martes, 18 de enero de 2022

Molly Nilsson

Ya sabéis que no soy un gran amante del synth-pop en general y que me gustan mucho más unas buenas guitarras pero, de vez en cuando, salen trabajos de lo más interesantes en esa parcela. Ya comenté a final del año pasado el segundo álbum de Nation of Language que es una maravilla (como el primero), y lo mismo ocurre ahora con este Extreme de la sueca Molly Nilsson, afincada desde hace años en Berlín.

Su anterior trabajo Twenty-Twenty ya fue una muy grata sorpresa y me gustó mucho. De hecho, hay cortes en este Extreme como Kids today u Obnoxiously Talented que siguen recordando a ese álbum y a su synth-pop ochentero heredero de la new-wave. 

Eso sí, en este nuevo trabajo Molly Nilsson ha buscado el riesgo, incluyendo nuevas líneas de lo más interesantes, como esa apertura sucia que es Absolute power, las guitarras rugientes de Sweet Smell of Success o esas guitarras punks en They will pay, unos cortes que son toda una declaración de intenciones. Pero esa línea más obscura y sucia quizás tenga su punto álgido en la final Pompeii (que fue la elegida como single de adelanto y que es una absoluta maravilla).

Es verdad que, sin embargo, lo que más sorprende son las canciones pop más luminosas donde Molly Nilsson nos deja buenos temas que te hacen mover los pies: Take me to your leader (donde se mezcla el synth-pop con las girl-bands del soul de los 60), Earth Girls o Avoid Heaven, quizás sean los dos mejores ejemplos de esta línea algo más amable y que puede ser la puerta de entrada a que una artista del talento de Molly Nilsson tenga abiertas las puertas del éxito mainstream. Ojalá, porque de verdad que será más que merecido. Yo recuerdo su concierto hace unos años en el Ruidismo, donde con un ordenador y un micrófono se curró una actuación de lo más destacable.

Este Extreme es un trabajo más que notable y me ha gustado mucho. Bravo por ella y por el buen trabajo que realiza.

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