domingo, 20 de noviembre de 2022

Weyes Blood

Estoy un poco apartado del blog estos días, la verdad es que es simplemente por trabajo. He tenido en lo que va de noviembre dos viajes y aún me queda un tercero de 14 días fuera de casa. Pero, antes de marchar esta noche, no quería dejar la oportunidad para comentar el discazo de Weyes Blood que salió el pasado viernes y que llevo dos días escuchando.

Precisamente, este finde que mis amigos están en el Primavera Weekender y yo no, recuerdo que fue precisamente en este festival cuando la conocí y la pude ver en directo. Una maravilla que no os debéis perder si tenéis la oportunidad.

Weyes Blood, lo que es lo mismo Natalie Mering, ha sacado un fabuloso disco con And in the Darkness, Hearts Aglow. Ella misma reconoce en la carta abierta que publica con el álbum en bandcamp que es un disco en el que se realiza un montón de preguntas acerca de la desilusión y sentirse fuera de juego. No hay respuestas, ni soluciones, solo el deseo de encontrase a una misma y encontrar su propio camino.

En general, es un disco que destaca por su sencillez. La voz de Weyes Blood destaca por encima de todo y ahí encontramos la increíble Got turn me into a flower. Pero se deja acompañar de sencillos arreglos como guitarras y pianos que le dan épica y rotundidad a sus canciones. De hecho, el inicio con It's not just me, it's everybody o Children of the Empire son dos buenos ejemplos. Aunque no los únicos porque también encontramos los teclados enigmáticos en Twin Flame o sencillas guitarras en la bonita The worst is done.

Es un trabajo con canciones densas y melancólicas, muy en la línea vital que vive la artista y que ya hemos comentado. La mayoría de cortes superan los 6 minutos, así que ya os podéis hacer una idea. Aún así, ni mucho menos es un disco pesado, al contrario, tiene una gran fluidez y te atrapa desde el comienzo. De hecho, ahí encontramos esa genial Hearts Aglow que es como el perfecto resumen del álbum, inicia densa y enigmática, pero se acelera de forma contenida, destaca la voz, pero se deja acompañar de coros, pianos y unos bonitos teclados ensoñadores. A mí me ha recordado un poco al último álbum de Mitski que me encantó.

La verdad es que este trabajo de Weyes Blood seguramente tenga mucho recorrido comercial y suene bastante. No me sorprendería que hiciera subir de nivel a la artista californiana y fuese una de las cabezas de cartel más destacadas en los próximos festivales. Sinceramente, me alegraré por ella y por sus canciones que bien se merecen ese reconocimiento.

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