lunes, 6 de abril de 2020

Triángulo de Amor Bizarro

Hace dos o tres semanas, o cuatro, no me acuerdo bien, que salió oɹɹɐzıqɹoɯɐǝpolnƃuɐıɹʇ que es el quinto álbum de los gallegos Triángulo de Amor Bizarro. Creo que fue leyendo el blog de Don't eat the yellow snow, donde leí que Triángulo eran el mejor grupo de rock independiente de España. La verdad es que no me suele gustar nada cuando la gente va sentando cátedra por la vida, pero en esa ocasión no me pude sentir más identificado con esa frase, ya que llevo año pensando igual, de hecho desde Año Santo, no tengo ni la más mínima duda en ese aspecto.

En todos sus trabajos, TAB van aportando novedades a su música, juegan con los sonidos y no se estancan, pero increíblemente, siguen sonando siempre a ellos mismos. Y en este disco se han superado. Desde luego, hay cabida para sus guitarrazos de siempre, sus canciones llenas de rabia, sus gritos que te desgarran: Canción de la fama o Calígula 2025 son dos buenos ejemplos y dos canciones al nivel de lo mejor que han hecho anteriormente. También esa apertura con Ruptura, donde con apenas un riff de guitarra y una voz distorsionada nos dan paso a un disco tremendo no apto para el público más comercial y deseoso de pop acartonado y de hacer la ola en el festival del verano (si es que este año el gobierno chino nos dejara tener verano).

Pero no se quedan ahí, y en este disco han decidido acercarse a canciones que transitan entre el dream-pop y el shoegaze y, joder, les sale genial. No es algo nuevo, porque esa intensidad ha estado siempre presente, pero es cierto que en este trabajo le dan más cancha. Eres tú me encanta, empieza tranquila y dreamy y acaba en una buena maraña de guitarras y teclados shoegazers. También Cura de mi corazón que es una maravilla. Pero en este aspecto destaca poderosamente Asmr para tí, que si viniera firmada por sus paisanos Linda Guilala, no me extrañaría lo más mínimo. Tal vez sea Fukushima la canción más inaccesible de este disco, pero el caso es que sus más de 6 minutos enganchan y sus sintetizadores te atrapan toda la canción, especialmente cuando al final la canción despierta y tiene ese final tan pop.

Pero si algo ha llevado a Triángulo de Amor Bizarro a triunfar entre todo tipo de pelaje pop en nuestro país son sus canciones pop de esencia post-punk. No nos va a sorprender que The Jesus & Mary Chain o The Cure sean dos influencias de los gallegos. Y ahí: arrollan. Se sienten la mar de cómodos y les salen himnos generacionales casi sin proponérselo. En Acosadores o en Folía de las Apariciones salen los TAB de Barca Quemada o Estrellas Místicas, canciones con ritmo donde la voz de Isa construye melodías pop que casan a la perfección. Pero este disco tiene su propio sello: Vigilantes del Espejo. Una canción que espero que siga sonando en los bares dentro de 30 años, uno de esos temas donde The Cure planean y con la voz de Rodrigo y unos tremendos teclados se acercan mucho al disco que hizo Sierra hace un par de años.

Pues eso, cuando acabe esta cuarentena volved a la droga que olvidasteis en un cajón y no os arrepintáis de nada.

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