Massage

El viernes pasado por la noche cenaba con un amigo en una terraza y estuvimos comentando este disco de Massage, el proyecto de Alex Naidus que era el batería de The Pains of Being Pure At Heart y que ahora, desde Los Ángeles, se acerca un poco más al indie-pop de guitarras brillantes (eso sí, sin renunciar del todo a un poquito de suciedad y noise).

De hecho, este Still Life de Massage, que seguramente vaya directo a ser de lo mejor del año 2021, inicia muy contenido con esa tremenda Half a Feeling, donde una batería muy sesentera a lo Phil Spector nos introduce una canción obscura que nos recuerda a The Jesus and Mary Chain, pero con ecos al pop británico de sellos como Sarah o Creation, algo que también sucede con 10 & 2. En esta línea nos encontramos, a lo largo de este álbum, algunas otras canciones sobresalientes como, Sticks & Stones o At the End of the World, donde se acercan mucho al pop de grupos como The Field Mice.

Sin embargo, lo que más destacan en este trabajo de Massage es cuando las guitarras cristalinas se imponen y hacen un indie-pop con sonidos jangle de alto voltaje. Made of Moods es el primer ejemplo con el que nos cruzamos y donde la influencia de bandas como The Go Betweens o el último álbum de Smokescreens es más que evidente, pero no es el único porque ahí está la genial I'm a Crusader también. 

Cortes como Until, In gray & blue, I come running o Anna (la única que me ha traído a la mente a los Pains) son pura maravilla indie-pop que, en este disco, pasan casi inadvertidas cuando ya les gustaría a otros muchos grupos tener una sola de estas canciones en sus álbumes.

Eso sí, si hay una canción que sobresale en este trabajo es, desde luego, Michael is my boyfriend, que fue el primer single que avanzaron de este trabajo y que el que me hizo fijarme en ellos hace unos meses. Es toda una delicia de pop amable con unas guitarras que me recuerdan al disco de Jeanines y, al mismo tiempo, al pop británico de los años 80, de hecho en la nota de prensa que hay en bandcamp reconocen la influencia de grupos de The La's.

Este álbum de Massage es genial y tiene toda la pinta que me va a acompañar durante todo el verano.

The Telephone Numbers

Llevaba ya unas semanas esperando la salida de este álbum de The Telephone Numbers y llamado The Ballad of the Doug. Normal, porque es una auténtica maravilla y cumple (e incluso supera) las expectativas que yo tenía.

The Telephone Numbers es el proyecto personal de Thomas Rubenstein, un músico de San Francisco que, gracias a su talento ha sacado un disco adelante con grandes canciones y pocos recursos. Eso sí, pese a su espíritu DIY se ha sabido rodear de grandes acompañantes y ha creado un trabajo con matices y grandes detalles de producción: coros, xilófonos, teclados, violines o guitarras afiladas crean un ambiente único en este álbum.

Recorren este The Ballad of the Doug las guitaras jangle de The Byrds y el power-pop de Teenage Fanclub. Ahí nos encontramos algunas de las mejores canciones de este disco como la apertura You're Nowhere, la genial Pictures of Lee, Sunset Town, Kaleidoscope, las geniales guitarras de Curtains Close o la final Open the door que, en mi opinión es lo mejor de este trabajo. 

A su vez, hay canciones como, Oh Pretender, Cards the Show U o la homónima The Ballad of the Doug, con ese mismo espíritu indie-pop pero donde las guitarras afiladas y sucias o los punteos recuerdan a los cortes de The Reds, Pinks & Purples. Normal, porque Glenn Donaldson es uno de los colaboradores de lujo de este trabajo y su presencia se atisba en esas guitarras cargadas de fuerza y melancolía que también ha imprimido genialmente este año en el álbum de Painted Shrines.

Hay tiempo incluso para una preciosa y acústica versión de un tema bastante poco conocido (al menos para mí) como es I don't wanna cry de The Keys, una banda londinense de finales de los 70 que solo hicieron un disco y algunos temas más y pronto acabó su carrera. Sirva este bonito homenaje como recuerdo para ellos.

En mi humilde opinión este The Ballad of the Doug de The Telephone Numbers será uno de los discos en el blog. Una genialidad.

Japanese Breakfast

En las últimas semanas han ido apareciendo novedades interesantes como el nuevo single de The Reds, Pinks & Purples, los adelantos de grupos como Nation of Language o The Tubs, el nuevo disco de The Telephone Numbers que sale mañana o el álbum de los canadienses N0V3L que tira de un post-punk muy melódico.

Eso sí, estos días atrás he estado escuchando mucho los nuevos álbumes de Sleater-Kinney y de Japanese Breakfast. Que no pueden ser más distintos el uno del otro, pero que ambos me han gustado. Ninguno para tirar cohetes, pero con mucha calidad.

Japanese Breakfast es el proyecto de la artista coreo-americana Michelle Zauner desde Philadelphia. En realidad Jubilee es su tercer álbum, aunque creo que es la primera vez que aparece en el blog. Y es que su indie-rock se mezcla con el pop más comercial y, a priori, no es una línea musical que yo siga mucho.

De hecho, en este caso canciones como Savage Good Boy o Be Sweet, donde tira de teclados y ritmos pop bien podría venir firmado por Taylor Swift o Katy Perry. De hecho, ese rollo new-wavero comercial es lo que más abunda en el disco con Slide Tackle que se acerca a ritmos house o la más obscura Sit.

Pero no es ni mucho menos lo mejor y más interesante de este trabajo. De hecho Japanese Breakfast gana muchos enteros cuando se acerca al pop y a canciones con menos artificios, donde se muestra realmente su talento. Mi canción favorita es Kokomo, IN., con ese ritmo tranquilo, pero también destacan cortes como las reposadas Tactics y Posing in Bondage o la más cruda In Hell donde, con apenas unas guitarras y un teclado etéreo de fondo, está más cerca de artistas como Mitski o Vagabond.

En realidad es un propuesta que se aleja un poco de lo que suelo escuchar, pero tiene 4 o 5 canciones muy buenas y de muchísima calidad que realmente me han gustado.

The Tubs

A veces hay canciones que se te meten en la cabeza y es difícil sacártelas. Eso me ha pasado con esta Illusion de los galeses The Tubs. La banda que nació de las cenizas de Joanna Gruesome y que mantiene su parte más pop todavía firme, he hecho nuevos fichajes en su formación y ha firmado por Trouble in mind records para sacar su nuevo 7". Ya han aparecido  un par de veces en el blog y es que, en realidad, los singles que han ido publicando han sido todos una maravilla.

Illusion tiene algo de su anterior grupo, pero también del C86 de The Weather Prophets o esa voz tan punk que recuerda a los The Jam del In the city.

Además del sonido, creo que lo que más me ha impactado es la letra que refleja muy bien cuál ha sido la sensación que, casi todos, hemos sentido durante la pandemia. De hecho, es una letra bastante pesimista que, a priori, no casa con el sonido tan desenfadado de la canción. Creo que esa mezcla sorprendente es el ingrediente perfecto para que la canción de The Tubs te ronde por la cabeza durante días y días, como me sucede a mí.

The Tubs · Illusion

Mujeres

 El viernes pasado me sorprendía un e-mail de Sonido Muchacho anunciando un nuevo EP de Mujeres titulado Rock y Amistad. En este caso son solo 4 canciones y cada una la comparten con un grupo invitado.

Destaca la canción homónima Rock y Amistad que comparten con Carolina Durante y que bien podría haber entrado en el anterior trabajo de los catalanes. Algo parecido sucede con esa potente Un glorioso año que comparten con Los Punsetes y donde sobresale poderosamente la voz de Ariadna.

Es mejor con gente, el corte que comparten con Nueva Vulcano, también es un tema potente marca de la casa, aunque es cierto que también se acerca al sonido de la banda invitada. Algo que ocurre, sobre todo, en Al final abrazos, la canción que cantan a dúo con Cariño y que tiene esos teclados y ese indie-pop iniciales muy softies, pero que, de repente, eclosiona en un tema potente con un estribillo muy épico y guitarrero.

Me han gustado los 4 nuevos temas de Mujeres, que no es de extrañar porque son una de las mejores bandas de toda España y llevan seguidos dos álbumes absolutamente sobresalientes. Ojalá pase pronto esta pandemia y volvamos a conciertos sin sillas, sin mascarillas y sin distancia (y a salones con cien mil vasos), porque con grupos como Mujeres las ganas de pogo están más que aseguradas.

Quivers

 Desde que salió el viernes pasado, este Golden Doubt de los australianos Quivers es el único disco que he escuchado. Todo el fin de semana.

Los de Melbourne sacaron el año pasado un álbum homenaje a R.E.M. donde versionaron el Out of Time de principio a fin. Y, la verdad, es que esas influencias del jangle-pop de inicios de los años 80 está más que presentes en esta Golden Doubt que es un disco sobresaliente.

De hecho, en él nos encontramos cortes con guitarras vibrantes y melodías pop como When it breaks, Laughing waters (menudo final con la sección de cuerdas) o Chinese Medicine donde muestran ese gusto por las canciones de The Go-Betweens o, incluso, donde me recuerdan a ratos a los The New Pornographers del Challengers.

Eso sí, también saben cómo pisar el freno y dejarnos espectaculares baladas. Como sucede en la maravillosa Nostalgia will Kill you, en Overthinking, en Videostores o en ese delicado final homónimo donde el piano y la voz son los verdaderos protagonistas.

Aunque, la verdad, es que lo mejor del álbum nos lo dejan Quivers cuando se ponen algo más épicos. A mitad de disco nos encontramos con la genial You're not always on my mind, pero el corte más destacado es ese inicial Gutters of Love, que fue el primer sencillo que adelantaron y que es una absoluta maravilla, donde el indie-pop y la épica se dan la mano en su justa medida.

Se trata de un grandísimo disco, donde nos encontramos todos los registros de Quivers condensados en el mismo trabajo. Y es una gran noticia.

Kevin Robertson

 Con la llegada del calor empieza a apetecer una escapada a la playa: bajar las ventanillas del coche, ponerse las gafas de sol, quitarse la mascarilla (si se puede), dejar que te dé el viento en la cara, volver a casa con el salitre pegado a la piel y subir la música de la radio. Especialmente este año, nuestra salud mental lo va a agradecer. Y este álbum, Sundown's End de Kevin Robertson puede ser una gran banda sonora para esos días de playa.

Kevin Robertson es el cantante y compositor de la banda de Aberdeen The Vapour Trails, aunque en este disco aparece algo del jangle-pop de aires sixties que suele hacer, nos encontramos ante un disco con muchos más matices.

Eso sí, cuando las guitarras jangle aparecen y se acercan al indie-pop de grupos como The Byrds es cuando más acertado está como en el maravilloso inicio de Into the black y Could it be o incluso con esos aires folk setenteros que incluye en cortes como Settle Down y Custom made. Es más, si pisa un poco el acelerador y se acerca al power-pop de los últimos discos de Teenage Fanclub, como sucede en la increíble Love's Blue Yonder, nos ofrece uno de los mejores cortes del álbum.

Eso sí, como decía este trabajo está lleno de matices y ahí encontramos el power-pop más guitarrero de Silicone Sun donde recuerdan a Fountains Of Wayne, el toque jazzy de Big Old Town, el folk tranquilo de See How We Love o la psicodelia de Sundown's End, Telepathic Minds y el lisérgico final de Yesterday's Reign donde los sonidos del sitar nos trae a la mente los trabajos más pesicodélicos de The Beatles o Small Faces.

En definitiva, se trata de un disco muy completo donde Kevin Robertson tiene la libertad para mostrar un buen puñado de canciones que, cada una con sus matices, componen un gran trabajo global.

UV-TV

A comienzos de esta semana empecé a escuchar el nuevo álbum de UV-TV cuando vi que en el blog Don't eat the yellow snow lo comentaban y hablaban bien de él. Resulta que, leyendo otros blogs, me doy cuenta que este es el tercer álbum del grupo de Florida.

No me deja de sorprender la poca repercusión que tiene, a veces, la música de algunas bandas. UV-TV hace unos años sacaron un par de buenos singles y demos que me encantaron, de hecho, incluso alguno se coló en algún recopilatorio. Su sonido punk me encantaba y, en mi cabeza, estarían en la órbita de grupos como Parquet Courts. Pero, por lo que sea, nunca me llegué a enterar de sus dos primeros lanzamientos.

Eso, menos mal, no ha sucedido con este tercer largo: Always Something. Donde UV-TV se decantan por acercarse más a su lado pop y les ha quedado un disco absolutamente notable. De hecho, se mudaron de Florida a Nueva York e incorporaron un nuevo batería y eso ha influido para bien en su sonido. Eso sí, tras su traslado a Nueva York les pilló la pandemia y el confinamiento, así que este disco es fruto de ese periodo de confinamiento en casa, aunque si algo destaca es la fuerza y la potencia de unas canciones que poco o nada tienen que ver con la desesperanza y la angustia de aquellos días.

 De hecho, no pierdan su fiereza punk de los inicios pero no renuncian a una buena melodía o unos buenos estribillos, como en Overcast Forever o Distant Lullaby donde recuerdan a grupos como Ex-Hex y Eternal Summers. El sonido un poco más noisy de Wildflower se acerca a la música de Las Robertas o, incluso, esa guitarra afilada y esa potente batería de I don't mind me ha traído a la cabeza el primer disco de Bleached.

Eso sí, UV-TV también han querido incluir otros registros que, al menos a mí me han sorprendido un poco, pero que les vienen como anillo al dedo. Cortes más lentos como el final Holland Sunday o Plume y los riffs de Always Something, Superabound o Back to nowhere enlazan con el pop ochentero de grupos como The Jesus & Mary Chain, lo cual es una absoluta maravilla. 

Que alegría para el punk de estos días que salgan discos tan buenos como este Always Something de UV-TV.

Ducks Ltd.

Como me encanta entrar el junio. Antes era un mes que asociaba a exámenes, notas y nervios. Pero desde hace años es sinónimo de verano, de buen tiempo, de los primeros findes en la playa y los primeros baños (este año con la pandemia y los cierres perimetrales, parece que apetece más que nunca). Aunque, a modo de aviso, hoy ha venido el día gris y lluvioso.

Y aunque este junio empiece tan raro con la música le vamos a dar la vuelta. Y, además, con el re-lanzamiento expandido de Get Bleak, el primer EP de Ducks Ltd. que, en realidad, ya han aparecido antes en el blog como Ducks Unlimited, pero a los que el cambio de nombre y de sello (ahora lanzan con Carpark) parece que les ha sentado genial.

Hará un tiempo que ya comenté su primer single Anhedonia e, incluso, entró en un recopilatorio de Nebrija Records. Este corte sigue siendo de lo mejor del disco, que son solo 7 cortes, y representa muy bien el sonido que sigue el dúo canadiense: guitarras jangle que beben de la influencia del kiwi-rock de grupos como The Bats, pero que se han modernizado un poco con sonidos más actuales como en Get Bleak, Gleaming Spires o It's easy donde recuerdan mucho a grupos como Rolling Blackouts Coastal Fever o The Goon Sax.

Pero este trabajo nos deja también gratas sorpresas como esa genial Oblivion que tanto suena a grupos como The Go-Betweens o al último álbum de Smokescreens. Incluso, cuando pisan el freno y se acercan un poco a sonidos más dreamy, nos dejan cortes de lo más interesantes como esa magnífica Annie Forever o esa guitarra obscura de As Big as All Outside y que se relacionan con grupos del sello Sarah Records como The Field Mice.

La verdad es que no esperaba gran cosa de este re-lanzamiento y cambio de nombre de Ducks Ltd., de hecho cuando vi este EP en un blog que suelo seguir, ni me lo descargué para escucharlo, pero al leer varias buenas críticas en varios blogs, ya me decidí a darle una escucha. Y menos mal!