Lande Hekt

Vale, a estas alturas de curso y ya voy como una moto. Hasta ayer ni me había dado cuenta que en todo lo que llevamos de octubre solo había comentado un disco y es que la semana pasada tuve unas jornadas que corresponden con un proyecto europeo, la semana que viene tengo un acto de diseminación de otro proyecto distinto y la última del mes tengo unas nuevas jornadas de proyectos europeos y, además la defensa de tesis de una de mis estudiantes de doctorado. Y bueno, como siempre, mis clases, mis investigaciones y mis funciones de gestión dentro de la Facultad, que eso lo tengo a diario.

En fin que, en la vorágine, van saliendo y saliendo discos y tengo la sensación de que no llego a tiempo a escucharlos todos. Bueno, también es verdad que estamos en las semanas cruciales del mercado discográfico ya que en octubre y noviembre se lanza todo lo que se debe vender en navidad, así que ahora se viene el típico aluvión: nuevo trabajo de The Reds, Pinks & Purples, Titus Andronicus, The Beths, Airbag, lo nuevo de Peel Dream Magazine o lo nuevo de Lande Hekt, que es lo que comento hoy.

Vale, para ser sincero, voy con dos o tres semanas de retraso ya que este House without a view salió a finales de septiembre. Y, la verdad, es que me encantó desde el principio. Lande Hekt, no recuerdo si comenté ya su anterior trabajo que también me gustó, es una de esas artistas que se ha fijado en el indie-rock noventero como motor de su música. En mi opinión, junto a Waxahatchee, es de las artistas más destacadas de toda la hornada que ha ido saliendo en la misma línea.

Básicamente porque Lande Hekt es de las pocas que se atreve a hacer algo diferente. No lo duelen prendas en dejarnos cortes más etéreos donde juega con los teclados como sucede en la preciosa apertura Half with you, que me recuerda en algo al último disco de Lala Lala.

También es capaz de crear canciones lentas y melancólicas pero que enganchan, como hace en Always Hurt, donde con apenas una guitarra y su voz me recuerda a los mejores cortes de Big Thief o Sufjan Stevens.

Eso sí, donde realmente destaca es cuando sus guitarras toman velocidad y se acerca más al indie-pop y al rock. Las geniales Gay Space Cadets, First girlfriend o House without a view son el punto álgido del disco y una verdadera maravilla en la línea de artistas consolidadas como Frankie Cosmos o Courtney Barnett.

La verdad es que es una pena que Lande Hekt no tenga más repercusión y sus canciones no lleguen al gran público, eso sí, los que la conocemos la disfrutamos mucho.