tremenda Deeper than Sin tira de influencias post-punk de grupos como Wire, algo que aparece también en otros cortes del álbum como The Pebble o la más guitarrera 25 OR 6 to 4, donde recuerdan a los primeros Blur.

Sin embargo, su mejor faceta, en mi opinión, es cuando se acercan al indie-pop. Classy Fella es una balada con un buen riff de guitarra y unos teclados un poco dreamy que recuerdan la simplicidad pop de The Velvet Underground y a grupos de la factoría Sarah Records. Esa huella velvetiana más psicodélica también aparece en la genial Like a Clockwork Orange, un tema con más ritmo y vida o, en la final, 22nd Century.

Eso sí, Blue Orchids nos dejan lo mejor de este trabajo con la increíble Lucky Speaks que bien podría ser un corte de jangle-pop ochentero firmado en los últimos discos de The June Brides o The Bats. Una canción sobresaliente.

Probablemente, los giros que va dando el disco de Blue Orchids no lo haga fácil de escuchar para el gran público, algo que les viene pasando ya años, pero eso no quita para que nos encontremos ante un buen trabajo que tiene algunas canciones de gran calidad.

The Linda Lindas

 

La verdad es que en los últimos días ya me he cruzado varias noticias sobre The Linda Lindas un grupo de punk creado por adolescentes desde Los Ángeles. El caso es que la banda son 2 hermanas, la prima y una de sus mejores amigas, pero han dado con un sonido punk muy auténtico y que recuerda a grupos de Riot Grrrl como Bikini Kill que, de hecho, las han elegido como teloneras de sus próximos conciertos, lo que ha llevado a este joven grupo a la fama.

De hecho, en los últimos días se ha viralizado un vídeo en el que The Linda Lindas hacen un directo en la Biblioteca Pública de Los Ángeles y que es una maravilla.

De momento, solo han sacado (en diciembre pasado) un EP con 4 cortes donde se acercan algo más al punk de Green Day en Monica o al power-pop ultra acelerado de grupos como The Muffs con cortes geniales como Missing you o No Clue, incluso hacia cortes más pop como Never say never donde recuerda a Best Coast. Eso sí, en el directo de la biblioteca suenan mucho más duras y punkis, lo cual puede ser una pista sobre su próximo lanzamiento que será su álbum debut.

No les perdáis la vista a estas adolescentes que pronto darán mucho que hablar.

St. Vincent

 Siempre me despiertan curiosidad los trabajos de St. Vincent. Y eso que, a priori, su música no es la que más suelo escuchar. Eso sí, a su favor juega su gran versatilidad y su grandísimo talento. Hace discos de gran calidad donde no rehúye unas buenas guitarras, unos pianos clásicos o un sintetizador y una batería eléctrica. Moverse entre contrastes y salir con grandes canciones está al alcance de pocas personas. Y una de ellas es St. Vincent.

Annie Clark, nacida en Oklahoma aunque afincada en Nueva York, acaba de publicar Daddy's Home y, de nuevo, nos ha dejado un trabajo notable. Empieza sintético y electrónico con cortes como Pay your way in pain, un tema con ritmo de los que enganchan nada más comenzar o las minimalistas The Laughing Man o Daddy's Home. 

Eso sí, para mí, su mejor versión aparece cuando salen las guitarras a pasear y no duda en dar cierta candidez pop a sus temas como hace PJ Harvey entre guitarrazo y guitarrazo. Estos temas más pop los encontramos en las más tranquilas y acústicas, The Melting of the Sun (esos coros finales me encantan) que es lo mejor del disco, o Somebody like me, que es otra de las maravillas que esconde este álbum.

En este Daddy's Home, St. Vincent no duda en sacarse de la manga, además, algunos cortes con ritmos jazzy y coros que aluden al rythym and blues o el soul como en esa elegante Down and out downtown o la genial ... at the holiday party, que me encanta.

De nuevo nos encontramos ante un disco diverso, con muchos matices y canciones diferentes. Una pequeña montaña rusa de ritmos y sonidos, pero donde St. Vincent vuelve a demostrar su enorme calidad musical.

The Chills

 Justo ayer estaba pensando que era muy raro que en estas semanas previas al verano se estuvieran lanzando tan pocos trabajos, cuando suele ser una época propicia para ello: los álbumes se difunden, los singles suenan en las radios y, en verano, mucha gente te compra el disco que es cuando hay tiempo para escucharlos. Algo parecido sucede en los meses de septiembre y octubre antes de la navidad. Bueno, al menos, esos son los tiempos discográficos más clásicos, aunque supongo que entre las plataformas digitales y la pandemia, igual eso va cambiando poco a poco.

Ayer puse el nuevo single de Sonny & The Sunsets y, por la noche, escuchaba el buenísimo lanzamiento del próximo disco de Okkervil River (también para julio). Pero justo hoy, han salido así del tirón los nuevos álbumes de The Chills, St. Vincent y Paul Weller (el 4º disco en 5 años del genio inglés). Casi nada.

Empiezo comentando el Scatterbrain de The Chills. Y es que la banda de Martin Phillips, más allá de ser una de las grandes bandas de indie-pop que, en los 80, triunfaron con el sello Flying Nun en Nueva Zelanda, sigue sacando discos de muchísima calidad en los últimos años.

De este Scatterbrain, ya conocíamos 2 cortes Monolith y You're Inmortal. Tal vez estos dos avances ya nos marcaran el camino del disco ya que The Chills se muestran mucho más esquivos que de costumbre. Con cortes más sombríos como Scatterbrain, Monolith, Hourglass o Little Alien ahondan más en una línea que ya había ido apareciendo en sus anteriores trabajos, pero con mucho menos protagonismo.

Eso sí, entre esos temas más obscuros, You're Inmortal nos deja un brillante estribillo pop que es de lo mejor del trabajo y muy del estilo indie-pop de The Chills. En estas canciones más pop encontramos el alma de la banda y ahí tenemos preciosos temas como Destiny o las más lentas Caught my eye y Safe and Sound. Incluso esa ochentera Worlds within Worlds, con el protagonismo de los teclados de hojalata, o la más guitarrera Walls beyond abandon entroncan muy bien con su sonido de toda la vida.

Quizás no sea su mejor disco, ni tenga canciones que destaquen, pero The Chills siguen demostrando que están en forma y que saben hacer grandes trabajos sin que el éxito comercial les preocupe lo más mínimo. Bravo por ellos.

Sonny & The Sunsets

Describir a Sonny Smith es todo un reto. Además de músico, el de San Francisco es también dramaturgo y artista visual. Yo ni idea de lo que hace en estas dos últimas facetas pero, en el caso de la música, es un artista al que sigo desde hace unos 5 años o así gracias a sus trabajos como Sonny & The Sunsets.

Curiosamente, su anterior álbum lo firmó como Sonny Smith y pasó bastante desapercibido (a mi juicio era algo irregular). Pero cada vez que sale algo de Sonny & The Sunsets, su música vuelve a tener repercusión. 

Para final de julio prepara el lanzamiento de un nuevo trabajo, y van ya quince ni más ni menos. Se llamará New Days with New Possibilities y, la verdad, es que ya solo por el título, parece que será un soplo de optimismo. Además, su música, que bebe de influencias del surf y jangle-pop de los 70, suele ayudar a esta sensación.

De momento, solo conocemos Ring my bell, el primer sencillo que se ha avanzado al lanzamiento del álbum y que, precisamente, va en esa línea de sonido veraniego, con una bella melodía, guitarras surf y slides que recuerdan al folk americano. Algo así como un cruce entre The Beach Boys y Jonathan Richman.

El single es una maravilla y nos deja con muchas ganas de verano (sobre todo, ahora que los días son más largos y empieza a hacer calor) y con aún más ganas de escuchar el disco completo.

Beachy Head

El guitarrista de Slowdive, Christian Savill, nos ha dejado una de las sorpresas de la primavera con este nuevo proyecto llamado Beachy Head y con el que ha sacado un gran álbum de título homónimo.

No en vano, en estas 8 canciones nos encontramos un shoegaze épico y con tintes de dream-pop, donde los teclados nos introducen en paisajes sonoros llenos de capas de guitarras como sucede en la tremenda Michael. Eso sí, en este disco de Beachy Head también acompañan músicos de altura, como Ryan Graveface de Casket Girls, Steve Clarke de The Soft Cavalry, el batería de Flaming Lips Matt Duckworth  o su compañera Rachel Goswell (Slowdive y Mojave 3) que, en All Gone nos deja un voz completamente desolada pero que queda espectacular en la canción.

De hecho, más allá del fondo shoegazer que impregna todo el disco, como en la apertura Warning Bell, en este álbum destacan tanto cortes más lentos como esa increíble October con su aire folk o cortes más pop como Looking for exits que, tal vez, sea lo mejor de este trabajo y donde cruzan a la perfección la pesadez de las guitarras, los teclados y las melodías power-pop.

Un debut interesante de este proyecto Beachy Head al que habrá que tener en cuenta de cara al futuro.