lunes, 14 de febrero de 2022

Mitski

La artista norteamericana de ascendencia japonesa, Mitski, ha hecho un camino tan sólido musicalmente que pareciera que no existen fisuras en él. Y, sin embargo, ha resultado ser todo lo contrario. La calidad de sus anteriores trabajos Puberty 2 (2016) y Be the Cowboy (2018), que fueron los mejores discos de sus respectivos años en este blog, hizo que Mitski pasara del anonimato a ser considerada una estrella dentro de los circuitos independientes. Sus canciones sonaron en multitud de programas de televisión y encabezó carteles en los más ilustres festivales. Todo absolutamente más que merecido, pero esa fama también le hizo replantearse la vida y, finalmente, decidió que dejaba la música porque sentía la presión y la responsabilidad sobre ella.

Por desgracia para ella, el contrato que había firmado le exigía entregar un disco más antes de marcharse. Cualquiera hubiera sacado un recopilatorio, algunas caras-b y unas demos para salir del paso, pero Mitski es honesta hasta para irse y decidió sacar un álbum completo con nuevas canciones. Bueno, no son tan nuevas, porque la mayoría las fue haciendo antes o durante el año 2018, hace ya cinco años. Eso sí, la pandemia, los aislamientos y las posteriores restricciones sociales, han ido dando un nuevo sentido a estas canciones que han ido cambiando mientras se grababan en 2021. Así ha surgido Laurell Hell, un disco muy notable, que vuelve a contener canciones sobresalientes como esas esquivas Working the knife o Heat Lighting o las más expansivas y bailables Should've been me, The only heartbreaker, That's our lamp, Stay Soft o Love me more, donde Mitski tira de teclados ochenteros y sintetizadores para hacernos mover los pies.

En general, Laurel Hell, es un trabajo más obscuro y menos pop. De hecho, es el más esquivo de su trayectoria, pero sigue siendo un disco muy bueno que ya quisieran muchos artistas poder realizar. Con este álbum, además, viene una gira completa para presentarlo y tocarlo en directo. Así que uno empieza ya a dudar que Mitski vaya a dejar su carrera musical en este punto. Ojalá que no.

Quizás este álbum no llegue a las cotas de los dos anteriores, algo que era casi imposible viendo donde estaba el nivel, pero vuelve a ser un disco de muchísima calidad, así que bravo por Mitski y que nos dure muchos años.

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