Model Shop

Si el otro día comentaba el disco de Field School, el cantante de Math and Physics Club. Hoy vengo con el álbum de Model Shop, el resto de la banda de Seattle que también han sacado sus nuevas canciones incluyendo a la bajista Jen Fox.

De hecho, este Love Interest de Model Shop, se acerca más al indie-pop de su antiguo grupo. Hace unos meses ya conocimos la genial Letters to Melissa, un soberbio corte de pop: guitarras jangle y buenas melodías. Muy en la línea de grupos de The Lodger o Northern Portrait, por ejemplo. Así nos encontramos también con canciones espectaculares como Compilation Tape, I was told that would be easy o Lucky, con la que abren maravillosamente el disco.

Eso sí, a Model Shop también le da tiempo a incluir otros sonidos e influencias. Por ejemplo, esa preciosa A simple emotion, que tanto recuerda a los mejores Aztec Camera, o los medios tiempos Sunshine Rendezvous y Millionaires, donde pisan un poco el freno y les salen unas canciones muy bonitas.

En definitiva, es un disco de puro espíritu pop, no inventa nada nuevo pero lo que hacen, lo hacen realmente bien.

Field School

Ya comenté hace unas semanas el primer adelanto del disco de Field School: When summer comes. En realidad, se trata del proyecto en solitario de Charles Bert, el cantante de Maths and Physics Club, la banda de indie-pop de Seattle. En realidad recoge algunas de las canciones que este mismo año ha publicado en dos EPs, pero introduce unas cuantas nuevas.

A mí es una banda que me encanta y, justo hoy, también sale el disco de Model Shop el proyecto de otro de los miembros de la banda. Pero, qué ha pasado? Pues que la pandemia les pilló separados y no se han podido juntar a hacer canciones. Así que los diferentes miembros del grupo han ido creando y sacando sus propias canciones por separado. Esto también ha provocado que cada uno pueda dar su toque más personal a la música. Eso sí, sin perder nunca el norte del indie-pop.

Las canciones de Field School sí que tienen claramente un toque más personal, ya que podemos escuchar unas guitarras más calmadas y menos brillantes. Es un indie-pop lo-fi que, la verdad, le sienta de maravilla a este conjunto de canciones. De hecho, cortes como la inicial Loving was never gonna work out u otras como I'm starting to feel like myself again, Moon Jellies o la preciosa When Summer Comes recuerdan un poco al pop de Galaxie 500.

Eso sí, cuando se acerca al indie-pop y al twee de bandas como Quivers o The Lucksmiths es cuando encontramos los puntos destacados de este trabajo, esto sucede en cortes como, When you leave, Is this our love song?, Jennifer Valentine, Don't let this moment pass you by o I just want to paint you in pictures, que fue el primer adelanto de ese disco y, seguramente, la mejor canción.

Aunque Field School no se aleja mucho de lo que hacía con su banda original, la verdad es que sus canciones tienen un punto lo-fi de lo más interesante y un sonido propio.

Airbag

La verdad es que mucho he tardado en comentar el nuevo álbum de Airbag, Siempre Tropical. Los que me conocen ya saben que es una de mis bandas favoritas, así es imposible ser objetivo.

Los malagueños nos han vuelto a dejar una increíble colección de canciones. El punk y el pop siguen de lo más presentes en su sonido, aunque sus letras ya no tengan ese descaro juvenil de los inicios (normal porque el tiempo pasa para todos). Aún así, hay cortes que recuerdan poderosamente a sus primeros trabajos y eso me encanta: Andrea o La marmota Phil por ejemplo son puro Alto Disco. Y también canciones como Surf Riot donde recuperan esos sonidos tan Beach Boys, o las hardcore punk Todo mal en sus 27 segundos y Siempre Tropical nos traen a sus guitarrazos de Mondo Cretino.

De hecho, sus influencias habituales se ven aderezadas con otros sonidos. En efecto, el inicio del álbum, y el primer single que adelantaron, Finales alternativos, donde colaboran con Jota de Los Planetas suena por todos lados a los mejores momentos del grupo granadino. Secretos chinos, con sus teclados iniciales es puro sonido Weezer. Incluso, el interesante final de Perros y Gatos me trae a la cabeza al sonido de La Buena Vida, puro indie-pop de categoría.

En definitiva, Siempre Tropical, nos trae lo mejor de los mejores Airbag y, de nuevo, canciones que serán auténticos himnos para hacer pogo en sus conciertos. 

Weyes Blood

Estoy un poco apartado del blog estos días, la verdad es que es simplemente por trabajo. He tenido en lo que va de noviembre dos viajes y aún me queda un tercero de 14 días fuera de casa. Pero, antes de marchar esta noche, no quería dejar la oportunidad para comentar el discazo de Weyes Blood que salió el pasado viernes y que llevo dos días escuchando.

Precisamente, este finde que mis amigos están en el Primavera Weekender y yo no, recuerdo que fue precisamente en este festival cuando la conocí y la pude ver en directo. Una maravilla que no os debéis perder si tenéis la oportunidad.

Weyes Blood, lo que es lo mismo Natalie Mering, ha sacado un fabuloso disco con And in the Darkness, Hearts Aglow. Ella misma reconoce en la carta abierta que publica con el álbum en bandcamp que es un disco en el que se realiza un montón de preguntas acerca de la desilusión y sentirse fuera de juego. No hay respuestas, ni soluciones, solo el deseo de encontrase a una misma y encontrar su propio camino.

En general, es un disco que destaca por su sencillez. La voz de Weyes Blood destaca por encima de todo y ahí encontramos la increíble Got turn me into a flower. Pero se deja acompañar de sencillos arreglos como guitarras y pianos que le dan épica y rotundidad a sus canciones. De hecho, el inicio con It's not just me, it's everybody o Children of the Empire son dos buenos ejemplos. Aunque no los únicos porque también encontramos los teclados enigmáticos en Twin Flame o sencillas guitarras en la bonita The worst is done.

Es un trabajo con canciones densas y melancólicas, muy en la línea vital que vive la artista y que ya hemos comentado. La mayoría de cortes superan los 6 minutos, así que ya os podéis hacer una idea. Aún así, ni mucho menos es un disco pesado, al contrario, tiene una gran fluidez y te atrapa desde el comienzo. De hecho, ahí encontramos esa genial Hearts Aglow que es como el perfecto resumen del álbum, inicia densa y enigmática, pero se acelera de forma contenida, destaca la voz, pero se deja acompañar de coros, pianos y unos bonitos teclados ensoñadores. A mí me ha recordado un poco al último álbum de Mitski que me encantó.

La verdad es que este trabajo de Weyes Blood seguramente tenga mucho recorrido comercial y suene bastante. No me sorprendería que hiciera subir de nivel a la artista californiana y fuese una de las cabezas de cartel más destacadas en los próximos festivales. Sinceramente, me alegraré por ella y por sus canciones que bien se merecen ese reconocimiento.

The Silent Boys

Ayer, un poco de casualidad y gracias a Josemi, que compartió en twitter el disco, pude escuchar lo nuevo de The Silent Boys, Sand to Pearls, Coal to Diamonds.

Creo que nunca he comentado a The Silent Boys aquí en el blog. No soy un experto en su discografía porque la banda de Richmond, Virginia, lleva más de 30 años a sus espaldas, eso sí, todo lo que he escuchado de ellos me ha encantado.

Escuchando este álbum, ya desde el primer tema Living in the lion's jaws, dejan bien claro el camino que seguirán, limpias guitarras, ritmos jangle y melodías de indie-pop que bien recuerda a las mejores bandas de pop de los ochenta como The Bats. Algo similar ocurre en la bonita y popera Christine, tal vez el punto álgido de este disco y que bien podría enlazar con el indie-pop de grupos como Acid House Kings o US Highball por citar ejemplos más recientes.

En general esta es la línea que predomina en el disco y nos dejan grandes canciones como Driftwood, Everywhere girl o la más veloz Fantastic Weekend que se acerca más a grupos C86 como The Wedding Present.

Eso sí, también son capaces de crear atemporales canciones pop como la espectacular Sugar House que bien recuerda a los mejores Aztec Camera.

En definitiva, The Silent Boys han hecho uno de esos discos de pop elegante que pasa desapercibido para la crítica pero que es una absoluta delicia.

The Laughing Chimes

El año pasado uno de los discos más sorprendentes, por lo bueno que era, fue el In this Town de The Laughing Chimes. Guitarras jangle, buenas melodías y pop elegante que recordaba a los mejores grupos de jangle americanos: REM, The Chesterfields, etc.

La banda formada en Ohio por los hermanos Evan y Quinn Seurkamp van a sacar a través de Slumberland (como le pega este sello a este grupo) un EP, Zoo Avenue, en el mes de noviembre y ya nos han adelantado Ice Cream Skies, otro bonito corte de jangle-pop donde las guitarras, las melodías y los coros se dan la mano en perfecta armonía.

Serán 6 cortes (casi casi un mini-LP) y, la verdad, es que ya estoy deseando escucharlo completo.